Fiat potencia el éxito que está obteniendo la denominación Freemont a nivel mundial como sustituto del Journey de Chrysler, tras la adquisición de las marcas americanas por el grupo italiano Fiat, con un nueva versión aún más polivalente de su vehículo familiar de 7 plazas que incorpora una práctica tracción integral electrónica asociada siempre a un nuevo cambio automático de 6 velocidades.
Desde el inicio de la comercialización del nuevo Freemont han sido evidentes las nuevas cualidades de las que le han dotado respecto a su predecesor, con un equipamiento mucho mayor, unas calidades interiores mucho más cuidadas y motores más eficientes provenientes de la marca italiana, de alta potencia y gran refinamiento. Pero como su propio nombre evoca, Freemont, con las connotaciones de libertad, montaña y aire libre, faltaba un nuevo sistema de tracción total que garantizase esa libertad de movimientos fuera cual fuese el terreno. ¡Ya está aquí!
Se convierte así en un vehículo de estilo familiar realmente exclusivo, puesto que pocos de los que hay en el mercado concentran los conceptos y las mejores virtudes de los monovolúmenes por una parte, con sus 7 auténticas plazas y una versatilidad máxima, de los turismos familiares por otra, con un tamaño contenido y una conducción ágil y sencilla, y ahora de los SUV compactos, con un sistema de tracción 4×4 que garantiza la máxima seguridad en condiciones climatológicas adversas y el acceso a caminos fuera de carretera. Es un auténtico todo en uno. Por ello puede rivalizar con modelos como un Ford S-Max, un Renault Grand Scenic, un Opel Zafira Tourer o un Peugeot 5008, tanto como con un Nissan Qashqai+2, un Volkswagen Tiguan o un Chevrolet Captiva, entre muchísimos otros.
Con el Freemont nos encontramos ante un vehículo muy democrático, de muy sencillo manejo, con una gran utilidad y además “Eco”, entendido desde el punto de vista económico, puesto que esta versión con tracción total, sólo disponible con el motor diésel 2.0 Multijet de 2ª generación de 170 cv y con cambio automático de 6 velocidades, parte de un precio en versión Urban de 32.900 euros de PVP, al que si le restamos uno 3.500 euros de campañas promocionales se queda en 29.400 euros. El más alto de gama, con acabado Lounge, asciende a 34.900 euros, que se quedarían en unos 31.200 euros.
Con el nuevo Freemont 4×4 tenemos varios vehículos en uno. La versatilidad de un monovolumen, la agilidad de un familiar y la seguridad de un SUV compacto
Con el nuevo Freemont 4×4 tenemos varios vehículos en uno. La versatilidad de un monovolumen, la agilidad de un familiar y la seguridad de un SUV compacto
El Freemont, de cerca…
El aspecto del Freemont es el propio de un Crossover, sin ser exactamente un SUV, ni un familiar, ni un monovolumen, y pareciéndose por dimensiones y capacidades a cualquiera de ellos. Está caracterizado por una imagen musculosa de estilo robusto y ligeramente elevado, con grandes pasos de rueda, que en la nueva versión AWD con 170 cv y acabado Lounge lleva asociadas unas atractivas llantas de 19 pulgadas distanciadas hasta 2,89 metros, un frontal con mucha presencia, en la que el protagonismo recae en los grandes faros rectangulares que enmarcan la parrilla con detalles cromados así como una moldura protectora de bajos y una trasera con ópticas horizontales iluminadas por led´s de gran visibilidad.
El aspecto del Freemont es el propio de un Crossover, sin ser exactamente un SUV, ni un familiar, ni un monovolumen, y pareciéndose por dimensiones y capacidades a cualquiera de ellos. Está caracterizado por una imagen musculosa de estilo robusto y ligeramente elevado, con grandes pasos de rueda, que en la nueva versión AWD con 170 cv y acabado Lounge lleva asociadas unas atractivas llantas de 19 pulgadas distanciadas hasta 2,89 metros, un frontal con mucha presencia, en la que el protagonismo recae en los grandes faros rectangulares que enmarcan la parrilla con detalles cromados así como una moldura protectora de bajos y una trasera con ópticas horizontales iluminadas por led´s de gran visibilidad.
En sus contenidos 4,90 metros de longitud, el Freemont ofrece las capacidades de los monovolúmenes más grandes, con una orientación claramente familiar mediante sus 7 plazas reales configuradas en filas 2+3+2, con la segunda y tercera elevadas, que permiten hasta 32 combinaciones posibles de habitáculo, versatilidad subrayada con una apertura de 90º de las puertas traseras para garantizar el acceso más cómodo al interior. Con todo esto queda un espacio de maletero de 145 litros, con las 7 plazas desplegadas, llegando a los 1.461 si ocultamos las dos últimas filas. Como curiosidad, los dos asientos laterales de la segunda fila incorporan asientos elevables para niños, lo que supone una solución excelente para el transporte de los más pequeños.
En un interior muy bien organizado, con una muy buena apariencia y materiales de calidad muy mullidos al tacto, la consola central ostenta todo el protagonismo, enmarcada con una moldura cromada continuada con molduras en plata satinada que alcanza casi hasta las puertas, en la que encontramos todos los sistemas tecnológicos básicos como el climatizador integrado con el sistema de audio, que presenta una nueva pantalla táctil de nada menos que 8,4” en las versiones altas de gama desde la que utilizar el bluetooth, el sistema de audio con cantidad de conexiones para fuentes externas y, ahora, el navegador. El volante también presenta un aspecto muy moderno, de aspecto común con el de Jeep y Lancia, con cantidad de mandos en el volante para manejar el control de velocidad, el ordenador de viaje o el sistema de audio y telefonía.
Tracción total con 170 cv y cambio automático
Al incorporar el sistema AWD de tracción total electrónico, tiene que ir asociado obligatoriamente al motor diésel más potente de la gama, un 2.0 Multijet de segunda generación que entrega 170 cv y un par máximo de 350 Nm desde sólo 1.750 rpm y va a su vez asociado al cambio automático de 6 velocidades, resultando mucho más cómodo que con el cambio manual. Se une así a la versión con el mismo motor de 140 cv, tracción simple y cambio manual. Al venir de la mano de Fiat, los consumos y las emisiones están muy optimizados, consiguiendo en cifras homologadas 7,3 litros a los 100 km en ciclo combinado y unas emisiones de 194 gr/km de CO<sub>2</sub>. Las prestaciones tampoco se ven demasiado penalizadas por el extra de peso de la tracción total, puesto que alcanza los 184 km/h y acelera hasta 100 km desde parado en sólo 11,1 segundos.
Al incorporar el sistema AWD de tracción total electrónico, tiene que ir asociado obligatoriamente al motor diésel más potente de la gama, un 2.0 Multijet de segunda generación que entrega 170 cv y un par máximo de 350 Nm desde sólo 1.750 rpm y va a su vez asociado al cambio automático de 6 velocidades, resultando mucho más cómodo que con el cambio manual. Se une así a la versión con el mismo motor de 140 cv, tracción simple y cambio manual. Al venir de la mano de Fiat, los consumos y las emisiones están muy optimizados, consiguiendo en cifras homologadas 7,3 litros a los 100 km en ciclo combinado y unas emisiones de 194 gr/km de CO<sub>2</sub>. Las prestaciones tampoco se ven demasiado penalizadas por el extra de peso de la tracción total, puesto que alcanza los 184 km/h y acelera hasta 100 km desde parado en sólo 11,1 segundos.
La seguridad como en todo coche familiar es una premisa imprescindible, y como no puede ser de otra manera el Freemont ofrece la máxima calificación de EuroNCAP con 5 estrellas. Esto se logra mediante una carrocería reforzada y cantidad de sistemas electrónicos de seguridad activa y pasiva que minimizan las posibilidades de tener un accidente o los daños ocasionados por el mismo. De serie lleva ABS, 6 airbags, control de estabilidad ESP, con control de tracción, asistente de arranque en pendientes Hill Holder y sistema antivuelco ERM, control de presión de neumáticos TPMS, así como un sistema inteligente de control de remolque TSC, entre los sistemas de serie más destacados. Estos trabajan conjuntamente con un sistema de tracción total electrónico que detecta pérdidas de tracción en el eje delantero y puede transferir hasta el 50% de la tracción al eje trasero. En condiciones normales, y para reducir la cifra de consumo, la tracción es 100% delantera.
Con todos estos estándares de seguridad y un chasis puesto a punto al gusto europeo de la mano de Fiat, el placer de conducción es excelente. La dirección presenta un tacto muy directo, otorgándole una gran agilidad, mientras las suspensiones están totalmente recalibradas para conseguir el mejor compromiso entre confort y estabilidad, mediante la modificación de las geometrías, el refuerzo de las uniones de la suspensión y el endurecimiento de los muelles y amortiguadores. Todo esto, junto una insonorización optimizada, mejora notablemente el confort dinámico y minimiza las vibraciones y la rumorosidad de rodadura percibida en el interior.