A fondo
-Puesto de conducción muy confortable
-Prestaciones y consumo
-Capacidad de carga-Ergonomía y plásticos duros
-Tacto duro del cambio
-Abatimiento de asientos traserosDesde otoño del año pasado, el equilibrado compacto Fiat Bravo se aprovecha de uno de los motores más exitosos de la casa italiana, a la postre nombrado Motor del Año 2010, que no es otro que el bloque gasolina de 1.4 litros con tecnología Multiair sobrealimentado por turbo y asociado al sistema Star & Stop que rinde unos agradecidos 140 cv de potencia. Sustituyendo al anterior T-Jet de 120 cv, el nuevo Bravo además añade valores de calidad, como una sensible mejora en el equipamiento final y un pequeño repaso de fino pincel sobre su carrocería. Se puede ligar a dos niveles de acabado, Dynamic (20.250 ) o Emotion (21.950 ).
-Prestaciones y consumo
-Capacidad de carga-Ergonomía y plásticos duros
-Tacto duro del cambio
-Abatimiento de asientos traserosDesde otoño del año pasado, el equilibrado compacto Fiat Bravo se aprovecha de uno de los motores más exitosos de la casa italiana, a la postre nombrado Motor del Año 2010, que no es otro que el bloque gasolina de 1.4 litros con tecnología Multiair sobrealimentado por turbo y asociado al sistema Star & Stop que rinde unos agradecidos 140 cv de potencia. Sustituyendo al anterior T-Jet de 120 cv, el nuevo Bravo además añade valores de calidad, como una sensible mejora en el equipamiento final y un pequeño repaso de fino pincel sobre su carrocería. Se puede ligar a dos niveles de acabado, Dynamic (20.250 ) o Emotion (21.950 ).
a favorPuesto de conducción muy confortablePrestaciones y consumoCapacidad de cargaen contraErgonomía y plásticos durosTacto duro del cambioAbatimiento de asientos traseros
La marca italiana lleva años intentando posicionar este Bravo en el segmento C en medio de una competencia voraz, donde los Opel Astra, Ford Focus, Volkswagen Golf, Seat León, Citroën C4 o Peugeot 308 son los modelos más demandados, consolidados y con un rango de fidelidad entre sus clientes mucho más elevado que el modelo italiano, por el que Fiat se rasga las vestiduras dotándole ahora de un refinamiento y rendimiento mecánico extraordinarios. En comparación con sus dos hermanos de grupo, su precio es notablemente inferior; el Alfa Giulietta Multiair 170 cv cuesta 25.340 y el Lancia Delta tiene un precio de partida de 24.390 .Más cerca de los grandes de la categoría
Estéticamente, no es el coche más llamativo del mercado, con unos trazos muy suaves y armoniosos entre los que destacan la parilla cromada delantera, los faros delanteros (oscurecidos) y traseros redondeados o una marcada línea de cintura que se eleva hacia la zaga, alcanzando una luneta trasera notablemente inclinada que favorecen ciertos aires coupé. Con el acabado Emotion, el de nuestra unidad de prueba, el Bravo alcanza cierto nivel distintivo, con algunos detalles que la diferencian del resto, como el perfil cromado de las ventanillas a juego con los tiradores de las puertas.
‘El interior es mejorable, aunque en términos globales la calidad percibida es mucho mayor’Por dentro, tampoco es el coche que más brille del segmento. A la vista destaca más que al tacto, ya que abunda el plástico duro en la zona superior del salpicadero y en los paneles de las puertas. La botonería es agradable y se encuentra bastante a mano del conductor, incluidos los mandos multifunción del volante. La zona de la consola central está recubierta por un plástico blando que dota a nuestro Bravo de una mayor calidad global. En la zona superior de aquella se encuentra una pantalla a color, donde se refleja toda la información de la Radio CD-MP3 o el navegador, entre otros elementos. Más abajo, algo a desmano del conductor, está la zona de climatización.El interior es mejorable, aunque en términos globales la calidad percibida es mucho mayor
La habitabilidad es la correcta en este tipo de vehículos. Nos sentamos ante volante y lo primero que vemos son unos relojes de instrumentalización modernos y deportivos, y para nuestra sorpresa, a diferencia de muchos de sus rivales, la visibilidad trasera es bastante aceptable gracias a unos pilares C más bien estrechos. Los asientos delanteros son mullidos en busca de un importante confort, sin embargo a la hora de sujetar nuestro cuerpo no pasan la prueba, ya que no hay rastro de jorobas laterales, lo que hace que en cualquier curva nos desplace hacia los lados. Las plazas traseras son justas, más de anchura que de altura, lo que impide, por espacio, ergonomía y la posición del túnel de transmisión, que un tercer pasajero viaje cómodamente, sobre todo, en largos trayectos. Sale, sin embargo, muy favorecido por su cofre de maletero, con una capacidad de 400 litros (ampliables a 1.175 litros con los asientos traseros recogidos), una de las mejores cotas de la categoría, con una boca de carga muy amplia y con forma muy rectangular. Lo malo es que su plano de carga queda muy abajo respecto a la apertura del portón, dificultando la colocación de objetos más voluminosos, y que el abatimiento de los asientos traseros sólo se puede realizar si los delanteros están en su posición más adelantada, y en ningún caso se logra una superficie totalmente plana.
Con el acabado Emotion, el más alto de la gama, disponemos de una dotación de serie con elementos que se ajusta al precio que hemos pagado por él. A unas llantas de aleación ligera de 16 pulgadas, se suman componentes de confort, tipo climatizador dual; de seguridad, ESP, ABS o hasta airbag de rodilla; o de asistencia a la conducción, sensores de aparcamiento delantero y trasero, luces y limpiaparabrisas automáticas y control de crucero. Como principales opciones tenemos el techo solar doble, el navegador, los faros de xenón (que iluminan mucho y muy bien) y el sistema de conectividad Blue&Me, los tres últimos presentes en nuestra unidad de pruebas.
El motor gasolina turboalimentado de 1.4 litros de inyección directa y 140 cv, basado en la tecnología Power Fiat Powertrain, motorizaciones que cuentan con control del aire mediante válvulas de admisión, reduciendo en relación a un motor convencional del mismo tamaño las emisiones de CO2 en un 16% (132 g/km) y mejorando la potencia y el par motor en un 12 y 15%, respectivamente, fue estrenado por el Alfa Mito. Ya entonces, el sabor de boca que nos dejó fue estupendo. Ahora, ofreciendo una velocidad punta de 204 km/h y acelerando de 0-100 en tan solo 8,9 segundos, gracias a un par máximo de 230 Nm a las 1.750 vueltas, podemos hablar de matrícula de honor entre las mecánicas downsizing. Asociado de serie a un cambio manual de un manejo no demasiado agradable tacto algo duro- y de seis velocidades la quinta y sobre todo la sexta, de recorrido bastante largo, para beneficiar un consumo mixto homologado que se fija en 5,7 l/100 km, 6,8 l/100 en nuestra prueba-, el Bravo es un coche ágil y rápido dentro de sus pretensiones.El motor es fantastico, tiene fuerza a bajas vueltas, ofrece buenas recuperaciones y gasta poco
‘La suspensión es más bien blanda, filtrando muy bien las irregularidades’Ya en marcha, notamos que conducimos un motor vivo, aprovechando la potencia del motor desde muy abajo del cuentarrevoluciones. En altas, el turbo pierde fuelle, siendo conveniente cambiar de marcha antes de llegar al corte de inyección. En aceleraciones fuertes el sonido del motor es muy agradable, con cierto toque racing que agrada. En una conducción más agresiva, si bien los frenos y el motor responden con bastante pulcritud, notamos como las suspensiones son excesivamente blandas, repercutiendo en los cambios de peso de la carrocería. En cambio, para la conducción más tranquila, el tarado de suspensiones filtra perfectamente las irregularidades, es muy cómoda, apoyándose en una dirección bastante asistida si activamos el modo City.La suspensión es más bien blanda, filtrando muy bien las irregularidades