Las lluvias suelen dejar miles de pesos en pérdidas, además de decenas de incidentes viales. Manejar bajo la lluvia no es tan sencillo como parece, por lo que debes tomar precauciones desde antes de que subas a tu vehículo.
Si cumples con ellas, para cuando se presente la necesidad de manejar en piso mojado o con lluvia, todo será más sencillo.
Revisa tus neumáticos
Lo único que mantiene al auto en contacto con el suelo es el neumático, por ello es importante el cuidado de las llantas. Revisa que mantengan el dibujo más de tres milímetros de profundidad. En realidad el dibujo no sirve para el agarre, sino como canales de desagüe.
En caso de lluvia y que tu auto pase por un charco, el dibujo evitará que se forme una capa de agua entre el piso y el neumático y el vehículo tenga “acuaplaneo”. Manejar bajo la lluvia requiere mucha concentración.
Para revisar que el neumático sea óptimo, puedes poner una moneda de un peso en la endidura, y su el aro externo (el plateado) queda ‘dentro’ de la llanta, es que tus neumáticos aún brindarán el desagüe necesario.
Verifica los frenos
Revisa el nivel del líquido de frenos al menos cada dos meses. Observa el estado de las balatas (las pastillas de frenos) cada 10 mil kilómetros. Si tus frenos son de disco, la revisión puede ser ocular. Los autos con tambores en las ruedas traseras (en lugar de discos) requieren una revisión constante. Ajústalos –al menos– cada seis meses.
El frenado bajo lluvia no es igual de efectivo que el de un día soleado. Si pasaste por alguna superficie inundada y tus frenos se mojaron debes secarlos. Disminuye la velocidad (deja de presionar el pedal del acelerador) y presiona el freno poco a poco, bombeando, hasta que las balatas se sequen. Sabrás que están secas cuando tengas un óptimo frenado.
Si al frenar tienes “acuaplaneo”, levanta el pie del freno para que la llanta pueda tener agarre de nuevo. Cuando recuperes el control, vuelve a frenar poco a poco.
También revisa la cantidad de gasolina porque si te quedas atascado el vehículo requerirá de toda la capacidad del tanque.
Mantén tu distancia
No te pegues lo habitual al auto de enfrente ya que los aceites que estén en el asfalto se mezclan con agua y dejan la superficie resbalosa. Evitar tener un alcance.
Verifica los limpaparabrisas
No esperes a que caiga una fuerte lluvia para darte cuenta que tus limpiaparabrisas están rotos. En la mayoría de los supermercados podrás encontrar unos que se adapten a tu auto. Insistimos, en temporada de lluvias es necesario extremar las precauciones para manejar bajo la lluvia.
Luces funcionales
Revisa que todas tus luces funcionen, de esa manera garantizas que en condiciones de lluvia, los automovilistas que van detrás puedan verte.
Si sigues estos consejos aumentarás tu seguridad y la de tu familia, verás que tus frenadas son más precisas y disminuirás el peligro de manejar en lluvia. Recuerda usar tu cinturón de seguridad y buen camino.