CONTACTO
Gracias al concesionario asturiano Citroën Valgisa, hemos podido probar el pequeño deportivo francés en las carreteras para las que ha sido diseñado, que no son otras que las reviradas carreteras de montaña, como las que adornan la geografía del Principado de Asturias. El pequeño deportivo nos esperaba con un aspecto totalmente radical, resaltando el contraste entre el color negro y el naranja de su pintura, y luciendo una estética 100% racing donde no faltan las piezas en fibra de carbono, como el spoiler y el difusor, o los llamativos vinilos decorativos.
Al acceder al habitáculo, nos sorprende un cockpit donde la estética bicolor que domina el exterior tiene su reflejo en un interior presidido por unos asientos deportivos, que tapizados en cuero, ofrecen un excelente agarre, y además resultan francamente cómodos. La postura de conducción es correcta, como el tacto de los mandos y del volante deportivo, y enseguida la atmósfera racing que impregna el vehículo nos contagia para introducir la llave e iniciar la marcha cuanto antes.
El motor es el mismo que lleva el DS3 1.6 TPH, de 155 CV, pero que en esta versión llega hasta los 202 CV de potencia. Este propulsor en su versión potenciada, ya lo pudimos probar en el Mini John Cooper Works, en su caso con 211 CV, pero con unos valores de aceleración y velocidad similares. Con los 202 CV que declara, el DS3 acelera de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos (lo mismo que el Mini JCW), y recorre los 1000 metros con salida desde parado en solo 26,5 segundos.
Ya en marcha, el pequeño deportivo se muestra más dócil de lo que esperábamos, fácil de llevar rápido por carreteras con buen firme y curvas rápidas, donde hace gala de una agilidad y una estabilidad excelentes. El poderoso motor le proporciona unas aceleraciones más que brillantes, aunque para sacarle todo el jugo debamos hacerlo girar en la zona alta del cuenta revoluciones, donde el propulsor nos brindará además un agradable sonido deportivo.
Si lo que queremos es buscarle las cosquillas en curvas cerradas, nos encontramos con un ESP a nuestro juicio demasiado intrusivo, que hace que el coche responda cortando potencia de inmediato en cuanto detecta una pérdida de tracción a la salida de una curva, lo cual no es difícil con la mecánica turbo de este modelo. Desactivando el ESP el comportamiento en conducción deportiva mejora, pero echamos en falta un autoblocante mecánico, o bien una simulación del mismo, como tiene por ejemplo su ‘primo’, el Mini JCW, con el que no podemos evitar compararlo. Los frenos del DS3 son excelentes, como la suspensión, que sin llegar a ser tan dura con en el Mini, cumple su cometido a la perfección no resultando incómoda en ningún momento.
El DS3 nos ha parecido en esta primera prueba de contacto, un coche muy rápido y exclusivo, un verdadero imán para las miradas, poco aconsejable si lo que nos gusta es pasar desapercibidos. Sin perder de vista que por su comodidad, sobre teniendo en cuenta que se trata de un modelo deportivo, y su consumo contenido en circulación normal, hacen que pueda ser también un modelo apto para el día a día, y los desplazamientos urbanos e interurbanos.
Disponible por 29.990 , a España solo llegaran 60 de las 2000 unidades que se van a fabricar para todo el mundo, lo que a buen seguro, convertirá al DS3 Racing en un vehículo aún más exclusivo.