Un coche, un sentimiento
El sentimiento de pertenencia, de sentirse representado por algo que uno tiene, cada vez es más común en el mundo de la automoción. El segmento de berlinas medianas, terreno acotado para las marcas Premium hasta hace un tiempo, es a día de hoy vanguardia tecnológica, confortable comportamiento dinámico– el nuevo frente donde los fabricantes se miden en duelo. Y es que no ha espacio para el error. La distancia entre unos y otros es tan estrecha que se traduce en unas cifras de ventas muy ajustadas. Todas las marcas generalistas, antes paradigma de la practicidad, ahora de la innovación, dirigen ya sus propuestas más atrevidas en esta categoría. Profundamente renovadas en el último año y dejando de lado a los justamente cotizados BMW Serie 3 y Audi A4, cuatro personalidades Opel Insignia, VW Passat, Ford Mondeo y Citroën C5- se retan aquí a nivel de imagen, habitabilidad, equipamiento y comportamiento.
Dejando fuera de la comparativa al correcto Seat Exeo, derivado de la plataforma de la anterior generación del Audi A4, los rivales aquí comparados bordean la frontera Premium. Es el exuberante Opel Insignia, que sustituye al Vectra, el que a nuestro juicio escala más posiciones en este ranking, con el espacioso, imponente y bien acabado Ford Mondeo qué nivel tienen las últimas novedades de Ford-, el impoluto y devorador de kilómetros Citroën C5 y el prestigioso y habitable VW Passat a su rebufo. En modelos tan pesados, de eslora infinita y distancia entre ejes tan notable, los motores turbodiésel son los que se llevan la palma, capaces de ofrecer una gran respuesta a bajas revoluciones y con una pisada en vías rápidas fuera de toda duda. Todo, con un consumo que se puede calificar de excelente.
Insistimos en que hemos podido pecar de rácanos en esta comparativa, dejando fuera a modelos de relumbrón, véase el Mazda 6, pero es que a este nivel la igualdad es tan marcada, que cuesta inclinar la balanza de un lado u otro. Y es que entre las berlinas medias generalistas los matices y los gustos personales marcan la elección del cliente. Modernos y sofisticados, todos los modelos iluminados por el foco Autocity se juegan el todo o nada en las distancias cortas, en los pequeños detalles. El VW Passat 2.0 TDI 110 cv DPF Edition Plus (25.630 euros), Ford Mondeo 1.8 TDCi 125 Econetic (25.560 euros), Citroën C5 1.6 HDi FAP Millenium (24.640 euros) y Opel Insignia 2.0 CDTI 110 cv Edition (24.860 euros), listos para la comparativa que realizamos en las siguientes páginas de este reportaje.
Imagen, habitabilidad y equipamiento
La imagen del Mondeo, C5 y, sobre todo, Insignia, es más afilada, rasgada y, por lo tanto, dinámica que la del Passat. Sus trazos se acercan más a la deportividad que los de la tímida y sobria berlina de VW. Nos cautiva la elegancia del Insignia, que nada tiene que ver con su antecesor, el Vectra, más cuadrado que un dado de parchís. El modelo que ha servido para reflotar Opel describe una línea coupé en la que resaltan sus ópticas en forma de ala, una pincelada que le otorgan un guiño Premium. El interior del Insignia sugiere una gran amplitud y distinción, con un salpicadero panorámico alado, ADN del coche, con detalles muy refinados y distinguidos de coches de alta gama. También los materiales del interior han mejorado notablemente respecto al Vectra, sobre todo en la consola central, con un tacto suave y agradable que refina el conjunto. Su habitabilidad es correcta, más para cuatro que para cinco pasajeros, con un maletero que presenta una capacidad de 500 litros.
528 litros de maletero son los que ofrece el renovadísimo, amplio y atrevido Ford Mondeo. De un coche más voluminoso y discreto, pasamos a una berlina más racial, con un diseño robusto, gracias al concepto kinetic design, que reparte con corrección los elementos cromados a lo largo de la carrocería y brilla por unos faros delanteros con forma de lágrima. El Mondeo, junto al Passat, es el único de los cuatro que en las versiones aquí comparadas ofrece llantas de 16 (17, el resto). Por dentro, confort y seguridad son los principales argumentos del Ford Mondeo. El diseño del salpicadero, aunque mejorado con respecto al modelo anterior, sigue siendo algo frío.
Por su parte, el Citroën C5 es el que se que más limitado se queda de maletero (439 litros), con una longitud de 4,780 metros, una anchura de 1,860 metros y una distancia entre ejes de 2,815 metros, unas cotas suficientes para catalogarlo como una berlina de tronío, que dio el pistoletazo de salida a la nueva era Citroën. Presenta una fuerte personalidad desconocida en anteriores generaciones, con unos hombros muy pronunciados, unos amplios pasos de rueda y unos inmensos grupos ópticos que el imprimen un aire familiar. En el frontal los dos inmensos chevrones cromados de la marca conforman la parrilla de ventilación, mientras que en la zaga destacan las nuevas ópticas de forma rectangular y la luneta panorámica cóncava heredada del C6. Para cerrar el círculo, un pequeño voladizo delantero y otro trasero. Con un claro estilo aeronáutico presenta un nuevo cuadro de mandos panorámico hacia el conductor, que como en el C4, goza de un volante con todos los mandos centrales fijos. El salpicadero es totalmente asimétrico y de trazos suaves y elegantes, que enmarca la pantalla del navegador y del ordenador de abordo en su centro. La consola central, donde se ubican todos los mandos electrónicos, es intuitiva. El tacto gomoso y suave de los plásticos es excelente, gracias a un elaborado recubrimiento de silicona, mientras que los detalles en color cromado en los acabados superiores son de aluminio cepillado.
Al estilo de las mejores berlinas, el Passat de sexta generación presenta una carrocería de dimensiones mucho más amplias que sus antecesores, como una creación a escala de la superberlina Phaeton. Su diseño es ahora más agresivo, con una línea de cintura que se eleva enormemente hacia la zona trasera, con forma de cuña. También ha ganado notablemente en la sensación de amplitud y lujo (4.765 mm de longitud y una anchura de 1.820 mm, líder del segmento). Todo para ofrecer un maletero de ¡565 litros de capacidad! El superlativo nivel de vida a bordo y confortabilidad de los pasajeros le colocan por delante de sus rivales de esta comparativa, disponiendo de un amplio espacio para las piernas y pudiendo albergar cómodamente a cinco pasajeros.
A nivel de seguridad, los cuatro modelos están bastante igualados, destacando que el sistema de ayuda de arranque en pendiente es de serie en el Passat y C5, no está disponible en el Mondeo y se paga (220 euros) en el Insignia. Tampoco la berlina de Ford dispone de airbags laterales para las plazas traseras, mientras que en los otros tres contrincantes hay que desembolsar unas cantidades que oscilan entre los 300 y 475 euros. La berlina estadounidense tampoco ofrece de serie (craso error) el encendido automático de luces, por el que hay que pagar otros 175 euros sobre el precio base. Mientras que las luces antiniebla delanteras únicamente se pagan en el Insignia: 175 euros. En cuanto a equipamiento, la unidad de la firma del rayo es la única que no tiene climatizador bizona. Para incluir el sensor de lluvia en la berlina de Opel hay que pagar 200 euros, por los 175 euros que vale en el Mondeo. Pierden terreno Opel y Ford en cuanto a la desestimación del volante de cuero en sus respectivos modelos. Por otra parte, el Citroën C5 es el único de los tres en el que el asiento del conductor eléctrico no es de serie, es más, no está disponible.
Prestaciones y comportamiento
Los 125 cv del motor 1.8 turbodiésel del Ford Mondeo son realmente útiles. Y es que la berlina estadounidense no tiene parangón en esta comparativa, si de prestaciones hablamos: 203 km/h de velocidad punta, 10,7 segundos de 0-100 km/h, un par máximo de 340 Nm, y todo, con las emisiones de CO2 (139 g/km) y consumo de combustible combinado (5,3 l/100 km) más bajos de los cuatro modelos. Este Mondeo se presenta con una caja de cambios manual de cinco velocidades (como el resto, salvo el Insignia, manual de seis velocidades) y es el más indicado para andar por vías rápidas, el más cercano a un comportamiento deportivo. Con la mayor batalla y anchura de vías, el Ford Mondeo avanza sin fisuras, con aplomo, sin inmutarse. Sus apoyos son excelentes, gracias a un chasis sobresaliente. No es tan cómodo de suspensiones como por ejemplo el Citroën C5, que gana la partida al Mondeo a nivel de insonorización.
Y es que la berlina francesa, un 1.6 litros de 109 cv y un par máximo de 260 Nm, utiliza la plataforma perfecta si lo que queremos es emprender marchas prolongadas. Es el paradigma del aislamiento y la comodidad. A bordo apenas se nota el trabajo del motor, la insonorización es extraordinaria. Es suave. Al igual que su hermano mayor, el C6, este C5 parece un barco, viajas flotando sobre el asfalto, debido a la suspensión neumática híbrida. Estas características hacen del C5 un coche pesado y aparatoso, que no brilla cuando de lo que se trata es de enlazar una curva con otra. Su consumo medio es de 5,6 l/100 km y sus emisiones de CO2 se fijan en 149 g/km.
Con gran pisada y muy baja sonoridad, el Opel Insignia, que es el más grande (4.830 mm de longitud) y pesado (1.613 kilos), se puede calificar como coche ágil, incluso rápido en los cambios de peso, de apoyo. Acelera de 0-100 km/h en 12,1 segundos y su velocidad máxima es de 190 km/h, en un motor 2.0 turbodiésel de 110 cv que es el que más nivel de CO2 emite: 154 g/km (también su consumo combinado es el más elevado: 5,8 l/100 km). Sin torpezas y, una vez más, con la mejor frenada del segmento, el Insignia no termina de convencer en el tacto de su dirección.
Una obra de arte es el trabajo realizado por los ingenieros del grupo VW en el chasis del Passat, al que cuesta sacarle alguna pega en su comportamiento dinámico. Seguramente no es el mejor en ningún apartado, pero es redondo, funcional, a todos los niveles, con un motor TDI 2.0 que vuelve a ser la envidia de todos. Equilibrado de suspensiones, con una carrocería enormemente compacta, el Passat está bien aislado y es cómodo de conducir, sobre todo, en autovías, donde el sonido de rodamiento no es perceptible por los pasajeros. Con la menor batalla y anchura de vías de la comparativa, la dirección del Passat es la más eficaz. Sus prestaciones son las de una unidad noble, con 110 cv de potencia, 250 Nm de par máximo, 192 km/h de velocidad máxima, y con un consumo mixto realmente bajo: 5,5 l/100 km.