La marca francesa inicia una nueva etapa, en la que los descuentos dejarán de ser su principal atractivo para mantener sus ventas. Citroën apuesta por la satisfacción total de sus futuros compradores, y para ello seduce con un revolucionario modelo que rompe con todo para alzarse con una parte importante del mercado de las berlinas de gama media-alta.
Para conseguir tal ambiente de calidad la marca del doble chevron no ha dudado en utilizar toda su artillería, presente ya en su buque insignia C6. El nuevo hermano menor de la berlina de lujo gala se aprovecha de la plataforma, la mecánica y la electrónica de este modelo.
El nuevo C5 seduce a primera vista con unas líneas más contenidas -sin estridencias- respecto a lo que acostumbra Citroën, pero sin perder su carácter. Un claro ejercicio de diseño con una silueta fluida que desprende dinamismo, elegancia y modernidad gracias a sus medidas –4.780 mm de largo, 1.860 de ancho y 1.450 mm de alto- y a una línea de cintura elevada de influencia coupé que recuerda a alguno de sus rivales –Ford Mondeo, Mazda 6, Renault Laguna o Volkswagen Passat entre otros-. Todo se completa con una anchura de vías que pega el conjunto al asfalto ayudado por la imagen firme y robusta de la trasera, que tiene como seña de identidad la luna cóncava, herencia del C6.
El interior es espacioso y luminoso, donde predominan materiales de gran calidad y buen ajuste. El diseño del salpicadero y la consola central continúa el carácter de la imagen exterior y confirma el salto cualitativo del nuevo C5, más premium que su antecesor.
Las motorizaciones disponibles serán cuatro diésel con filtro de partículas de serie –HDi de 110 cv, 138, 173 y V6 208 cv– y tres de gasolina –1.8i 16v de 127 cv, 2.0i 16v de 143 y 3.0i V6 que desarrolla 215 cv de potencia-, con cambio automático opcional según versiones, y asociadas a dos tipos de suspensiones: metálica e Hidractiva 3 Plus. Esta última se regula según el firme y el tipo de conducción que se realice.
Entre el equipo de serie están todos los sistemas de seguridad activa y pasiva -hasta nueve airbags– y todo el equipamiento de confort imaginable en el segmento como el control de velocidad, los faros adaptativos, además de diversas mejoras para conseguir un confort acústico de alto nivel.