El C4 Cactus se producirá en la planta de Villaverde (Madrid), y en él depositan todas sus esperanzas los responsables de Citroën España para salvar una fábrica de las consideradas “terminales”, las que se encargan de la producción de vehículos en sus últimos años de vida comercial y/o mercados residuales. La fabricación en exclusiva mundial de un vehículo con un concepto tan singular y arriesgado como el C4 Cactus es un todo o nada para PSA-Villaverde, cuya misión será aunar en un mismo cuerpo lo práctico con lo estético.
La última novedad de Citroën está basada en una plataforma B, la misma que utilizan los C3 y C-Elysée, con una distancia entre ejes de 2,60 metros, un dato idéntico al C4, el compacto de la casa, y sus voladizos han sido recortados al máximo. Es como si las cuatro ruedas estuviesen colocadas en las cuatro esquinas del coche. De esta manera se ha conseguido optimizar el espacio del habitáculo y maletero, que destacan por unas plazas traseras muy generosas a nivel de rodillas y un cofre de 358 litros, características propias de un turismo del segmento C (por ejemplo el DS4, el compacto premium de Citroën, cubica 385 l).Para aprovechar al máximo el espacio interior se han acortado los voladizos
Además, la figura exterior del C4 Cactus aporta músculo y aplomo, y eso que apenas mide 4,16 metros de longitud, 17 centímetros más corto que el C4 y 12 centímetros más largo que el C3. Sin embargo, su rebajada altura (1,48 m, sin contar las barras del techo), una anchura notable (1,73 m, tan solo 7 cm. menos que el C4) y unas ruedas que pueden ser bastante grandes (llantas de hasta 17 pulgadas en acabados intermedios y altos) le confieren una presencia más que aparente.
En este posicionamiento intermedio, la potencia de sus motores (gasolina de 82 cv y diésel de 92 y 100 cv, y para otoño un gasolina de 110 cv), su horquilla de precios (de 14.750 a 20.450 euros) y por supuesto la ausencia de versiones con tracción total, colocan al C4 Cactus como una alternativa a otros modelos franceses como el Peugeot 2008 o Renault Captur, quedando los Chevrolet Trax y Opel Mokka como opciones más sofisticadas y costosas.
Respecto a todos estos, el C4 Cactus ofrece algunos elementos diferenciadores que lo hacen un crossover atrevido y con personalidad. Es difícil perder de vista los novedosos Airbump, las protecciones flexibles de poliuretano que encierran aire encapsulado tanto en los paragolpes delanteros y trasero como en las puertas laterales, zonas sensibles a pequeños impactos o roces en maniobras de aparcamiento. Están disponibles en cuatro colores (Negro, Gris, Duna y Cholocate) y se pueden combinar con los diez colores disponibles para la carrocería (el de nuestra unidad de prueba corresponde al Yellow Hello) y los tres acabados interiores (Armonía Interior Gris, Armonía Interior Habana y Armonía Interior Purple). Según Citroën, estos Airbump ‘no necesitan un mantenimiento específico y contribuyen a acentuar el diseño reconocible del coche‘.
A pesar de su concepción de vehículo económico, ligero y sencillo, el C4 Cactus puede redondear su imagen exterior con elementos opcionales de mayor sofisticación como el techo ‘Glass Roof’, una generosa superficie acristalada de alta protección térmica, y las barras de techo combinadas en el mismo color que las carcasas de los retrovisores exteriores.Coneptualmente es un coche económico y práctico, pero existen equipamientos que ‘engordan’ su figura
Por dentro, es un coche con unos acabados correctos y casi totalmente cubierto por plásticos duros. Destacan unos asientos de un mullido muy blando sobre los que casi te hundes, inspirados en la estética de un sofá, y que en las versiones automáticas las plazas delanteras están unidas entre sí estilo banqueta. Además, el airbag del acompañante va situado en el techo (‘Airbag in Roof’) lo que ofrece una ganancia de espacio y la posibilidad de configurar una guantera (‘Top Box’) que es de los pocos huecos que quedan cubiertos. Por otra parte, la minimalista instrumentación es completamente digital, quedando reducida a un velocímetro numérico frente al conductor y a una pantalla a color y digital de 7′, idéntica a la que utilizan los C4 Picasso y Peugeot 308.
El C4 Cactus estará disponible con cuatro niveles de acabado, Live, Feel, Shine y Business, más dos series especiales, Feel Cool y Feel Fine, a las que se sumarán cuatro ediciones de lanzamiento, Feel Edition Silver, Feel Edition Hello, Shine Edition Monilight y Shine Edition Urban. Desde el escalón más básico, el modelo fabricado en Villaverde incluye ESP, ayuda de arranque en pendiente Hill Assist, 6 airbags, luces diurnas de LED, regulador de velocidad, limpiaparabrisas ‘Magic wash’ (boquillas más efectivas), la pantalla de 7′, la guantera ‘Top Box’, o elevalunas delanteros eléctricos. Con el segundo nivel Feel se incluye el aire acondicionado y las barras del techo, y para los acabados superiores quedan la climatización, el navegador, o la cámara de visión trasera con sensores de parking posteriores.El interior es sencillo, con unos asientos muy blandos, y una instrumentación íntegramente digital
La paleta de motores que actualmente está disponible se reduce al motor gasolina de tres cilindros atmosférico VTi de 82 cv y a los diésel e-HDi de 92 cv y el más moderno BlueHDi de 100 cv. Éste siempre va asociado a un cambio manual de cinco velocidades y el de 92 cv a una transmisión manual pilotada ETG6 de seis relaciones, mientras que el gasolina puede montarse con una caja manual o manual pilotada ambas de cinco relaciones. Para el último trimestre del año llegará una cuarta mecánica, el gasolina PureTech (también de tres cilindros) con turbocompresor de 110 cv y cinco velocidades.A partir de otoño llegará el motor gasolina de tres cilindros y turbo de 110 cv
A LOS MANDOS
Dinámicamente, el C4 Cactus se mueve con soltura. Un peso reducido en 200 kg respecto a un C4, unas vías ensanchadas en relación a los C3 y C-Elysée y un centro de gravedad relativamente bajo, le confiere un aplomo suficiente para salir a carretera. La insonorización mecánica es mejorable, sobre todo con el motor tricilíndrico de 110 cv, y la de rodadura, también. La potencia de las mecánicas probadas es aceptable para realizar viajes con cuatro personas y equipaje, aunque el cambio manual pilotado no es el mejor socio para efectuar transiciones rápidas entre marcha y marcha. Como buen Citroën, la suspensión tiene una capacidad de absorción muy elevada sobre cualquier tipo de asfalto, aunque la dirección eléctrica peca de poco informativa. Cualidades éstas que en ciudad, junto a sus dimensiones compactas, una posición de conducción ligeramente elevada y una superficie acristalada generosa, lo transforman en un buen urbanita.
Dinámicamente, el C4 Cactus se mueve con soltura. Un peso reducido en 200 kg respecto a un C4, unas vías ensanchadas en relación a los C3 y C-Elysée y un centro de gravedad relativamente bajo, le confiere un aplomo suficiente para salir a carretera. La insonorización mecánica es mejorable, sobre todo con el motor tricilíndrico de 110 cv, y la de rodadura, también. La potencia de las mecánicas probadas es aceptable para realizar viajes con cuatro personas y equipaje, aunque el cambio manual pilotado no es el mejor socio para efectuar transiciones rápidas entre marcha y marcha. Como buen Citroën, la suspensión tiene una capacidad de absorción muy elevada sobre cualquier tipo de asfalto, aunque la dirección eléctrica peca de poco informativa. Cualidades éstas que en ciudad, junto a sus dimensiones compactas, una posición de conducción ligeramente elevada y una superficie acristalada generosa, lo transforman en un buen urbanita.