Valores de calidad y refinamiento
El esfuerzo que Citroën, coincidiendo con sus 100 años de existencia, está realizando en todos los productos de su amplia gama, lo corrobora el utilitario de cinco puertas de la marca, el C3, con unos valores de diseño y calidad completamente renovados, para definir una silueta mucho más atractiva, un habitáculo más refinado, espacioso y luminoso y una mecánica en nuestro caso un 1.6 HDI de 90 cv– que vuelve a brillar por su mínimo gasto de combustible en relación a unas prestaciones más que suficientes para desenvolverse por ciudad y vías rápidas. Esta imagen más vanguardista y moderna del C3 viene de la mano de innovaciones tipo luneta panorámica Zenith, macerando una unidad glamurosa y sofisticada que tendrá mucho que decir en el mercado. Y si no, tiempo al tiempo.
a favorLíneas vanguardistasInterior de calidadMecánica refinadaen contraRuidoso al ralentEscasa luz de los plafonesPlazas traseras
Los cánones de belleza en los que se sustenta el C3, poco o nada tienen que ver con el pasado. Se trata de un diseño distintivo, atractivo y que repercute en una aerodinámica con formas mucho más redondeada. Recuerda a un Concept Car. Por dentro, el ambiente que se respira también es mucho más exclusivo. Esta resurrección de Citroën en el segmento B coincide con la guerra abierta que las marcas generalistas mantienen en dicho segmento, donde los restyling o profundas renovaciones se suceden a ritmo vertiginoso. Modelos del calibre del Seat Ibiza, Ford Fiesta, VW Polo, Opel Corsa o Fiat Punto, todos ellos clásicos entre los superventas en España, se han optimizado con el fin de captar una clientela hambrienta de coches eficientes, económicos y seductores dentro de sus limitadas carrocerías. Y en esa coyuntura, el nuevo C3 se abre su propio espacio desde febrero de este año, con sus formas de gran calidad que imprimen un salto de categoría incontestable.
A igualdad de acabado y equipamiento, el precio de este C3 ha aumentado en unos 200 euros si lo comparamos con la versión a la que sucede. Su tamaño ha aumentado a lo largo (10 cm) y a lo ancho (7 cm) pero sigue siendo bastante contenido, por debajo de los cuatro metros de longitud (3,94 m; y 1,73 de ancho y 1,52 de alto), dentro de un segmento, el de los utilitarios, en el que los coches cada vez resultan más corpulentos. De este aumento en las cotas se ha beneficiado el maletero, con una capacidad de 300 litros, gracias, seguramente al buen aprovechamiento del espacio interior, con un salpicadero sobreelevado y unos respaldos de los asientos ocho cm más estrechos. Y es que la habitabilidad era una de las grandes preocupaciones de los ingenieros de Citroën, que han mantenido la silueta ovalada del techo, con el objetivo de dar espacio a los ocupantes de las plazas traseras. La atención por los pequeños detalles, su exclusivo diseño y una mecánica optimizada juegan a favor del nuevo C3.
Un producto con personalidad propia. Los diseñadores de este C3 estaban ansiosos de que su nueva joya gustase. Pues lo han logrado, y manteniendo el ADN del coche que nació allá por 2002: su techo redondeado. A partir de éste, todo se ha pulido, con unos retrovisores muy deportivos incrustados justamente por debajo de una línea de cintura más elevada, acotando el marco de las puertas con una franja cromada para alcanzar una fastuosa zaga, de grupos ópticos poderosos con forma de F que invaden la zona central del portón trasero, donde los dos chevrones presiden una panorámica en la que una tira cromada por encima del voladizo inferior del maletero resalta su diseño. La imagen frontal también es mucho más robusta, con unos pasos de rueda abombados que albergan llantas de nuevo cuño, unos grandes faros rasgados, los dos nuevos chevrones y una gran apertura de refrigeración en el paragolpes. Así se cierra el círculo de este C3, que aporta globalmente casi la misma exclusividad que su hermano el pudiente: el DS3.
Producido en las fábricas francesas de Aulnay y Poissy, este C3 Exclusive (18.100 euros, aunque con un descuento promocional se queda en 16.100 euros) llama la atención por su luneta panorámica Zenith, la cual funciona como un parabrisas gigante que se desplaza manualmente desde la zona de los plafones del techo (por cierto, que iluminan más bien poco) hasta bien superado la mitad del habitáculo, ofreciendo un ángulo de visibilidad que oscila entre los 28º y 108º. Es opcional, aunque con el acabado Exclusive viene incluido en el precio de base. Esta es una de las soluciones técnicas que inspiran mayor sofisticación al C3, pero no es la única. Así, un sistema de audio de alta calidad Hifi System, con conexión bluetooth, además del navegador MyWay, de altas prestaciones y con una pantalla a color de 8, aumentan su exclusividad.
Cuando nos introducimos en el habitáculo del C3 la primera conclusión que obtenemos es que es un coche sumamente habitable, con un refinamiento y calidad de materiales que le acercan a modelos Premium. Son muy agradables los detalles cromados que se extienden por el volante deportivo, la zona del cambio y los paneles de las puertas. Así como un salpicadero rectilíneo, sobreelevado para permitir un mayor espacio a los pasajeros delanteros y con una moldura en aluminio cepillado que aporta gran elegancia. Entre todos estos detalles emerge una consola central en tonos mate tremendamente ergonómica y moderna, con plásticos de alta calidad, y protegida por una visera que protege tres relojes, dos analógicos y uno digital, colocados en perspectiva. Los grandes asientos de cuero llaman notablemente la atención por su calidad, buena apariencia y nivel de lujo.
Con el segmento B al completo -C3, C3 Picasso, DS3 y C1-, Citroën se ha marcado el objetivo mundial de conseguir una cuota de mercado del 10% del segmento en el año 2012. La meta no es sencilla, pero en el caso del C3 se ha resuelto con cierta pulcritud uno de sus lastres tradicionales: la habitabilidad. Seguimos creyendo que las plazas traseras quedan algo limitadas en comparación con alguno de sus rivales, pero para sus ajustadas dimensiones dos pasajeros de tamaño grande pueden viajar cómodamente en ellas, gracias a su notable altura. Delante se ganan ocho centímetros de longitud para las piernas debido a la hendidura en el salpicadero, mientras detrás disfrutan de tres centímetros más para las piernas por la delgadez de los asientos delanteros. Todo este confort se completa con cantidad de huecos portaobjetos para dejar llaves, teléfonos, tarjetas, libretas…
A nivel mecánico, se han optimizado todos los motores, tanto diésel como gasolina, produciendo mecánicas más limpias y ecológicas. Aspecto en el que el grupo PSA (Citroën y Peugeot) es líder indiscutible. Nuestra unidad equipaba el 1.6 HDI de 90 cv a las 4.000 rpm, con unas emisiones de CO2 de 99 g/CO2, gracias al filtro de partículas que cumple con la normativa Euro5. Es un motor que no es nuevo en el C3, que en esta nueva generación destaca por su ligereza, ofreciendo unas notables prestaciones en carretera con un consumo realmente bajo. Es suficiente para mezclar recorridos urbanos con trayectos largos.
Con un par máximo de 215 Nm a las 2.000 rpm, su comportamiento es estable, suave, con una suspensión refinada que filtra correctamente las irregularidades del asfalto, incluso a altas velocidades. Se ha optado por introducir un nuevo tren trasero con eje de torsión de mayor anchura, que se combina con un tren delantero semi-independiente de sistema pseudo-McPherson también ensanchado. Además la dirección, eléctrica, es nueva, más ágil y precisa en la mayoría de las situaciones, transmitiendo sensaciones mucho más convincentes que su antecesor. Su estabilidad a velocidades entre 130-140 km/h es rotunda, de lo mejor del segmento de los utilitarios, al nivel de las unidades del grupo VW. Bien acoplado en todo momento, en ningún momento notamos que el coche pierda adherencia, con un confort de marcha extraordinario.
Sus 1.080 kilos de peso le convierten en un coche con nervio, que acelera de 0-100 en 11 segundos y tiene su velocidad punta en 180 km/h, para un consumo mixto que se fija en 5,8 litros/100 km. Sin embargo, no todo puede ser perfecto, y a pesar de que las mecánicas PSA siguen siendo de las más refinadas del mercado, este C3 nos ha parecido algo ruidoso al ralentí, especialmente si el coche todavía no ha cogido temperatura.
Entre sus elementos de seguridad de serie cuenta con ABS, repartidor electrónico de la frenada REF y ayuda a la frenada de urgencia AFU, 6 airbags, limitador/regulador de velocidad y anclajes Isofix para los asientos traseros. Sin embargo, el ESP queda en opción disponible para toda la gama. Asociado a una caja manual de cinco velocidades, este C3 recibirá en los próximos meses un sistema de segunda generación y cajas manuales pilotadas de cinco y seis velocidades.