Para la familia del presidente
Recientemente hemos tenido ocasión de ponernos al volante del portentoso y atractivo Chrysler 300C, que aporta un soplo de aire fresco sobre las grandes berlinas, habitualmente alemanas, que conocemos en nuestro país, así como sobre las propias grandes berlinas americanas, que tan poco han triunfado en Europa y, menos aún, en nuestro país. Y por qué, os preguntaréis muchos de vosotros…, pues la respuesta es sencilla. El motivo fundamental de este fracaso es la única oferta de inmensos motores de gasolina con muchos cilindros en V, que pocas economías domésticas había que aguantasen esa forma de tragar gasolina, y más conociendo los precios del combustible en España, acompañados por un nivel de prestaciones casi nulas, puesto que pesaban casi dos toneladas. Otro motivo, menos relevante, era el gran volumen que ocupaban, ideales para las interminables carreteras norteamericanas y sus titánicas ciudades, pero que al menos en nuestro país han resultado siempre una verdadera restricción.
El Chrysler 300C, por la parte que le toca, aúna un poco de todas estas cualidades mientras se distancia notablemente de esos cánones americanos con tan poco éxito en el Viejo Continente, y aún cambia más la cosa ahora, con la inclusión de un nuevo motor diesel en su gama, el motor 3.0 V6 CRD de origen DaimlerChrysler montado hasta ahora en los coches Mercedes del grupo, y aún más, con la versión familiar Touring que suma un plus en versatilidad.
Por concepto de gran berlina de representación, por sus dimensiones exteriores, por su refinamiento y confort interior y por su nuevo motor diesel V6 CRD muy potente, se coloca directamente en el segmento Premium de las grandes berlinas, encontrando entre sus rivales directos en el mercado en versiones berlina al BMW 530d, el Jaguar S-Type 2.7D, el Audi A6 3.0 TDI, el Mercedes 320 CDI, el Peugeot 607 2.7 HDi o, incluso el reciente Citroën C6 2.7 HDi.
Pasa página y descubre las características más interesantes de este impresionante 300C, con una habitabilidad y versatilidad inigualable y un nuevo motor diesel de origen Mercedes de 3.0 litros V6 CRD, que rinde nada menos que ¡218 cv! y se puede adquirir por un precio de 42.450 euros, mucho más bajo que sus rivales.
Diego Zotes, Autocity
10 de Abril de 2006
10 de Abril de 2006
Imagen distinguida y espectacular
El 300C aporta un diseño grandioso y espectacular, más aún en la versión Touring familiar de nuestro análisis, de inmensas dimensiones, aunque soportables gracias a un diseño bastante fluido. Todo en él es grande, la carrocería, que supera los 5 metros de longitud y alcanza 1,880 metros de ancho, las puertas, las ruedas, el portón…, todo, menos las ventanillas, transmitiendo aún con más énfasis esa imagen de búnker sobre ruedas. Las miradas están aseguradas por doquier, creando gran expectación a su paso entre la gente de a pie, muy poco acostumbrada a ver esas dimensiones más propias de un autobús, rodando por la ciudad como si nada.
El frontal es espectacular, muy alto y ancho, presidido por una parrilla cromada muy amplia con rejilla cuadriculada de grandes aperturas que evoca a los legendarios 300C de antaño. El anagrama alado de Chrysler ocupa un gran protagonismo y llama poderosamente la atención justo en el frente superior de la calandra. El capó muestra unas agresivas nervaduras que le hacen posarse sobre unas ópticas dobles encapsuladas de forma rectangular que incluyen faros de xenon (HID) de gran iluminación. La zona lateral es muy peculiar con grandes zonas metálicas de la carrocería y unas ventanillas laterales mínimas, que apenas permiten asomar la cabeza de los pasajeros.
La parte central horizontal presenta una línea ascendente hacia la parte trasera, mientras que el techo avanza descendiendo hacia la zaga, que crea un dinamismo inusual en el segmento y consigue una estatura total aceptable (1,535 metros de altura), incrementando asimismo la imagen compacta y robusta sin precedentes de este mastodonte. Coronan esta imagen dinámica unas tremendas ruedas, con llantas de aluminio pulido con forma de brazos dobles en 19 pulgadas que montan unos neumáticos anchos de 225/60, separadas por más 3 metros entre los ejes delantero y trasero, lo que redunda en un comportamiento muy estable y un confort sobresaliente.
La zaga elevada por su parte inferior parece pequeña visto desde atrás, dinamizando el conjunto, que esta versión Touring muestra un portón total de gran apertura que facilita la carga de objetos voluminosos y sólo salva los esbeltos faros rectangulares de orientación vertical. La elegancia y distinción de esta gran berlina se hace patente mediante multitud de molduras cromadas que recorren la carrocería desde el frontal hasta el portón trasero en forma de tirador, fluyendo por la parte inferior de las puertas y cubriendo totalmente los espejos retrovisores exteriores.
Diego Zotes, Autocity
10 de Abril de 2006
10 de Abril de 2006
Inmensidad lujosa y versatil
Con solo asomarnos al habitáculo percibimos su inmensidad y sofisticación, con una organización muy clara y discreta de los mandos y las distintas zonas de instrumentos, como la consola, con el sistema de audio y el climatizador, y el túnel central, con el sistema del cambio y el apoyabrazos. El lujo y la elegancia clásica que preside el conjunto, representados por la madera de Nogal de California y la piel de alta calidad (opcionales para el 3.0 CRD con el Paquete Premium), se entremezcla con el vanguardismo y la búsqueda de practicidad de los materiales acabados en plata satinada, que caracterizan a los mejores coches de nuestro siglo. Una muestra evidente de la orientación hacia el confort y gran nivel de vida a bordo es la alta posición elevada de los asientos delanteros y la gran inclinación de los asientos traseros, que garantizan un espacio inigualable para las piernas de los pasajeros. Aunque donde de verdad se ha realizado un gran trabajo en pos del lujo y el refinamiento, además de permitirnos deducir en qué tipo de coche nos encontramos, es en la insonorización del habitáculo donde, a pesar de percibirse un leve sonido del gorgoreo clásico de los V6, no molesta ni el ruido del motor ni, cuanto menos, el de rodadura.
Entre todos los elementos que componen el interior destaca la consola central muy elevada, coronada en su parte superior por un elegante y lujoso reloj de agujas, al estilo Bentley o Rolls, que se mantiene a la vista y luce en una suave tonalidad verdosa en combinación con toda la iluminación interior, como los relojes del cuadro de mandos y los indicadores del climatizador y del sistema de audio. Los mandos del radioCD de la marca de alta calidad Boston Acoustic con cargador de 6 cd´s y amplificador digital de 276 wattios, opcionalmente compatible con formato MP3, se sitúan ligeramente más abajo a media altura, muy al alcance de la mano del conductor y del pasajero. Por debajo de estos encontramos el sistema de climatización automática. El tacto de todos los materiales del interior es exquisito, a la altura de las grandes berlinas de más renombre habitualmente europeas.
Llama poderosamente nuestra atención, nada más asomarnos al interior, el tremendo volante al estilo clásico, de un tamaño propio de vehículos mucho más grandes, con los mandos de la radio y del ordenador de viaje integrados en los brazos superiores, en un material plástico plateado de tacto muy suave. Al fondo destaca el cuadro de instrumentos con las esferas del cuentakilómetros y el cuentarrevoluciones con números y formas clásicas, en orden al enfoque lujoso de este automóvil. La piel en los asientos es otro de los elementos que engrandecen el interior, que envuelven unas inmensas butacas confortables hasta límites insospechados, perfectos para los amantes de los viajes a larga distancia. La exclusividad se deja notar en todos los reglajes eléctricos de los asientos calefactables, que siempre facilitan al conductor la postura ideal al volante y la agradable temperatura corporal en épocas invernales. Además de la regulación eléctrica para los asientos delanteros, el del conductor en longitud y altura, también pueden ser regulables de forma eléctrica opcionalmente el volante y los pedales, como lo hacen los espejos retrovisores exteriores, creando un entorno personalizado y totalmente ajustable al gusto de cada conductor, con 2 memorias seleccionables desde la puerta. La madera se hace presente en la parte superior del volante, el pomo del cambio y los tiradores interiores de las puertas.
La gran anchura de cada eje, cumpliendo hasta 1,605 metros el trasero, transmite una excelente estabilidad y aplomo y permite una habitabilidad y versatilidad interior propia de un monovolumen. Los asientos traseros abatibles asimétricamente 60/40 aumentan las posibilidades de transporte hasta los 1.602 litros de capacidad, con varias configuraciones de abatimiento que lograremos fácilmente mediante unos sencillos y resistentes tiradores de nylon. El espacio básico del maletero, con los asientos traseros habilitados, es de 630 litros.
Diego Zotes, Autocity
10 de Abril de 2006
10 de Abril de 2006
Equipamiento de primera clase
El equipamiento es completísimo en este 300C 3.0 V6 CRD Touring, sobre todo con el Paquete Premium opcional, que incluye varios elementos considerados de lujo, como son los asientos de piel, la madera de Nogal de California en el volante, el pomo del cambio y los tiradores de las puertas o el cargador de 6 cd´s compatible con el formato MP3. Entre el equipo de confort de serie encontramos el climatizador de doble zona, los espejos retrovisores exteriores cromados, eléctricos, térmicos y plegables, el del conductor fotosensible y ajustable con la marcha atrás, el sensor de lluvia, el control de velocidad de crucero, el ordenador de viaje, las barras del techo longitudinales y transversales en plata satinada y las llantas de 18 pulgadas en aluminio pulido y un exclusivo sistema de memoria que actúa sobre la posición del asiento del conductor, los espejos retrovisores, el volante, los pedales con regulación eléctrica y las presintonías de la radio. Para garantizar la seguridad de los pasajeros, multitud de elementos como el ABS acompañado por el sistema de frenada de emergencia (BAS), el programa de control de estabilidad (ESP) que incluye el control de tracción permanente (ASR), los faros de xenon y los antiniebla, los airbags frontales y de cortina para todas las plazas y la asistencia trasera al aparcamiento están presentes de serie del 300C. En cuanto a la seguridad ante robos presenta cierre centralizado con bloqueo automático de puertas en marcha, alarma antirrobo e inmovilizador electrónico.
Diego Zotes, Autocity
10 de Abril de 2006
10 de Abril de 2006
Un prodigio en suavidad y prestaciones
El nuevo propulsor de origen Mercedes de reciente incorporación, con el que ya tuvimos un ligero contacto hace unos meses, es el 3.0 V6 CRD con 24 válvulas e inyección directa por common rail, que gracias a un turbocompresor de geometría variable desarrolla una potencia de 218 cv a 3.800 rpm y entrega la potencia de forma muy lineal sobre las ruedas traseras. Ofrece una respuesta muy contundente desde bajo régimen gracias a los 510 Nm de par motor entre las 1.600 y las 2.800 rpm, mientras que mantiene unos consumos que según los datos oficiales son realmente contenidos, con 8,3 litros a los 100 kilómetros para el ciclo combinado, de 10,9 litros para los trayectos por ciudad y de 6,8 litros cuando los kilómetros se hacen por carretera, algo sorprendente por su gran volumen, nivel de prestaciones y alto rendimiento, aunque explicable gracias a su régimen de giro siempre pausado, lineal y progresivo. Según nuestros datos de consumo medio en ciclo combinado a velocidades habituales de aproximadamente 150 km/h, la cifra real es de 9,8 litros a los 100 km.
Este bloque de 3.0 litros en configuración de 6 cilindros en V se combina con el cambio automático secuencial Autostick de 5 velocidades con convertidor de par y buena capacidad de reacción al acelerador. Pisándolo a fondo conseguimos alcanzar los 100 km/h en solo 7,9 segundos, a pesar de sus cerca de 2.000 kilos, y alcanza una velocidad máxima de 227 km/h.
l chasis sobre el que se presenta en nuevo 300C resulta excelente, con una rigidez suficiente para mantener sobre el terreno con facilidad a este superfamiliar, con una suspensión perfecta con un serio compromiso entre sujeción y confort, manteniendo perfectamente inmóvil la carrocería en apoyos prolongados en curva a alta velocidad y filtrando con maestría cualquier tipo de bache, por grande que sea, de forma que el confort es total.
La dirección tiene un radio de giro muy amplio, quizás demasiado sobre todo a velocidades lentas o en ciudad, obligándonos a hacer demasiado ‘ejercicio’ sobre el volante, aunque esa sensación se corrige completamente al elevar nuestra velocidad en carretera o autopista. La frenada es muy buena y contundente, con unos tremendos discos ventilados delante y macizos detrás, que nos da la seguridad suficiente ante cualquier imprevisto.
Diego Zotes, Autocity
10 de Abril de 2006
10 de Abril de 2006