No hemos podido resistir la tentación de transmitiros lo que representa para nosotros y para cualquier amante del motor probar uno de los roadsters más bonitos que se pueden encontrar en el mercado, el BMW Z4 M, uno de los pocos modelos que en versión cabrio regala lo mejor de los deportivos preparados por BMW Motorsport. Nos referimos a la gama superior de la última versión de una saga de superdeportivos que se inició con el Z3 M en 1997, poniendo por primera vez al alcance del gran público un cabrio de altísimas prestaciones y convirtiéndose en el roadster más deportivo y ágil.
a favorDiseño roadster excitante.Motor y potencia exultantes.Deportividad de calidad.en contraPrecio elevado.Capacidad de carga realmente escasa.Consumo elevado.
Su espectacular motor de 6 cilindros en línea de altas revoluciones, puesto a punto por la división de competición M de BMW, ha sido galardonado en varias ocasiones con el premio Engine of the Year, gracias a un comportamiento y unas prestaciones ejemplares, pudiendo alcanzar regímenes máximos de 8.000 rpm para obtener 343 cv de potencia. Este es el verdadero corazón de un roadster decididamente pasional. Las prestaciones reales son de infarto, con un aceleración de 0 a 100 km/h en tan sólo 5 segundos y una cifra de recuperación de 80 a 120 km/h impresionante, demorándose sólo 5 segundos acelerando a fondo en cuarta velocidad.
La estética ya anticipa lo que podemos esperar de esta máquina. Con una carrocería ensanchada respecto a la versión normal del Z4 roadster, así como un chasis adaptado al tremendo aumento de prestaciones de esta versión M, se convierte al tiempo en el objeto de culto de los más entusiastas y en el protagonista de todas las miradas de todos los viandantes de la ciudad. Las proporciones son exageradas en todos los sentidos con la capota de lona puesta o quitada, con un largísimo morro que el conductor pierde en el horizonte, una batalla larguísima para garantizar una estabilidad intachable, pequeños voladizos y un habitáculo retrasado, que sienta al piloto sobre la rueda trasera y convierte la conducción en un juego de manos y pilotaje. El diseño lateral sugiere dinamismo y velocidad.1Nombre: BMW Z4 M RoadsterMotor: 6 lin. / 3.246 c.c.Potencia máx.: 343 cv a 7.900 rpmPar máx.: 365 Nm a 4.900 rpmCombustible: GasolinaTracción/cambio: Trasera/man. 6 velocs.Frenos: Discos ventiladosNeumáticos: 225/45 ZR18 – 255/40 ZR18Carrocería: 2 puertasLarg-Anch-Alt: 4.113-1.781-1.302Peso en vacio: 1.485 kgMaletero: 200 l. / 220 l.Nº plazas: 2Velocidad máx: 250 km/h lim. aut.Aceler. 0-100: 5 segundosConsumo mixto: 12,1 litrosEuroNCAP: 4Precio: 69.000Ficha Jato: http://www.autocity.com/coches/nuevos/bmw/z4/m_roadster/2_puertas/cabrio/index.html
Rivales directos de esta supercoche no hay muchos, donde pueden figurar el nuevo Nissan 350Z Roadster, el Mercedes SLK 55 AMG, el Chrysler Crossfire SRT6, el novísimo Lotus Elise SC, el Porsche Carrera 4S Cabrio, el Cadillac XLR 4.6 V8 o incluso el brutal Corvette C6 Convertible. Sus competidores se pueden contar con los dedos de una mano, puesto que pocos roadster ofrecen la potencia que luce nuestro protagonista de la marca muniquesa. Eso sí, para ponerlo en nuestro garaje tendremos que soltar una cifra para nada despreciable de 69.000 euros.
Atractivo y bello con capota y sin ella
Su carrocería biplaza de proporciones únicas avanza la tremenda deportividad que ofrece al piloto y copiloto el roadster Z4 M. En el conjunto del diseño lo que manda es la vista lateral y la frontal, con una línea dinámica que recorre de punta a punta la carrocería y un morro de grandes dimensiones, que mantiene en el frente la clásica parrilla de doble rin y un paragolpes con fald?n y grandes aperturas de refrigeración. Característico de esta versión M son las dos aristas longitudinales que recorren el capó y los intermitentes laterales bajo el emblema de la marca. Las llantas de cinco brazos dobles de aleación en 18 pulgadas con neumáticos deportivos asimétricos entre ejes, 225/45 (delante) y 255/40 (detrás) son de serie. La zaga es realmente escueta respecto al resto de la carrocería, con un sugerente alerón esculpido sobre la pequeña tapa del maletero, que deja tan sólo 200 litros de capacidad. Esta versión M permite vislumbrar en exclusiva las cuatro salidas de escape y un pequeño difusor horizontal en el paragolpes. Los nuevos grupos ópticos incorporan led´s para mejorar su capacidad de iluminación. En BMW siguen apostando en su roadster de raza por la capota de lona a la antigua usanza, que luce un color negro que crea un atractivo contraste con el color de la carrocería, con lo que brinda la imagen más bella tanto con ella puesta como quitada. Todo el mundo lo mira con admiración.
El habitáculo se presenta como un verdadero cockpit de carreras, aunque al tratarse de un roadster de categoría Premium se respira una gran calidad en su interior y no se echa de menos ningún sistema tecnológico, de seguridad o de confort. Combina magistralmente la elegancia y el refinamiento con el carácter deportivo y purista que quiere transmitir. Tanto los acabados y los materiales de la mejor calidad como el cuadro de mandos con relojes negros, la numeración en blanco y las agujas iluminadas en rojo, son detalles característicos de la versión M de altas prestaciones. Una nota muy curiosa en el cuentarrevoluciones es que cuando aumenta la temperatura del aceite del motor, se refleja automáticamente un aumento de régimen máximo del motor. Gran cantidad de detalles cromados propios de la versión M recorren el interior, como en los listones de los umbrales de las puertas, el volante deportivo y el pomo del cambio de cuero con la sigla M grabada, las salidas de ventilación, los selectores del climatizador y los tiradores de las puertas.
La capacidad de carga no destaca por ser muy amplia, aunque es bastante para tratarse de un vehículo de esta categoría, con varios huecos portaobjetos, una guantera y una caja central tras los asientos de hasta 10 litros de capacidad. Además, si se necesita más espacio de maletero, se puede plegar la caja que acoge la capota dejando un espacio total de 220 litros. Esto es gracias a una capota de pequeñas dimensiones que ocupa poco espacio, ya que la parte delantera rígida hace las veces de tapa y se enrasa como un guante con la carrocería.
Equipamiento de primera clase
Como buen BMW, el nuevo Z4 M Roadster biplaza incluye elementos de equipamiento comunes con las mejores berlinas de la marca, donde no faltan de serie ni los faros bixenón. Se acompañan de un control de estabilidad DSC con funciones añadidas, de un equipo de audio con 6 altavoces con radio CD y lector de MP3, climatizador, asientos deportivos de cuero con ajuste eléctrico en multitud de colores y combinaciones opcionales, detalles cromados o madera por el habitáculo, capota eléctrica en dos colores a elegir, alarma perimétrica o luces de freno en dos fases para aumentar la seguridad. Para viajar de forma óptima con la capota abierta, también se incluye de serie un deflectora aerodinámico tras los asientos que hace una importante labor aerodinámica.
Se pagarán aparte como extras otros elementos menos fundamentales, como los sensores de lluvia y luces, la calefacción de los asientos, un equipo de audio mejorado con 10 altavoces, el sistema de navegación, el sintonizador de televisión, el control de distancia de aparcamiento, el control de velocidad o la pintura metalizada, entre otros.
El motor que mueve este tremendo roadster, es el conocido bloque de 6 cilindros en línea de 3.2 litros realizado en aluminio y magnesio que monta el alabado M3 en su carrocería E46, con los eficientes sistemas variables de regulación electrónica tanto de la apertura de sus 24 válvulas, con el sistema VALVETRONIC, como la posición de sus dos árboles de levas, con el sistema Doble-VANOS, que gracias al toque maestro de la división deportiva BMW Motorsport desarrolla unos poderosos 343 cv a nada más y nada menos que ¡7.900 rpm! Estos altos regímenes demuestran la gran progresividad y las grandes dosis de potencia disponibles a cualquier régimen, con un par motor máximo de 365 Nm a 4.900 rpm, gracias en parte también a la caja de cambios manual de 6 velocidades de relación cerrada, que ubicada en la posición más ergonómica para el conductor ofrece un accionamiento muy preciso y un corto recorrido de palanca. Esta facilidad de manejo permite una dualidad perfecta entre una conducción normal y una conducción deportiva, facilitando notablemente la elección de la marcha correcta en cualquier circunstancia.
Las prestaciones de este superdeportivo son de escándalo con una aceleración de 0 a 100 km/h de 5 segundos y una velocidad máxima limitada electrónicamente de 250 km/h. La capacidad de respuesta a la mínima insinuación al acelerador es impresionante y las recuperaciones son igualmente fulgurantes, puesto que emplea tan sólo 5 segundos en pasar de 80 a 120 km/h en cuarta velocidad. Los consumos no son muy ajustados, claro está, pero tampoco destacan por ser de los más altos entre sus rivales, obteniendo un consumo combinado de 12,1 litros a los 100 km según datos oficiales.
Para transmitir toda esta rabiosa potencia al asfalto, el BMW Z4 M presenta el chasis más rígido y reforzado de su categoría, sumándose además una importante reducción del peso hasta los 1.485 kilos. Un gran trabajo en el desarrollo de los sistemas de suspensión y amortiguación, 15 mm más bajo en esta versión M y brazos aligerados de aluminio, brindan un comportamiento muy eficiente y ágil en todo momento, dócil ante los obstáculos y rígida y estable al afrontar apoyos indescriptibles en curva, garantizando en todo momento los máximos niveles de seguridad. Se convierte así en uno de los deportivos más eficaces, que además ofrece un gran confort para el uso diario. La dirección de asistencia hidráulica para la versión M de altas prestaciones se muestra sumamente directa, frente a la eléctrica del resto de la gama, para optimizar el tacto de la dirección y afrontar con mayor precisión los trazados más exigentes a gran velocidad.
Respecto al equipamiento de seguridad que incorpora el Z4 M Roadster hay que empezar hablando de su diferencial autoblocante variable M que comparte con el deportivo M3, algo fundamental cuando hablamos de tanta potencia en el tren trasero, encargándose de transmitir con precisión al asfalto la increíble fuerza que brota de su motor, minimizando las pérdidas de tracción. Este sistema sustituye al conocido sistema de tracción DTC. Cuando los laterales del asfalto ofrecen diferente calidad de agarre, se encarga de variar la tracción de cada rueda para dibujar una trazada limpia, pudiendo derivar hasta el 100% de la potencia. Si la situación se complica, entra en juego un evolucionado sistema de control dinámico de estabilidad DSC. Este sistema de asistencia a la conducción engloba en sí mismo varias funciones, a parte de las bondades del clásico control de estabilidad, que evita la pérdida de trayectoria del vehículo mediante la actuación sobre los frenos. Trabaja también sobre el sistema de control de frenado en curva CBC, para evitar riesgos frenando en curvas y sobre algunas funciones adicionales, como el asistente de arranque en pendientes, el sistema de frenos en alerta, que acerca las pastillas de freno a los discos para lograr una respuesta más inmediata o el sistema de secado de los discos de freno al circular por carreteras mojadas.
El sistema de frenos de material compuesto, heredado de la versión más deportiva M3 CSL del Serie 3, es exclusivo de esta versión M y está formado por unas pinzas flotantes y discos ventilados de grandes dimensiones en ambos ejes, de 345 mm delante y 328 mm detrás, permiten al Z4 M parar desde los 100 km/h en sólo 34 metros.
En definitiva, una serie de aditamentos de seguridad activa, que junto con otros muchos de seguridad pasiva, como el arco de seguridad que rodea la luneta delantera, los cuatro airbags para los pasajeros, dos frontales y dos laterales, los arcos de seguridad tras los asientos unidas al chasis, convierten al Z4 M en el coche más seguro de su categoría, como atestiguan las 4 estrellas EuroNCAP que consiguió cuando se presentó el modelo.