BMW Z4 is35 Mille Miglia
Jugando con la historia
Uno de los roadster más rápidos del planeta, el BMW Z4, llega al mercado en una edición limitada de 99 unidades, conmemorando los 70 años del triunfo de la firma alemana en la mítica prueba de la Mille Miglia. La variante más potente y deportiva del descapotable alemán, el sDrive 35is, se presentó en el último Salón del Automóvil de Detroit, en enero, y ahora muestra su lado más nostálgico con esta versión en las que una flecha con fondo rojo y la inscripción 1000 Miglia en el portón del maletero, bajo la branquia en las aletas delanteras y sobre el selector del cambio automático, será su sello distintivo.
Los directivos de BMW quieren convertir este exclusivo Z4, que mezcla en su interior los remaches deportivos con costuras elegantes, en una pieza de coleccionista. En 1940, cuando BMW se impuso en la Mille Miglia, que se disputó entre 1927 y 1957 con un abrumador dominio de las casas automovilísticas locales Alfa Romeo, Ferrari o Maserati-, el hito que protagonizaron los pilotos Fritz Huschke von Hanstein y Walter Baumer a bordo de un BMW 328 MM Touring Coupé fue un salto para la marca bávara en dos terrenos: en el de la competición y en términos aerodinámicos. De ahí el empeño que ingenieros y diseñadores han puesto sobre esta unidad, que nos sorprende con una carrocería en color plata -Polaris Metallic matte finish-, unas llantas de aleación de 19 pulgadas en cromado oscurecido –Dark Chrome– y, por supuesto, todo el paquete M al que este modelo está asociado de serie. Si la Mille Miglia fue una de las impulsoras de la categoría Gran Turismo, 70 años después, este Z4 amenaza la supremacía de los exclusivos Audi TT RS, Mercedes SLK 55 AMG o Porsche Boxster Spyder.
El habitáculo de este Z4 sDrive 35is Mille Miglia Limited Edition se caracteriza por su sofisticación, entremezclada con pinceladas retro, para suerte de los 99 privilegiados y sus acompañantes. El conductor se colocará ante un volante de aro grueso con terminaciones en cuero y unas costuras en tono rojo, y todas las funciones de navegación y audio a su alcance. Los asientos, deportivos, también han sido cosidos en cuero y se les ha añadido un tejido parecido al Alcantara, que provocan un efecto muy acogedor. El cambio automático de doble embrague DKG con funciones Sport, Sport+ y Launch Control y la suspensión adaptativa M nos harán sentirnos como el mismísimo Fritz Huschke von Hanstein en la Mille Miglia.
Quizá si de algo ha pecado BMW en esta ocasión es de su conservadurismo mecánico. No hay nada nuevo bajo la tapa motor de este Z4: un tres litros de seis cilindros en línea, inyección directa de gasolina y biturbo, para otorgar una potencia máxima de 340 cv. Eso sí, con la función Overboost aumenta durante unos segundos el par motor de 450 Nm a 500 Nm. Toda una bestia que ve agravado su ruido de escape, gracias al trabajo de los ingenieros, quienes tienen fe en poner a este Z4 tan especial en la vitrina de coches históricos y con solera de la marca alemana.