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NI LA SEDA ES MAS SUAVE
BMW apuesta muy fuerte con el diseño de su nueva Serie 7, en la que introduce conceptos estilísticos rompedores tanto en el exterior como en el interior.
El aspecto externo hace dudar sobre su elegancia frente a la Clase S de Mercedes, pero sin embargo es más futurista y original. En el interior la sofisticación técnica logra sencillez en las formas, para ofrecer todo lo que cabe esperar en un coche de la gama más alta del mercado sin el inconveniente de una apariencia abigarrada por botones y palancas.
En marcha intimida durante los primeros kilómetros hasta que el conductor se familiariza con una serie de funciones tradicionales dispuestas de forma diferente que al final acaban resultando cómodas y racionales.
Conducirlo es experimentar una sensación de especial suavidad que invita a ‘tirar millas’ sin necesitar parada. Sofisticado, innovador, fascinante… BMW ha creado un producto tecnológico excelente en todos los sentidos, aunque queda por comprobar si su público potencial acepta el desafío.
Carlos Lera
Fotos:Jorge Rubio
Autocity, 8 de febrero de 2002
LUJO Y DISTINCION
Frente a su gran volante de cuero con los pulsadores del cambio de marchas automático con funcionamiento secuencial parece que entramos en una dimensión diferente. No hay llave (tendencia dominante), y al introducir la tarjeta de identificación el puesto de conducción parece cobrar vida ajustándose a la ergonomía que hallamos dispuesto de antemano para espejos, volante y asiento.
Las esferas del cuentakilómetros y el cuentarrevoluciones están realizadas de LCD en color y albergan los mensajes de alarma, las indicaciones del sistema de navegación y, bajo ellas, el nivel de combustible o autonomía a elección del conductor y una magnitud de las registradas en el ordenado de viaje. Las terminaciones en madera combinan bien con el cuero y el plástico, cuya textura no recuerda a la empleada anteriormente por BMW y que, sin dudar de su calidad, a mi parecer es menos elegante.
La única crítica seria la dirijo en realidad a todos los sistemas telemáticos que he tenido oportunidad de probar en los automóviles de cualquier fabricante, y que expreso en este por su nivel de sofisticación (y precio): Se refiere a la lentitud con que trabajan los sistemas informáticos. Las órdenes tardan varios segundos en cumplirse provocando en ocasiones una doble orden por parte del conductor y finalmente su desconfianza hacia el sistemas. Esto sucede fundamentalmente en el navegador, pero se puede extender en el caso de este coche a otros muchos aspectos que no pueden descargar su culpa en los satélites.
Espacio
ESPACIO
El espacio interior es muy habitable y no admite críticas. La comodidad de que gozan los pasajeros es excelente y tanto en las plazas delanteras como en las traseras todos se sienten tratados con atención individual.
De serie el tapizado es de cuero y el control de los asientos completamente eléctrico. Además puede incluirse un sistema de masaje en la banqueta, que actúa sobre los glúteos de para descansar la zona baja de la espalda en viajes largos.
Desde ambas puertas traseras se pueden accionar eléctricamente unas cortinillas que protegen las ventanas de los rayos del sol… o de las miradas indiscretas. La plaza central no goza evidentemente de la misma comodidad que las laterales, pero el espacio del que dispone un viajero en esta posición es suficiente, aunque el mullido resulta duro. En una consola de techo existe el curioso detalle de un espejo orientable de buen tamaño junto al plafón de luces de cortesía.
La lista de opciones es amplísima e incluye prácticamente cualquier accesorio imaginable. Destacan los excelentes faros Bi-Xenón (con proyectores de este tipo para cortas y largas), pantalla de TV LCD en las plazas delanteras y también en las traseras, cargador de 6 DVD, parabrisas climático, asientos con ventilación, control remoto integrado para abrir la puerta del garaje y un etcétera interminable. El único problema puede ser el precio, que en BMW suele cargar el equipamiento opcional en exceso.
El maletero es amplio, pero no especialmente. Sí es muy profundo y ancho y sus formas francamente regulares. Si no marca un récord en capacidad, ya que se queda en 500 litros, se debe a la escasa profundidad del cofre, motivada por la presencia bajo su suelo de la enorme rueda de repuesto, similar a las montadas en los ejes: 245/55 17′ (opcionalmente de 19′).
Motor
MOTOR
El 735i es el escalón inicial de la Serie 7, pero como modelo de acceso supone ya un excelente punto de partida. Es un ocho cilindros en V situado en posición longitudinal con cuatro válvulas por cilindro. Comparte estructura y casi todas las piezas con el 745i, y las mayores diferencias entre ambos se centran en las medidas de los cilindros y el desplazamiento de los pistones. Esto hace que nuestro protagonista cubique 3.600 centímetros cúbicos mientras el 745i llegue a los 4.398 cc.
La potencia del 735i es de 272 caballos (333 cv en el 745i) y el par máximo llega a 360 Newtons / metro (450 N/m en el 745i). El motor es completamente nuevo e incorpora las más novedosas tecnologías que los motoristas de BMW han presentado en los últimos tiempos: doble Vanos para un control más exacto y eficaz del sistema de distribución variable, Valvetronic para una mejor dosificación del combustible y por tanto menores consumos y emisiones de gases, así como una perfecta alzada de válvulas variable según el régimen de giro que redunda en aumento del rendimiento y mejora de la suavidad.
A la hora de la verdad los 272 cv. dan de sí perfectamente y ofrecen un rendimiento homogéneo, aunque más suave que vigoroso. Silencioso y sin vibraciones perceptibles, es perfecto para cumplir la función que le ha tocado en este coche. La potencia llega con mucha fluidez y sin saltos ni escalones ayudado por una caja de cambios tan competente como él.
Comparado con el anterior 735i sobra hacer muchos comentarios: 272 cv a 6.200 rpm. frente a 238 cv a 5.800 rpm. y 360 Nm a 3.700 rpm. frente a 345 Nm a 3.800 rpm. En cuanto a los consumos, comparando las cifras homologadas del actual y el anterior salta a la vista la mejora experimentada: Una media de 10,7 litros cada 100 kilómetros ahora que antes eran 12,1 l/100km. aunque ambas son irreales en la práctica.
Los consumos son increíblemente bajos para un coche de este peso y potencia: 13,5 litros cada 100 kilómetros de todo uso según nuestras propias mediciones, en circunstancias bastante más realistas que las aprovechadas para la homologación.
AUTOMATICO DE 6 VELOCIDADES
El cambio de marchas consiste en un palanca con eje en la columna de dirección. Su manejo es algo lioso y nunca llegué a conseguir la misma soltura que con una palanca convencional, aunque estoy seguro de que es solo cuestión de unos pocos kilómetros más.
Una vez en marcha podemos optar por circular en directa, dejando al ordenador que gestiona la trasmisión elegir la relación más adecuada entre las seis disponibles (es el primer cambio automático con seis velocidades del mercado), pulsar mediante un botón sito en el volante la opción ‘Sport’ en la que el coche apura las marchas hasta la zona de potencia máxima o con dos toques al comentado botón obtener el control manual del cambio, mediante pulsadores en él aro de la dirección.
En cualquier caso me encantó el funcionamiento, pero especialmente en el modo convencional. El cerebro electrónico que procesa los cambios de marcha interpreta con gran acierto los deseos del conductor.
El i-drive
EL SISTEMA I-DRIVE
Hace poco más de un año BMW presentaba un modelo creado por su departamento de prototipos, el Z22. Este coche avanzaba una serie de tecnologías surgidas de la investigación sobre cómo mejorar la facilidad de conducción de los automóviles que parecían llamadas a llegar al mercado en un futuro a medio plazo… y sin embargo ya lo tenemos aquí.
Cuando se toma asiento en el 735i llama la atención la ausencia de botones, pantallas de información y palancas que suelen ser habituales en coches de este segmento y llega a parecer que ‘aquí faltan cosas’. La limpieza lograda en el diseño es encomiable, aunque la enorme pantalla central rompe, desde mi punto de vista de forma desafortunada, la estética del salpicadero.
El mando central giratorio es otro de los elementos innovadores que jalonan el salón del BMW Serie 7. Gracias a él se reduce al mínimo imprescindible el número de botones necesarios para controlar las funciones secundarias del coche, como la climatización, el sonido y la imagen, la navegación (opcional), el teléfono o el ordenador de viaje. Además permite acceder al un manual de instrucciones que como el resto de las funciones comentadas aparece en la gran pantalla central. Su aportación es fundamental y con los kilómetros (como casi todo en este coche) se le va cogiendo el truco y llegué a valorar muy positivamente su funcionamiento.
Esta nueva concepción de los mandos y de la conducción toma el nombre de i-drive. Además de estas funciones, el conductor dispone de otras asistencias muy interesantes como el freno de mano automático, que permite el accionamiento de este elemento cada vez que el vehículo se detiene ya sea en un semáforo, una cuesta o un aparcamiento. Esta función me pareció muy cómoda y segura para cualquier coche automático, que precisa de presión sobre el freno para evitar el desplazamiento con el motor engranado.
FRENOS Y DIRECCION
Los frenos son eficaces, pero dan la impresión de que a costa de aislar en lo posible a los ocupantes de sus reacciones carecen de potencia en el primer recorrido del pedal. Por supuesto poseen un sistema de frenada de emergencia que amplifica la presión generada por el conductor en caso de accionamiento brusco.
La dirección goza de una increíble suavidad en maniobras a baja velocidad para endurecerse hasta el punto óptimo, sin dejar de ser más liviana que deportiva, a medida que se incrementa el ritmo. El gran volante típico de este tipo de coches facilita lograr radios de giro elevados sin tener que mover las manos en el aro.
Dinamismo
DINAMISMO
En todos los aspectos que tiene que ver con el dinamismo y la conducción el Serie 7 se porta como un auténtico superdotado. Es ágil en la medida que puede serlo un coche de casi tres metros de batalla (2.990 milímetros) y 1.935 kilos de peso, apoyado en unas suspensiones neumáticas de gran calidad.
Nuestra unidad montaba el Dynamic Drive System, cuyo funcionamiento permite limitar la inclinación de la carrocería en curvas y reducir la incidencia de las irregularidades de la carretera. Por lo tanto mejora la comodidad y el comportamiento a partes iguales. Este sistema actúa sobre las barras estabilizadoras, permitiendo variar su dureza. El conductor notará la estabilidad y la facilidad para meter el coche en las curvas, mientras que los pasajeros, especialmente de las plazas traseras, se beneficiarán de un gran sosiego de marcha.
Además, mediante un sistema electrónico que regula los amortiguadores y que el conductor puede tarar en posiciones ‘confort’ y ‘sport’ se logra mantener un gran equilibrio entre comodidad y efectividad. En la posición más blanda se mantiene un comportamiento extraordinario, aunque aísla al conductor casi por completo de las vicisitudes de rodadura, mientras que en la posición que ofrece mayor firmeza la comodidad sigue siendo extraordinaria y el conductor es más consciente de la sensación de velocidad o el agarre de los neumáticos.
En general el comportamiento del coche es subvirador en casi todas las situaciones, aunque en giros bruscos con cambios de tracción y transferencias de masas es el eje trasero el que tiende a deslizar un poquito, animado por un control de tracción pensado para permitir un ligero deslizamiento de la zaga con el fin de mejorar la inserción del coche en curvas cerradas.
A deseo del conductor el 735i puede convertirse en un coche incomparable por comodidad y ausencia de molestias para los pasajeros o en una gran berlina bastante eficaz y dinámica. Sin duda cuando la Serie 7 crezca con motores más potentes se podrá apreciar con más claridad lo que la planta dinámica es capaz de ofrecer y soportar. Seguro que no defraudará.
GALERIA 1
GALERIA 2