¿Tracción delantera o trasera?

Reportaje

Una de las eternas preguntas que los amantes del motor discuten en diferentes foros es qué tracción, delantera o trasera, es mejor a la hora de conducir nuestro coche. Desde el punto de vista técnico, para los fabricantes de automóviles, esta cuestión dependerá de la filosofía que se quiera impregnar a su flota de coches, desde su planteamiento comercial hasta sus reacciones en situaciones climatológicas o de asfalto adversas. En el actual mercado, las casas generalistas (Toyota, Ford, Opel, PSA, VW) apuestan por la tracción delantera frente a las divisiones más deportivas, con BMW a la cabeza, que pretenden dotar de una mayor raza a sus modelos con la tracción trasera, el paradigma de la deportividad, de las reacciones, del pilotaje más puro. Con permiso de la tracción integral, más pesada, más segura, menos emocionante y que puede provocar un aumento medio del precio que oscila alrededor de los 5.000 euros según fabricante y modelo, la tracción delantera se impone en la actualidad por su economía de fabricación.
‘Es un error pensar que la tracción trasera es más insegura: los controles de estabilidad están tan optimizados que ese argumento parece cosa del pasado’Sin embargo es un error pensar que la tracción trasera es más insegura. A día de hoy, con los sistemas de ayuda a la conducción y lo optimizados que están los controles de estabilidad, no se puede hablar de que los tracciones trasera son más peligrosos, como ocurría tiempo atrás. En términos de eficacia un tracción delantera puede ser incluso más eficaz que un tracción trasera, consiguiendo que la respuesta del tren delantero a la menor insinuación del volante sea instantánea modular el radio de giro en plena curva es más gratificante- o que, con los controles desactivados para un conductor medio, sea más sencillo controlar una perdida de adherencia en el eje delantero (esto es lo que se denomina subviraje, es decir, que el coche se vaya de morro) que en el eje trasero (sobreviraje o en un argot más popular, derrape). Y es que para lo primero basta con girar el volante, mientras que en la segunda maniobra se necesita contravolantear o terminaremos haciendo un trompo.Es un error pensar que la tracción trasera es más insegura: los controles de estabilidad están tan optimizados que ese argumento parece cosa del pasado
Los coches de tracción delantera, además de un menor coste de producción porque no necesitan elementos específicos y no ocupar tanto espacio en detrimento de las plazas traseras y de la capacidad de carga del maletero, reciben directamente el peso del motor y de la caja de cambios con lo que su elevado peso aumenta la motricidad en arrancadas suaves, progresivas. Sin embargo, si vamos a buscar el límite, si arrancamos muy rápido, toda esta carga de peso se desplaza hacia atrás, provocando que el coche pierda tracción. Igualmente ocurre a la hora de afrontar una curva cerrada, donde un tracción delantera siempre tiende a irse recto, a perder estabilidad por delante. Por lo tanto quien busque un modo deportivo de conducción, encontrará mucha mayor diversión en un modelo de propulsión trasera. Su mejor reparto de pesos, ya que ciertos elementos tienen que ser desplazados al eje posterior, es el argumento defendido por los chicos de BMW para seguir utilizando este tipo de tracción: las ruedas delanteras no pueden recibir todo el trabajo de girar y traccionar, por lo que repartiendo este trabajo, se consigue una mayor maniobrabilidad.
Resumamos y pongamos los pros y contras de uno y otro sistema. Empezando por la tracción delantera, sus ventajas son evidentes: más ligereza (no se necesita un tren de transmisión) y por lo tanto menos consumo; más espacio en el habitáculo (no hay que dejar hueco para el túnel de transmisión); más baratos de producir y de mantener; más eficientes (el motor está conectado directamente con el tren delantero, que evita pérdidas de transmisión); y mejor tracción bajo condiciones adversas. Sus inconvenientes son: efecto de un par alto en la dirección; centro de gravedad muy avanzado; fatiga en los neumáticos delanteros, que tienen que encargarse de transmitir la fuerza del motor al suelo, de la dirección del vehículo y también de soportar la mayor parte del esfuerzo en las frenadas; y menos puro: no tiene el carácter racial, de competición, de los tracción trasera.Los mayores beneficios de un tracción delantera son su ligereza, repercutiendo en el consumo, y que son más baratos de producir y mantener
Los coches de tracción trasera, por su parte, tienen también una serie de beneficios importantes, como por ejemplo: un mejor reparto de pesos entre ambos ejes; se separa el efecto de la dirección del de la tracción; mejor aceleración y mejor tracción si la carretera está seca; trabajo compartido por ambos ejes, con lo que los neumáticos delanteros y traseros se reparten las tareas fruto de un peso repartido por igual, 50-50%; pilotaje más rácing. Sus desventajas son: pesan más; ocupan más (la presencia del tren de transmisión hace que haya mucho menos espacio libre en el coche) y son más difíciles de controlar en condiciones adversas una vez se haya perdido el control del coche.

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