El comienzo de una nueva era de diseño de Audi pasa por este Prologue, que avanza una línea estética que a medio-largo plazo se irá implementado en los modelos de nuevo desarrollo de la marca. En suelo angelino, sus responsables lo han definido como el automóvil más deportivo del segmento de lujo. Su cuerpo de dos puertas laterales, sus grandes proporciones (5,10 metros de largo, 1,95 metros de ancho, 1,39 metros de alto y 2,94 metros de batalla) y su potente mecánica (un bloque de gasolina 4.0 V8 TFSI biturbo con tracción Quattro) bien podría significar el germen de un gran coupé que sirva como antídoto al nuevo y flamante Merceces S Coupé.
¿Un Audi A9? Más que un futuro coche de producción lo que Audi quiere con este prototipo es mostrar todo su ‘know how’. Por ejemplo, en materia de diseño con su clásica parrilla ‘Singleframe’ más baja, ancha y con los cuatro aros integrados en la misma y no sobre el capó. Por supuesto no faltan los faros con tecnología láser Matrix (estrenados precisamente por el A8) y haz de fibras de vidrio para las luces de carretera. Y como en todo showcar no faltan unas colosales llantas de 22 pulgadas (sobre unos neumáticos de diez radios en forma de ‘Y’ en formato 285/30) o un llamativo y nuevo color de carrocería denominado ‘Gris Diva’.Más que un futuro A9, este prototipo pone sobre la mesa todo el conocimiento técnico de la marca
En el habitáculo la simplificación a la par que sofisticación de todo el cuadro de mandos y la instrumentación se agudizan respecto a los actuales modelos, destacando un evolucionado ‘Audi virtual cockpit future’ y el salpicadero en dos niveles en configuración flotante, así como la innovadora consola del túnel central convertida en un cuarto display a modo de lámina OLED flexible de diodos luminosos orgánicos o un tablero de instrumentos triple, con dos áreas frente al conductor y una tercera para el acompañante en la zona tradicionalmente reservada a la guantera. En materia de conectividad se ha desarrollado un infotainment que reconoce a los pasajeros por su móvil y ajusta en consecuencia la climatización y la posición de los asientos, oculta los reposacabezas traseros en ausencia de pasajeros o también hace emerger la barra de sonido en la bandeja trasera.
Y para el final, lo mejor. La puesta en escena del tren de rodaje made in Audi, esto es, un motor gasolina de 4 litros biturbo que entrega 605 cv de potencia y 700 Nm de par motor (750 en función ‘overboost’ durante 15 segundos) que, combinado con un cambio automático Tiptronic de 8 velocidades y la tracción integral Quattro, acelera de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos; un sistema híbrido parcial que sustituye motor de arranque y correa por una unidad eléctrica así como la circulación ‘a vela’ que desconecta el motor a baja carga para lograr un consumo mixto de 8,6 litros; la dirección dinámica a las cuatro ruedas, que permite que las ruedas traseras puedan girar hasta cinco grados; o una suspensión independiente de cinco brazos por rueda y con amortiguación neumática y electrónica regulable en altura.