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Resultado excelente
Ya lo intentaron hace unos cuantos años con el anterior Cabrio, pero entonces el motor TDI de 90 caballos no era el mejor reclamo. Ahora es diferente. El TDI V6 2.5 litros ofrece más suavidad, aparte por supuesto de potencia, para satisfacer a los amantes de los paseos relajados a cielo abierto… y sin que el sonido nos recuerde en casi ningún momento que bajo el capó se esconde un económico motor de gasóleo. Económico pero poderoso, con 163 caballos y un buen par máximo perfectamente administrado por la caja de cambios automática Multitronic.
El sugerente aspecto exterior del Audi Cabrio resulta sumamente elegante, nada estridente ni agresivo ni tampoco artificiosamente llamativo. El único elemento que llama poderosamente la atención es el detalle del arco del parabrisas cromado, que aun con todo si sorprende es por su elegancia y fino acabado.
En el interior los acabados recuerdan al Audi A4, con el que comparte plataforma y motores, pero el aspecto general está sustancialmente modificado para dotarlo de una personalidad más alegre y distintiva de un coche en el que todo queda a la vista cuando la capota está plegada. Precisamente el sistema de accionamiento de la capota es uno de sus puntos fuertes. A pesar de ser de lona, su fijación es perfecta y los ruidos aerodinámicos que llegan al interior son los justos.
Carlos Lera, Autocity.
17 de julio de 2003.
Detalles
Meter la llave de contacto y esperar a que en el tablero se apague la luz de incandescencia de los calentadores del motor diesel es algo poco habitual por no decir nada en un descapotable. Sin embargo, tras este detalle el motor está lleno de par a medio régimen y tiene buena predisposición para ganar revoluciones sin pereza. En realidad, como ya he comentado en alguna ocasión, el 2.5 TDI ofrece un rendimiento similar a medio régimen al 1.9 de 130 caballos, pero resulta más progresivo y más eficaz en la parte alta del taquímetro, justo donde ‘se muere’ el cuatro cilindros y el V6 se esfuerza para ofrecer 163 cv.
En marcha es más agradable que el 1.8T y en combinación con la caja Multitronic, que resulta excelente por suavidad y rapidez en la interpretación de las intenciones del conductor, se convierte en una muy buena opción que no defraudará a ninguno de los potenciales compradores de un cabriolet de estas características.
Es más, las cualidades dinámicas del bastidor, a pesar de carecer del refuerzo estructural que supone un techo rígido y sus pilares, son excelentes y llama la atención la ausencia de torsiones. Forzando el ritmo mucho más de lo que será habitual para sus poseedores ni siquiera temblaba el retrovisor central, ni se apreciaban vibraciones en el volante ni falta de precisión en las reacciones que llegan hasta el conductor; algo que paradójicamente no se puede decir de algunos roadster con bastidores diseñados desde el principio para carecer de capota.
¿Y qué es un cabriolet de estas características? Pues sencillamente una berlina de buen tamaño y habitabilidad para cuatro ‘dichosos’ ocupantes, que ofrece un comportamiento en carretera excelente tanto en comodidad como en estabilidad y con unas prestaciones sobradas para cualquier via, sin caer en el peligroso juego de las sensaciones deportivas. ¡Solo le faltan las puertas traseras para ser tan práctico como un A4 berlina!
El maletero es otra sorpresa. Con la capota extendida el compartimento en el que se pliega esta dentro del cofre trasero queda libre para llenarlo con lo que queramos. Una palanca retira el compartimento de la capota fácilmente y del mismo modo se vuelve a colocar si se va a descapotar. Los 315 litros de capacidad son fáciles de aprovechar y aunque no llegan ni de lejos a los 390 que tiene de capacidad el Mercedes CLK, superan ligeramente al BMW Serie 3 Cabrio (300 l.) .
En lo que no tiene competencia lógicamente es en el consumo, con una media de 7,2 litros de gasóleo cada 100 km, que en un cabrio lujoso y con más de 160 cv. son una auténtica ganga.
En resumen este coche, concretamente esta versión que llama la atención por emplear una mecánica diesel, es mucho más que un experimento o una extraña apuesta comercial de las que de vez en cuando lanza el grupo VAG. Es una opción muy interesante para quienes desean un cabrio a diario disfrutando de los mismos niveles de economía de una berlina diesel a la hora de realizar un elevado kilometraje anual. Esto sin perder suavidad ni calidad de marcha y menos aun prestaciones en carretera.