Volkswagen Golf Cabrio R

Damos la bienvenida a la primavera con un automóvil de colección, sobre todo si eres amante de las altas prestaciones y fanático del Golf. Es el Volkswagen Golf Cabrio R, un descapotable de tracción delantera y mecánica gasolina turboalimentada de 265 cv de potencia, un capricho del que nos separan 51.060 euros, un desembolso alto dentro de la gama (cuesta casi 12.000 euros más que el Golf Cabrio GTI de 211 cv) pero mucho más asequible que las versiones menos potentes de marcas y modelos de orientación mucho más deportiva.
De hecho, sea por simple posicionamiento de la marca Volkswagen, o porque deriva de una plataforma antigua (y no de la tecnológica MQB que comparten diferentes modelos del Grupo VAG), el Golf Cabrio R es mucho más barato que los Porsche Boxter 2.7 (265 cv), BMW 135i Cabrio (306 cv) o Nissan 370Z Roadster 3.7 (328 cv), todos a propulsión, el primero y el tercero biplaza. El venidero Audi S3 Cabrio (300 cv) será, a partir de septiembre (53.300 €), su rival natural, aunque con tracción integral. Y dentro de la propia marca, ojo con el nuevo Golf R (tracción 4Motion, 300 cv de potencia, y carrocería compacta de tres puertas) que se oferta entre 39.230 € (con cambio manual) y 41.420 € (DSG).
El Golf Cabrio R, que es más largo (4,27 metros) y más bajo (1,41 m.) que el resto de Golf Cabrio, está basado en la generación anterior del Golf (Golf VI, nacido en 2009) y no en el actual Golf VII (desde abril de 2013), lo que puede restarle valor como descapotable súper actual (e incrementar su depreciación) pero no le quita ni un ápice de deportividad y rendimiento adictivo, como veremos a continuación.La ‘R’ lo transforma en el Golf Cabrio más potente y rápido de la historia
Además del ligero cambio de dimensiones respecto a los demás Golf Cabrio, que ayudan a rebajar el centro de gravedad, esta variante “R” ofrece una serie de especificaciones para mejorar su comportamiento en curva sin comprometer la estabilidad en recta, de un coche tan lúdico como deportivo. Así, el chasis se ha puesto a punto de manera independiente y la suspensión, rebajada en 25 milímetros, con una dirección menos asistida a altas velocidades, una amortiguación de dureza variable (DCC) que puede modificarse con tres programas diferentes (Confort, Normal y Sport) y la implantación del diferencial electrónico delantero de deslizamiento limitado “XDS” que simula la acción de un autoblocante mecánico.
Exteriormente, el Golf Cabrio R se puede distinguir por sus prominentes faldones delanteros, su doble salida oval a cada lado del difusor trasero en negro brillante, el equipo de frenos exclusivos (345 mm delante y 310 mm detrás) con pinzas de color negro brillante con el anagrama “R”, muy bien combinado con el color blanco de la carrocería y la capota de tela negra, y unas espectaculares llantas de aleación de 19 pulgadas denominadas “Talladega” que están pintadas en color plata, conformadas por cinco radios triples y montadas sobre unos neumáticos de 235/35 R19.

Pero si hay algo que justifica el sobrecoste de este Golf Cabrio R es el brillante y exquisito funcionamiento y aislamiento de la capota de lona, que mantiene la tradición de los verdaderos cabrios con techo de tela y añade el confort del accionamiento electromecánico de los techos duros retráctiles más modernos. Tarda nueve segundos en completar la maniobra de apertura y 11 s. en cerrarse, operaciones que pueden realizarse en marcha hasta los 30 km/h.La capota de tela combina clasicismo y confort a partes iguales
Como en los demás Golf Cabrio, la capota de tres piezas sobrepuesta aísla de ruidos el habitáculo de una manera brillante, añadiendo un alto grado de uso para los 365 días del año. Y es que el Golf Cabrio R, como versión única y exclusiva que es, presume de un acabado muy completo, incluyendo de serie el paravientos traseros, los faros de xenón con una tira horizontal de LED’s inferior de alumbrado diurno, la tapicería exclusiva de cuero con emblema “R” en sus reposacabezas, el climatizador bizona o el volante específico forrado completamente en cuero con la base achatada, perforado y firmado con su apellido “R” sobre una moldura cromada, a juego con el revestimiento de aluminio de los pedales.
Aunque es apto por espacio interior para cuatro pasajeros, el Golf Cabrio R es un coche de placer, para conducirlo, donde las expectativas creadas por el motor gasolina 2.0 litros de inyección directa y turbocompresor en el Golf Cabrio GTI se superan ampliamente con esta versión R potenciada de 265 cv, siempre asociado al rápido cambio secuencial DSG de seis relaciones con levas tras el volante y con la tracción delantera, exactamente la misma combinación motor/transmisión que el Scirocco R.

a favor- Rendimiento 2.0 TSI y DSG- Carrocería exclusiva- Aislamiento capota de lonaen contra- Pérdidas de tracción- Sobrepeso estructura cabrio- Precio inflado
A pesar de su notable peso de 1.641 kg, 86 kg más que el Golf Cabrio GTI, nuestro descarado “R” supera con creces a su hermano pequeño. Su velocidad punta es de 250 km/h (por los 235 km/h del GTI), tarda en alcanzar los 100 km/h 6,4 segundos (contra 7,3 s.) y sobre todo la sensación de empuje, con aceleraciones muy fuertes, está presente a cualquier régimen de giro del motor. Desde 2.500 rpm, los 350 Nm de par máximo ya están disponibles, con una respuesta muy lineal hasta las 6.000 ‘vueltas’.El motor 2.0 TSI de 265 no estira hasta un régimen elevado, pero hasta las 6.000 rpm su empuje es siempre superlativo
Sin la tracción 4Motion por motivos de aligerar un conjunto algo pesado de por sí (el chasis ha sido reforzado para mejorar la rigidez torsional) y con el modo Sport activado que desconecta el ESP, la puesta a punto de las suspensiones y una rapidísima dirección se bastan para domar al Golf Cabrio R, que aguanta y resiste todas las embestidas con un chasis que en términos generales es impecable.

Cuando aceleramos desde parado, las pérdidas de tracción son evidentes, con unas ruedas delanteras incapaces de transmitir al suelo la colosal entrega de potencia del motor TSI. Por lo fácil que se lleva, los consumos a ritmo tranquilo que se consiguen (8,5 l/100 km.) y la fuerza bruta que atesora su motor, lo tiene todo… Aunque, claro, cuesta algo más de 51.000 euros (8,5 millones de las antiguas pesetas), una cantidad con la que te puedes comprar auténticas fieras de cuatro ruedas.
Sin la tecnología 4Motion, las pérdidas de tracción son bastante habituales

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