GTIs en pie de guerra
Para ello hemos tenido en cuenta varios factores, sintiéndonos impulsados a realizarlo por la relevancia actual en el mercado, corroborada por los gustos y deseos de nuestros usuarios y por la gran cantidad de opiniones a favor y en contra que han generado en nuestros foros de opinión. Los requisitos para la elección de los modelos no han sido muy estrictos, aunque debían enmarcarse dentro de unos parámetros: tenían que ser modelos compactos, con motor de gasolina de menos de 6 cilindros, en configuración lineal, alimentados por turbocompresor, con potencias entre los 200 y los 225 cv, con una orientación verdaderamente deportiva y de 3 puertas a ser posible, aunque existe la excepción con uno de los contendientes, por su enfoque más discreto y camuflado. El diseño debía ser claramente deportivo, aunque con el toque de polivalencia que exige el segmento y el precio debía estar en unos márgenes similares.
Con pinturas de batalla
Ambiente deportivo
Potencia a raudales
Aún así encontramos una gran diferencia, puesto que mientras el Megane F1 Team y el Golf GTI emplean un bloque de cuatro cilindros de 2.0 litros Turbo, el primero con 225 cv y el segundo con 200 cv (declarados, que en la práctica regala alguno más), el Focus ST recurre a un motor de cinco cilindros en línea de 2.5 litros de cilindrada de origen Volvo que rinde 225 cv a 6.100 rpm.
El tema de los consumos (todos datos oficiales) cobra importancia desde el punto de vista en que el Golf GTI es el único que emplea el sistema de inyección directa, que sobre el papel ahorra mucho combustible, aunque en la práctica algo menos de lo que promete. De todos modos se mantiene como el más ahorrador en todas las mediciones de consumo, con un gasto a los 100 km de 10,7 litros en ciudad, 6,2 solo por carretera y 6,9 en ciclos combinados, unas cifras muy bajas para sus grandes dosis de potencia que demuestran además el empleo de un cambio DSG exquisito (que además ayuda a rebajar el consumo) con unos desarrollos muy adaptados a la potencia del motor. Los altos consumos del Mégane, comparativamente más altos en ciclos extraurbanos y combinados, demuestran la elección de una caja de cambios relación cerrada con todos los desarrollos muy cortos, incluso la quinta y la sexta, alcanzando una cifra de 11,5 litros en recorridos urbanos, los 7 litros en desplazamientos exclusivamente por carretera y 8,8 litros combinando ciclos. Las cifras que obtiene el Focus ST están acordes con sus características, puesto que al montar un motor de más cilindrada hay que darle más de comer para mantener los mismos regímenes, mientras que la relativa baja cifra conseguida en el ciclo extraurbano se debe a sus desarrollos algo más largos en las marchas altas y al desahogo de su motor, marchándose hasta los 13,8 litros en ciudad, rebajando hasta los 6,8 litros el consumo por carretera y volviendo a subir hasta los 9,3 litros en consumos combinados.
El Renault Megane destaca notablemente por su agilidad al afrontar cualquier curva, que rápidamente transmite las inercias de un eje al otro haciéndolo más juguetón que sus rivales, debido a la dureza de su suspensión, aunque siempre bajo amplios márgenes de seguridad, obligándonos a conducir con los cinco sentidos al 100% y con las sensaciones al límite. Con esta cualidad y la mayor capacidad de reacción al acelerador del conjunto, se muestra como el más radical de la comparativa. Los frenos realizados por Brembo, con discos ventilados y perforados de 312 mm delante y 300 mm detrás, desarrollan su cometido de forma espectacular y detienen el conjunto con mucha potencia.
Focus ST: Deportivo y refinado
El diseño exterior del Focus ST, es el que más llama la atención entre los deportivos compactos de actualidad, fundamentalmente por su color naranja eléctrico y por la gran cantidad de aditamentos deportivos exteriores muy llamativos, aunque con una terminación y refinamiento exquisito, como los grandes faldones que rodean toda la carrocería, sus llantas de 18 pulgadas de cinco brazos con las puntas dobles con neumáticos deportivos en medidas 225/40, las molduras laterales y los inmensos pasos de rueda, conservados de la versión de serie, pintados en el color de la carrocería, así como el escape de doble salida central cromada coronado el conjunto por un alerón trasero de grandes dimensiones sobre el portón. De hecho su imagen difiere muy poco de los coches de competición de la marca del óvalo que participan en el Campeonato Mundial de Turismos WTCC.
Viendo el amplio equipamiento de serie del nuevo Focus no dudamos ni un momento la intención de sus creadores de ofrecer una combinación exquisita entre deportividad y lujo. Por 26.140 euros del Focus ST básico dispondremos de elementos de seguridad activa como ABS con EBD y controles de estabilidad y tracción en combinación con el asistente a la frenada de emergencia EBA. La seguridad pasiva queda garantizada por airbags frontales, laterales frontales y de cortina en todas las plazas, así como un sistema de protección contra lesiones en el cuello y pedales y dirección colapsables en caso de accidente. El confort de los pasajeros no se olvida, poniendo a su servicio el climatizador dual independiente, la radioCD con lector de formato MP3 o los asientos Recaro, entre otros detalles de exclusividad. Los más ‘exigentes’ habrán de pagar como opción los faros de xenon adaptativos, el sistema V2C de control por voz o los asientos Recaro de piel de alta calidad, que restan una plaza al conjunto, a lo que podrán sumar además los 1.200 euros que cuesta pintarlo en ese precioso y original color naranja eléctrico de nuestra unidad.
Renault Megane F1 Team: Deportividad heredada
Sobre la base del Megane Sport Trophy, exclusivamente de 3 puertas, esta nueva edición incluye elementos estéticos que lo distinguen levemente, como un color de carrocería especial, el azul F1 Team, y los anagramas de F1 Team en los laterales y en la parte trasera, además del empleo de las mismas llantas de aleación multirradio de 18 pulgadas en color grafito con neumáticos deportivos 235/40. Los reglajes especiales del Sport Trophy los ha recogido el F1 Team, con una ‘transigencia’ notable de los controles de estabilidad y tracción, para dejar disfruar a los más entusiastas de la conducción deportiva sin perder la seguridad que caracetriza a la marca Renault.
El comportamiento es muy noble, con un chasis muy a la altura de la potencia ayudado por unas vías ensanchadas que facilitan la labor de mantener el coche siempre sobre el asfalto y en la trazada. Se ha optimizado la rigidez del chasis con una suspensión muy elaborada que se ha endurecido respecto al modelo básico lo cual aumenta la velocidad de paso por curva, la máxima seguridad en apoyos fuertes y una frenada muy potente sin cabeceos.
También la seguridad pasiva, como es costumbre en la marca del rombo, está al más alto nivel con 5 estrellas en los test de protección de pasajeros ante accidentes, realizado por la famosa asociación alemana EuroNCAP.
Golf GTI: Un GTI en toda regla
Entre los elementos que decoran exteriormente la imagen deportiva, tanto en su versión de tres puertas como la de cinco, encontramos las llantas de aleación de 17 pulgadas de serie o las de 18 opcionales, los paragolpes delantero y trasero abombados y hasta el suelo, el primero con rejilla de nido de abeja más agresivo y con mejor ventilación con tres grandes aberturas en negro, que contrasta con los colores de la carrocería, y una línea roja en forma de ‘U’ que, junto a las siglas GTI, es el rasgo característico para reconocerlo entre sus hermanos de sangre. El doble escape trasero en acero inoxidable, combinado con la exclusiva parte inferior del paragolpes y el discreto alerón sobre el portón, coronan la parte trasera. Lateralmente destaca principalmente con una suspensión rebajada en 15 mm que pega la carrocería al suelo, las pinzas de freno de 4 pistones en color rojo que muerden discos de gran tamaño y las taloneras y los embellecedores de los pilares en color negro brillante.
El motor es el poderoso 2.0 Turbo FSI de inyección directa de gasolina que hace gala de un temperamento deportivo muy poderoso gracias a sus 200 cv de potencia a 5.100 rpm y sorprende su fuerza de empuje a cualquier régimen, con un contundente par de 280 Nm entre 1.800 y 5.000 rpm gracias al turbocompresor y el intercooler, que empuja con mucha contundencia desde las primeras vueltas, algo similar a lo que se obtiene con un propulsor TDI. Corre más de lo que cabe esperar de un coche de 200 cv, sobre todo con el cambio automático secuencial de doble embrague DSG de 6 velocidades, que alcanza los 100 km/h desde parado en sólo 6,9 segundos, 3 décimas más rápido que con el cambio manual, mientras que la velocidad máxima es de 235 km/h. Es la primera vez en la historia que un coche de estas características deportivas con cambio automático logra mejorar las prestaciones de su homónimo con cambio manual. El consumo también se mejora en 0,1 litros a los 100 km con una cifra de 7,9 litros a los 100 km en ciclo mixto.
El comportamiento es exquisito, como los deportivos de pura raza, gracias a la suspensión con sistema McPherson delante y el sistema multibrazo trasero, empleado en esta 5ª generación del Golf, adaptados a las nuevas características del GTI, para lo que se ha incorporado un tren de rodaje deportivo, con la suspensión rebajada en 15 mm y nuevas barras estabilizadoras más resistentes. Los discos de freno también son de muy grandes dimensiones, deteniendo el conjunto en muy pocos metros. El equipamiento de seguridad de serie está al más alto nivel, con control de estabilidad ESP, reposacabezas delanteros activos, tres repocabezas traseros, hasta 6 airbags y un innovador control de presión de neumáticos.