Alfa Romeo 147 Q2 y GT Q2
Versiones deportivas
A principios de 2007 las gamas 147 y GT de Alfa Romeo se completarán con la llegada de dos versiones deportivas denominadas Q2. Estas versiones no supondrán cambio alguno en cuanto a motor, pues utilizarán el 1.9 JTDM de 150 cv tal cual lo conocíamos hasta ahora, pero incorporan numerosos cambios a nivel estético y de comportamiento, presididos por el montaje de un diferencial autoblocante. Más adelante el sistema Q2 llegará a otros modelos y motorizaciones.
Casi todos los aficionados a las competiciones automovilísticas sabrán que un autoblocante es una de las piezas básicas que se instala para mejorar el comportamiento dinámico de un coche, ya que beneficia sustancialmente a la motricidad y por tanto a la efectividad, aumentando el placer y el control de la conducción. Además, estas versiones Q2 tendrán tanto en el 147 como en el GT una geometría de suspensiones rebajada, lo que unido al generoso equipo de neumáticos marcará diferencias respecto al resto de la gama y los volverá todavía más deportivos.
Estéticamente los Alfa Q2 se reconocerán rápidamente pues se modifican diversos elementos, como los espejos retrovisores satinados (como las versiones S de Audi). Del mismo modo, ligeros ensanchamientos de carrocería y una calandra retocada, así como terminales de escape cromado serán sus nuevas señas de identidad. En el Alfa Romeo 147 Q2, que también trae de serie un nuevo alerón, las llantas serán de 17 pulgadas y diseño específico, mientras que en el GT Q2 el diámetro será de 18 pulgadas. En el interior ambos contarán con detalles exclusivos, tales como el pedalier de aluminio, iluminación y fondos de cuadro de mandos específica, volante de cuero cosido con costuras en rojo, molduras de estribos y otros identificadores.
El sistema “Q2” se basa en la presencia de un diferencial de deslizamiento limitado, de tipo mecánico Torsen. En concreto, este diferencial tiene la tarea de repartir el par entre las ruedas motrices delanteras de manera dinámica y continua, dependiendo de las condiciones de conducción y del firme. Alfa Romeo ha puesto a punto el sistema “Q2” que hace suyos todos los puntos fuertes de la tracción delantera, aumentando considerablemente el agarre a la carretera, la tracción y la estabilidad en reducción y, al mismo tiempo, reduciendo el subviraje en aceleración, las intervenciones de los controles electrónicos y las vibraciones en el volante.
A continuación mostramos dos ejemplos prácticos que ponen de manifiesto el potencial técnico del sistema “Q2”.
Primer caso: automóvil en curvas
Recorriendo una curva en condiciones de poca adherencia (carretera mojada, nevada, con barro, etc.) o conduciendo de forma deportiva, a menudo nos encontramos ante una situación de pérdida de adherencia de la rueda interior. En el momento en que, a causa del aligeramiento de la suspensión debida a la transmisión de carga lateral, en la rueda interior se reduce el par al terreno, el diferencial tradicional (que reparte el mismo valor de par a ambas ruedas) transmite a la rueda exterior un valor de par igual que resulta ser insuficiente para una buena tracción.
En esta situación se pueden obtener dos respuestas distintas en función del equipamiento del automóvil. De hecho, en un modelo sin ASR – VDC, el resultado percibido es un deslizamiento de la rueda interior, una pérdida de control del vehículo (fuerte subviraje) y una falta de aceleración en la salida de la curva. Si, por el contrario, el automóvil está equipado con ASR – VDC, la intervención de los sistemas de asistencia a la conducción restan potencia al motor, interviniendo en la válvula de mariposa y en el sistema de frenos, haciendo realmente imposible la modulación del acelerador y creando una desagradable sensación de descenso de la potencia. En ambos casos, el resultado es que en la salida de la curva se tenga la sensación de estar “parados”.
¿Qué sucede en este caso con el sistema “Q2”?
En el momento en el que la rueda interior empieza a perder adherencia, el par se transmite parcialmente hacia la rueda exterior, garantizando un subviraje menor, una mayor estabilidad y una mayor velocidad de recorrido de la curva.
El mejor rendimiento mecánico de la transmisión “Q2” retrasa la intervención de los sistemas de control del automóvil, garantizando una mejor tracción en salida de curva. Todo ello para ganar en placer de conducción y en control total del vehículo.
Segundo caso: terrenos con poca adherencia
Cuando se conduce en terrenos con condiciones de baja adherencia, a menudo las ruedas motrices están en condiciones de distinta adherencia. Por ejemplo, al recorrer una carretera nevada o mojada, las dos ruedas podrían encontrarse en condiciones de adherencia diferentes. En estas condiciones concretas, una arrancada o una fuerte aceleración podrían comportar un deslizamiento de la rueda con condiciones críticas de fricción, con fuertes reacciones en el volante, un arranque inadecuado y la necesidad de realizar continuas correcciones con el volante para mantener la trayectoria.
¿Qué sucede aquí con el sistema “Q2”?
Los efectos negativos se contrastan gracias a la transferencia progresiva del par hacia la rueda que puede disfrutar de un mayor coeficiente de fricción, haciendo más sencillo, por ejemplo, el arranque en subida o más segura y confortable la conducción por tramos de carretera con condiciones variables del firme.