Alfa Romeo 147 1.6 TS

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GENIO Y FIGURA

En el segmento comercial de los 4 metros, el 147 es un producto que combina perfectamente funcionalidad y deportividad, en especial en esta versión 1.6 TS que con 120 CV destaca por sus prestaciones.
Con sus 4,17 m de largo el 147 entra en el segmento medio ante competidores de casi todas las marcas, aunque su objetivo de referencia sigue siendo el VW Golf. Frente a ellos el 147 ofrece una estética distinta y personal, con su frontal en el que el escudo tradicional de la marca se verticaliza aún más, forzando como en el 156 a la posición lateral izquierda de la matrícula, y dejando por la parte baja del paragolpes las dos tomas principales de aire para la refrigeración del motor.

Exterior

ESTAMPA PROPIA

El 147 es 11 cm más largo que el 145 y 9 cm menos que el 146 a los que sustituye, con carrocería única tanto en 3 como para 5 puertas, aunque por ahora sólo se ofrece la primera. Su línea es muy atractiva, pese a su cintura alta, que refuerza la imagen de solidez, compartiendo la plataforma del 156, con la batalla acortada en 5 cm (2,56 m). Por detrás su aspecto resulta también muy equilibrado, con la base de la luneta trasera ligeramente en ‘V’ (como en el 145) y el portón partiendo los grupos ópticos ojivales. El conjunto respira fuerza y solidez, con una línea muy dinámica y un estilo personal.

Interior

INTERIOR

El habitáculo ha ganado algo en espacio y habitabilidad respecto a los 145/146, pero menos de lo que se deduciría del aumento de dimensiones; incluso la anchura posterior cede 2 cm, pese a lo que acoge 4 cómodas plazas, mientras que 5 ya van muy justas (sólo 1,30 m de ancho). La marca tampoco lo pretende, con una banqueta trasera claramente pensada para dos ocupantes (el resalte central es bastante molesto) y sólo dos apoyacabezas.
Los asientos delanteros ofrecen una buena sujeción lumbar y generosa banqueta, con el del acompañante capaz de adelantarse algo más que el del conductor, gracias a la suave escotadura del salpicadero. Este presenta un bonito acabado bitono, con acertadas inserciones de aluminio y plásticos de excelente presencia. El atractivo cuadro presenta sin embargo una lectura complicada -sobre todo del reloj central, ‘mordido’ por los laterales- acentuada por los reflejos parásitos en conducción diurna. El volante, de tres brazos, se gradúa en altura y profundidad y en sus radios laterales lleva los mandos de la radio.

No abundan los huecos portaobjetos, con uno bajo el apoyacodos central delantero (que estorba al freno de mano cuando va echado) y una guantera sin llave bastante más pequeña de lo que su gran tapa parece indicar. Los huecos de puertas aunque largos tienen poca altura.
El climatizador de serie es bastante eficaz, aunque los aireadores podrían mejorar su posición para desempañar mejor las lunas en tiempo frío. Los retrovisores externos son un ejemplo de máximo campo de visión con la mínima superficie, algo muy de agradecer cuando la visibilidad posterior no es demasiado buena, y el cambio, en la mejor tradición Alfa es rápido, preciso y algo duro de accionamiento. El único punto negro es el maletero, que con 280 litros (oficiales y reales) se queda corto para sus casi 4,2 m de largo, llegando a 1.030 litros con la banqueta trasera plegada. La rueda de repuesto (de emergencia) se halla bajo su plano de carga.

Comportamiento

COMPORTAMIENTO INTACHABLE

Pero pese a su bello aspecto, lo mejor del 147 es sin duda su comportamiento. Con las mismas suspensiones del 156, a base de paralelogramos deformables delante y eje pseudo Mac Pherson detrás por brazos asimétricos, su agarre es impecable con un tacto muy ágil, en el que sin que el morro subvire demasiado tenemos un eje trasero que perdona casi todo.
Con una dirección muy rápida (sólo 2,2 vueltas de volante) con la asistencia justa (a alguno le parecerá incluso dura), las trazadas son de una limpieza total, con mínimo balanceo en curva y sin asomo de ‘doble apoyo’ en los cambios rápidos de giro. Al límite desliza de forma progresiva en ambos trenes, lo que es digno de elogio en un coche que aunque no se pasa de neumáticos (195/60 VR 15, Michelin Pilot SX en la unidad probada) tampoco se queda corto, rebasando con creces la tonelada de peso (1.200 kg).Sin tener que inflar muy duro (2,3 bares delante y 2,2 detrás) la agilidad de este 147 1.6 TS es excelente en terreno virado, con un aplomo en rectas propio de un coche mayor y un confort muy aceptable, con algún rebote tan sólo sobre piso muy bacheado. La dirección influye no poco en ello, y dada su rapidez no es de criticar su algo excesiva dureza (de lo contrario se volvería demasiado sensible a alta velocidad), pero sí su escaso diámetro de giro, que penaliza al coche en maniobras.A la hora de frenar, con los mismos discos del 156 (ventilados de 284 mm delante y macizos de 251 mm detrás) tenemos una exelente potencia, con un tacto duro que facilita su dosificación, y un ABS muy bien tarado que no se precipita en su acción, como lo demuestra lograr pararse en seco a 120 km/h en sólo 55 m. Sólo tras un trato muy duro notaremos que aumenta un poco el recorrido del pedal, para quedarse estabilizado después.

Motor

MECANICA BRILLANTE, AUNQUE ALGO SEDIENTA

Por motor, el Alfa 147 1.6 TS exprime a fondo sus 1.598 cc. Su clásica arquitectura es la conocida en los 156: un 4 cilindros con bloque de fundición y culata de aluminio, con distribución biárbol y cotas ligeramente cortas (82 x 75,7 mm), capaz de girar deprisa sin esfuerzo, y que sin embargo ahora tira mucho mejor a bajo régimen gracias a su distribución variable, que le permite una agrado de respuesta por debajo de 3.500 rpm de la que carecía antes, yendo además mucho mejor insonorizado.
Su potencia -120 CV- es la misma del 145 1.6 TS (también a 6.200 rpm), pero el par sube hasta 14,9 mkg a 4.200 rpm gracias al variador de admisión que actúa sobre el árbol de levas gestionado por la centralita de inyección Motronic. El acelerador es electrónico, lo que mejora la suavidad de respuesta, con una cartografía de inyección modificada para disminuir el consumo. El resultado es la ya conocida brillantez en alta, donde el motor se estira hasta las 6.800 rpm (corte de inyección) sin pestañear y con un ruido precioso, sólo excesivo a partir de 5.000 rpm. Pero además, en baja tira redondo y suave, empujando ya sobre las 2.500 rpm, para hacerlo con más fuerza a 3.500 rpm (un régimen de lo más aprovechable) y sacar el genio a partir de las 4.500.

Prestaciones y consumos

PRESTACIONES Y CONSUMOS

Con un cambio manual de 5 marchas de escalonamiento bastante cerrado sobre todo entre 2ª, 3ª y 4ª, y un desarrollo final más bien corto (sólo 30,2 km/h por 1.000 rpm en 5ª), parece llevar un motor de bastante mayor cubicaje del que tiene. La aceleración de 0 a 100 km/h la cubre en 10,4 segundos. La velocidad máxima oficial (195 km/h) la supera en 5ª hasta alcanzar los 200. Su potencia -120 CV- es la misma del 145 1.6 TS (también a 6.200 rpm), pero el par sube hasta 14,9 mkg a 4.200 rpm gracias al variador de admisión que actúa sobre el árbol de levas gestionado por la centralita de inyección Motronic. El acelerador es electrónico, lo que mejora la suavidad de respuesta, con una cartografía de inyección modificada para disminuir el consumo. El resultado es la ya conocida brillantez en alta, donde el motor se estira hasta las 6.800 rpm (corte de inyección) sin pestañear y con un ruido precioso, sólo excesivo a partir de 5.000 rpm. Pero además, en baja tira redondo y suave, empujando ya sobre las 2.500 rpm, para hacerlo con más fuerza a 3.500 rpm (un régimen de lo más aprovechable) y sacar el genio a partir de las 4.500.
La contrapartida a esta brillantez dinámica está en unos consumos relativamente altos, que si bien no lo son en relación a sus prestaciones, sí lo son un poco para su cilindrada. A ritmos tranquilos por carretera (90/100 km/h) no baja de 7 litros cada 100 km, subiendo a casi 8 a 120/130, para superar los 9 a cruceros del orden de los 140/150. En ciudad se ha conformado con 10,5, que tampoco es tanto para un 1.600. Y es que la distribución variable mejora la respuesta en baja pero no hace milagros con el consumo, máxime con un peso de más de tonelada y cuarto con conductor a bordo y una aerodinámica nada relevante (Cx de 0,32), a lo que se une unos cortos desarrollos que penalizan la marcha rápida en carretera.

Equipamiento

EQUIPAMIENTO MUY COMPLETO

En cuanto a equipamiento, y a cambio de un precio final sin duda alto (más de tres millones de pesetas), este 147 1.6 TS en nivel Distinctive ofrece de serie seis airbags (dos frontales, dos laterales más otros dos de cabeza, protegiendo éstos tanto las cabezas de los ocupantes delanteros como traseros). Y además del ABS con EBD monta también de serie control de tracción (ASR) y de par motriz en retención (MSR), amén del ya opcional control de estabilidad dinámica de Fiat (VDC).
En cuanto a detalles de confort añade el climatizador automático de aire acondicionado, fitro doble de habitáculo, pantalla multifunción, ordenador de a bordo, equipo hi-fi RDS con 8 altavoces y lector CD, llantas de aleación, apoyabrazos delantero, volante y pomo del cambio en piel, control de velocidad de crucero, telemando de cierre, faros antiniebla, ordenador de a bordo, sistema de iluminación automática Follow me Home, inmovilizador Alfa Code, etc.

En suma, un turismo compacto con el adecuado toque deportivo de la marca pero a la vez práctico y funcional sin renunciar a las típicas señas de identidad de Alfa Romeo: deportividad, brillantez y estilo.

Ficha

FICHA TECNICA

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