Los coches de los políticos
Reportaje
Los coches de los políticos han estado presentes en el debate público desde siempre. Son representantes de la ciudadanía que en tiempos económicos turbulentos como los actuales deben dar ejemplo. Por descontado, si estos vehículos además están financiados con fondos públicos, es decir, son coches oficiales, cifras como las que se han publicado en la prensa en los últimos años superiores a los 300.000 euros por coches tan seguros como lujosos, tan grandes como potentes, es lógico que se consideren un dispendio público. España es el sexto país del mundo con más flota oficial, y de ellos la mayor parte son vehículos de gama alta: Peugeot 407 y 607, Alfa Romeo 159, Audi A6 y Audi A8 o BMW Serie 7 son habituales entre directores generales, consejeros delegados, diputados, ministros o jueces. Según publicó en su momento El economista, el parque móvil del Estado lo componen 35.000 vehículos: de ellos, 1.090 coches pertenecen a la administración central (de los cuales, 431 al Gobierno).
El resto de esta flota pertenece a cargos autonómicos y municipales. Por ejemplo, los anteriores presidentes de Castilla La Mancha o Galicia, José María Barreda o Emilio Pérez Touriño (ambos del PSOE) se gastaron en su momento 480.000 y 337.000 euros, respectivamente, en sendos Audi A8 forrados con las más vanguardistas medidas de seguridad. Cinco veces más caro del coche de Sarkozy, se publicó en su momento en referencia al coche de Touriño.
Y es que estos A8 blindados son casi 700 kg más pesados de los modelos de calle de los que derivan al ser reforzados componentes como, frenos, amortiguación, chasis, carrocería (las ventanillas tienen hasta 4cm de grosor) y el propio motor, y por lo tanto su montante económico final se ve incrementado con precios que oscilan entre los 180.000 y 600.000 , en función del blindaje y resto de equipamientos en materia de seguridad. Mercedes, rival directa de Audi en el mercado de vehículos normales, fue la primera en ensamblar un coche blindado, allá por 1928 y actualmente ya incluye en su catálogo del Clase S de carrocería versiones blindadas: Mercedes-Benz S-Class Guard. Algo similar ocurre con BMW, con su BMW 7 Series High Security. Y ya no digamos de las tradicionales marcas de hiperlujo Rolls Royce, Bentley y Maybach (recientemente desaparecida), cuya demanda es casi en su totalidad para mandatarios del sector público y más abundantemente de la empresa privada.Los coches blindados pesan, cuestan y corren más
‘El ‘Sunshine Special’ de Roosvelt era un Lincolns V12 Convertible’¿Y cuándo comienza la historia de los coches oficiales? Pues en 1939, claro está, en Estados Unidos, se construyó el primer vehículo específicamente ideado para uso exclusivo del máximo dirigente del país, en esa ocasión, Roosvelt: nacía la primera limusina presidencial de la historia, el Sunshine Special (foto superior de portada), un Lincoln V12 Convertible que permanecería en uso hasta 1950.El Sunshine Special de Roosvelt era un Lincolns V12 Convertible
Tanto en Estados Unidos, como en Gran Bretaña, dos de los países sobre los que recae una amenaza terrorista más intensa, los altos cargos públicos lucen vehículos inigualables por caros y seguros. Tras los atentados de las Torres Gemelas en septiembre de 2011, las medidas de seguridad en ambos países se incrementaron, y por extensión las de sus mandatarios. Los últimos dueños de la Casa Blanca se han paseado en Cadillac inexpugnables como el CTS de George Bush o el One de Barack Obama (foto de la izquierda). Por su parte, el primer ministro británico Gordon Brown (2007-2010) lució un Jaguar XJ blindado que entre otros elementos, incorporaba reservas de aire, medidas anti gases y anti bombas o toda una plataforma de comunicación específica para garantizar su independencia.
Los coches privados del gobierno del PP, a la palestra
Sin embargo, en época de recesión, los políticos cuidan con mimo hasta el más mínimo de los detalles. Derroches los justos. Entre la nómina de coches privados de los nuevos inquilinos de la Moncloa, del Partido Popular (PP), que nadie espere fabricantes como Aston Martin, Maserati, Lamborghini o Porsche. Son coches de perfil más mundano, con el presidente del gobierno Mariano Rajoy dando buen ejemplo (la casillas de vehículos en su declaración de bienes está vacía), y con excepciones como el nuevo ministro de Agricultura Arias Cañete, apasionado de los coches clásicos ha llegado a competir con un Renault Alpine de 1970- y que posee una colección de siete vehículos como por ejemplo, un Mercedes 500 SL (comprado en 1996) o un Austin Cooper del 67 (2002)- entre la que incluye una scooter Piaggio EVO X7 (2010), con la cual se le ha visto llegar en numerosas ocasiones el Congreso cuando era un diputado raso.
Sin embargo, en época de recesión, los políticos cuidan con mimo hasta el más mínimo de los detalles. Derroches los justos. Entre la nómina de coches privados de los nuevos inquilinos de la Moncloa, del Partido Popular (PP), que nadie espere fabricantes como Aston Martin, Maserati, Lamborghini o Porsche. Son coches de perfil más mundano, con el presidente del gobierno Mariano Rajoy dando buen ejemplo (la casillas de vehículos en su declaración de bienes está vacía), y con excepciones como el nuevo ministro de Agricultura Arias Cañete, apasionado de los coches clásicos ha llegado a competir con un Renault Alpine de 1970- y que posee una colección de siete vehículos como por ejemplo, un Mercedes 500 SL (comprado en 1996) o un Austin Cooper del 67 (2002)- entre la que incluye una scooter Piaggio EVO X7 (2010), con la cual se le ha visto llegar en numerosas ocasiones el Congreso cuando era un diputado raso.
Entre los coches privados que aparecen en la declaración de bienes de los miembros del nuevo ejecutivo del PP, podemos citar el Audi A3 1.9 TDI (2000) de la vicepresidenta Sainz de Santamaría, o el idilio que Ana Pastor, ministra de Fomento, mantiene con BMW: posee un X3 3.0 (2008) y un pequeño Mini Cooper (2011). La tercera de las cuatro mujeres del gabinete, Ana Mato, ministra de Sanidad, apuesta por un coche urbano y pequeño para moverse por la ciudad, como es el Nissan Micra (2001) y una alternativa más grande y polivalente, Toyota RAV4 (2003). Alberto Ruiz Gallardón, al que la polémica también le persiguió durante su etapa como alcalde de Madrid por viajar en un Audi A8 oficial blindado, de 3800 kg, 450 cv y valorado en 591.000 , posee una de las flotas privadas más abundantes del nuevo gabinete, dos motos y dos coches: Yamaha WR 400F y una BMW K 1200 R y por otro lado un Lancia Ypsilon 1.4 16V (2004) y un BMW X1 2.000 cc (2011).
Por su parte, Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, se decanta por un todoterreno de lujo como es el Mercedes ML 270 CDI (2004). José Manuel Soria, con la cartera de Industria, Energía y Turismo, Fátima Bez, responsable de Empleo y Seguridad Social, o Jorge Fern?ndez Díaz, de Interior, disponen de un único vehículo cada uno: un Volkswagen Golf TSI (2010), un Mercedes Clase A 160 (de ocasión, matriculado en 2010 y adquirido en julio de 2011) y un Seat Ibiza de 1600 cc, respectivamente. Faltan por conocerse los cuatro ministros que no son diputados: Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad, José Manuel García Margallo (Asuntos Exteriores y Cooperación), Pedro Morenés (Defensa) y José Ignacio Wert (Educación, Cultura y Deporte), según los datos de nuestros compañeros del portal coches.com. Otro diputado del PP, Jorge Moragas, posee un Volvo (1999), un Mini (2007) y una scooter de Honda (2010).
Entre la oposición, por ejemplo, destacamos al socialista y último candidato a la presidencia Alfredo Pérez Rubalcaba con dos vehículos propios, un Mazda (1998) y un Skoda (2000). Su compañera de partido, Carme Chacón, anterior ministra de defensa, compró en 2006 un Volkswagen Golf, su único coche privado. Por su parte, Gaspar Llamazares, diputado de Izquierda Unida por Asturias y último portavoz parlamentario de dicha coalición, se ha comprado este año un monovolumen Opel Meriva.