En septiembre hasta 630 cv
Mercedes modifica su gama más lujosa y deportiva, es decir, la que afecta a las Clases S y CL en sus respectivas versiones AMG. Se trata de unas mejoras que se estrenarán el próximo mes de septiembre y, aunque todavía no se han desvelado sus precios, estos deberían andar aprejos a los de los modelos que sustituye, o lo que es lo mismo, entre 170.000 y 260.000 euros. Básicamente lo que se ha hecho ha sido aumentar ligeramente la potencia de los 65 AMG y sustituir el motor de los 63 AMG por otro totalmente diferente, ahora de menor cilindrada y con dos turbos.
Comenzamos con el suntuoso deportivo CL, un modelo que apenas tiene rivales en el mercado por su concepto de lujosísimo y enorme coupe de más de cinco metros de largo. Quizá el competidor más próximo sería el Bentley Continental GT, pues la mayoría de los modelos con este tipo de carrocería son más pequeños, ligeros y austeros. La gran novedad la encontramos en el motor del 63 AMG, ya que se jubila el V8 de 6.208 cc atmosférico y 525 cv y se da paso a un nuevo V8 de 5.461 cc biturbo de 544 cv de potencia y 800 Nm de par. Las prestaciones se mejoran ligeramente, con un registro de 4,5 segundos en aceleración de 0 a 100 km/h, pero es que los consumos en parte gracias a la instalación del sistema Start/Stop– se reducen de los 14,9 l/100 km de su predecesor a los 10,5 l/100 km de ahora ¡casi nada! Por lo que se refiere a la caja de cambios se sigue contando con la automática Speedshift de siete velocidades.
Pero para quien desee algo más, Mercedes ofrece un paquete AMG Performance que eleva la potencia hasta los 571 cv y 900 Nm, gracias principalmente a la sobrepresión de los turbocompresores, que pasan de 1 a 1,3 bar de presión. Aunque se trate de un modelo de 571 cv, no lo debemos confundir con el motor del SLS, de idéntica cifra de potencia pero atmosférico y de mayor cilindrada. La principal novedad de este paquete de potenciación es que se quita la limitación de 250 km/h y se eleva la velocidad punta hasta 300 km/h. Y para los más tradicionales y que no les importe el dinero, Mercedes realiza una evolución más del veterano V12 Biturbo del 65 AMG, en este caso llevando la potencia hasta los 630 cv, el par hasta los 1.000 Nm. Va asociado a la caja automática de cinco velocidades. La prestaciones (4,4 segundos de 0 a 100 km/h y velocidad limitada a 250 km/h) no mejoran los registros del nuevo motor V8 biturbo, y además este V12 gasta mucho más y lleva un cambio más veterano, por lo que, a todas luces, parece mucho más recomendable el nuevo CL 63 AMG de 544 ó 571 cv.
Exactamente la misma receta ha seguido Mercedes para los nuevos Clase S AMG, e incluso los niveles de potencia y opciones son idénticos. Es más, incluso las prestaciones que declara son calcadas, por lo que las diferencias entre uno y otro modelo radican casi exclusivamente en el tipo de carrocería. Eso sí, es unos 10.000 euros más caro el CL que el S. Un salvedad es que el S63 AMG se puede pedir con carrocería normal (5,09 metros) o larga (5,20 metros), mientras que el S65 AMG sólo está disponible para la carrocería larga. También el equipo de neumáticos es el mismo que el del CL, con unas medidas que son de 255/40 R19 delante y 275/40 R19 detrás en el V8, y de 255/35 R20 delante y 275/35 R20 detrás en el V12. Estas versiones AMG de la Clase S, al contrario que los CL, sí que tienen más rivales, como los BMW 760Li y Jaguar XJ (Audi todavía no ha sacado versión S de los nuevos A8), los lujosos Bentley Continental Flying Spur y Aston Martin Rapide, así como a los más deportivos Porsche Panamera o Maserati Quattroporte.