A FONDO
En autocity.com ya habíamos probado el nuevo Mazda 6, en su versión de gasolina 2.5 de 170 CV, con la que conseguía unas prestaciones brillantes ligadas a una gran suavidad de funcionamiento. Ahora nos subimos de nuevo a la berlina de Mazda, para probar una de las mecánica más equilibradas y ahorradoras de la gama, el diesel 2.2 CRTD de 166cv, situado en prestaciones y precio por encima del 2.2 CRTD de 129 CV, y por debajo del 2.2 CRTD de 180 CV. Un motor que no defrauda, y convierte al Mazda 6 en el coche ideal para devorar kilómetros en autopista y carretera, gracias a un propulsor que acompaña en todo momento al excelente comportamiento y estabilidad del chasis.
Tampoco deja indiferente la carrocería de 5 puertas, que con sus líneas de coupé, y combinada con el acabado Sportive que lucía la versión probada, presume de un exterior deportivo, a la par que elegante.
Al acceder al interior de nuestra unidad de pruebas, nos encontramos con un interior cálido, donde los asientos de cuero dan un gran empaque a un puesto de conducción de excelente diseño y buena ergonomía donde solo el tacto de algunos plásticos duros parece desentonar con el resto de materiales y acabados. Destacable es el espacio con el que cuentan los pasajeros que eventualmente ocupen las plazas traseras, donde a pesar de la caída más pronunciada del techo en esta versión de 5 puertas, podrán acomodarse sin problemas ni de espacio para las piernas, ni de altura para la cabeza, para ocupantes de hasta 1,85 metros.
-Motor potente y refinado
-Diseño deportivo y actual
-Buena habitabilidad y gran maletero-Mordiente de los frenos
-Materiales del interior
-Insonorización mejorable
-Diseño deportivo y actual
-Buena habitabilidad y gran maletero-Mordiente de los frenos
-Materiales del interior
-Insonorización mejorable
a favorMotor potente y refinadoDiseño deportivo y actualBuena habitabilidad y gran maleteroen contraMordiente de los frenosMateriales del interiorInsonorización mejorable
Cinco adultos pueden viajar en el Mazda 6 sin problemas, y aunque el mayor grado de confort se obtiene para 4 ocupantes, la plaza central trasera es perfectamente aprovechable. El maletero, acorde con la capacidad viajera del modelo, es de 510 litros, que aumentan hasta los 1.751 litros con los asientos abatidos. Nos pareció muy útil y práctico el sistema de plegado de los asientos, denominado Karakuri, que se lleva a cabo automáticamente al accionar un seguro situado a la altura del maletero.
Bajo el capó nos encontramos con el nuevo motor 2.2 common-rail en su variante de 163 CV. Con esta cifra de potencia, que se obtiene a 3.500 rpm, y un par máximo de 360 Nm, que se mantiene constante entre las 1.800 y las 3.000 rpm, el Mazda 6 consigue unas prestaciones notables, acelerando de 0 a 100 km/h en 9 segundos y alcanzando los 212 km/h de velocidad máxima.
Más allá de los fríos números, este propulsor sorprende por su buen tacto y funcionamiento, y solo en frío se percibe su rumurosidad en el habitáculo, que desaparece en cuanto recorremos los primeros kilómetros. La entrega de potencia es progresiva y sin escalones, con un motor que muestra una fuerza más que suficiente en la zona baja del cuenta revoluciones, y que sube de vueltas con decisión, acompañado de un sonido que no resulta molesto en ningún caso.
Si queremos disponer de todo el empuje del propulsor será necesario que la aguja del cuenta revoluciones ronde las 2.500 rpm, por ejemplo antes de iniciar un adelantamiento, pero lo cierto es que en el resto de circunstancias, el motor no se muestra perezoso si tiene que realizar recuperaciones desde bajas vueltas. Aunque sin duda la zona en la que más cómodo se mueve este turbo diesel es entre las 1.800 y 3.500 rpm, también es capaz de estirar la zona alta del cuenta revoluciones, acerándose a las 5.000 rpm sin flaquear en la entrega de potencia.
Es difícil encontrarle un pero a este motor, que aúna potencia, elasticidad y una suavidad de funcionamiento destacable para tratarse de un propulsor diesel. Más aún cuando aquellos que demanden una mayor cantidad de potencia pueden optar dentro de la gama por el motor diesel superior, el 2.2 CRTD de 180 CV, que aunque sobre el papel solo rinde 17 CV de potencia más que el modelo probado, tiene una respuesta mucho más contundente al acelerador. De cualquier modo, tanto por la relación precio potencia, como por prestaciones y suavidad de funcionamiento, este propulsor de 163 CV es a nuestro juicio el más recomendable de la gama diesel actual del Mazda 6.
Con un consumo de combustible combinado homologado en 5,4 litros cada 100 kilómetros, y unas emisiones de CO2 de 142 gramos por kilómetro, el Mazda 6 está dentro de la media de consumo para su categoría. En conducción por autopista y carretera, con el aire acondicionado puesto y a media carga, es fácil hacer medias de consumo reales inferiores a 6 litros, un valor bueno para una berlina de este tamaño y potencia.
El comportamiento siempre ha sido una de las virtudes del Mazda 6, y en esta versión Sportive, con llantas de 18 pulgadas y neumáticos de perfil bajo, el placer de conducción cobra tanto protagonismo como el confort. Se trata de un coche que es tan cómodo en autopista, como estable en curvas rápidas, con una dirección rápida y precisa que hace que enlazar curvas sea muy gratificante. Solo echamos en falta unos frenos con un poco más de mordiente, que son el único punto del coche que no está a la altura del carácter deportivo y comportamiento impecable que muestra el Mazda 6.
El Mazda 6 5 puertas con acabado Sportive, el equipamiento más completo que llevaba la versión probada, tiene un precio recomendado de 33.025, estando también disponible esta motorización con el acabado Style, con el que el precio es de 28.575 . Unos precios ajustados, con los que hacer frente a sus rivales naturales, el Honda Accord 2.2 i-DTEC, y el Toyota Avensis 2.2 D.4D.