Range Rover Sport 4.4 SDV8
Probamos el Range Rover Sport SDV8, la máxima expresión en cuanto a grandes SUV de lujo con motor diésel se refiere, un mastodonte que combina exclusividad, altas prestaciones y además unas posibilidades de uso fuera de carretera bastante respetables. Tiene 340 cv y con el acabado que lo probamos y que aparece en las fotos cuesta 97.300 €. Se trata de una variante de muy alta gama, pero que resulta una fórmula de mecánica V8 diésel que, si bien en una generación pasada de modelos estaba de moda, ahora se encuentra en desuso. Mantiene su gran refinamiento y poderío, pero vamos a ver cómo se posiciona en el mercado hoy día esta versión.
Nos explicamos. Cuando nació el primer Range Rover Sport la versión V8 diésel era la más adecuada por varios motivos. Primero porque se trataba de coches de más de 2,5 toneladas de peso, y segundo porque los motores diesel de 6 cilindros en muchos casos no alcanzaban ni los 200 cv (los primeros Range TDV6 del Sport daban 190 cv). Así las cosas, junto al primer Range Rover Sport TDV8 de 272 cv nacido en 2006 encontrábamos rivales con más cilindros todavía, como el VW Touareg 5.0 V10 TDI de 313 cv o verdaderas bestias como el Audi Q7 6.0 V12 TDI de 500 cv. Era una época – aunque muy reciente- en la que se ponía el punto de mira en cilindradas más altas y en la que ni se pensaba en grandes SUV de lujo con mecánicas diesel de cuatro cilindros (y ahora muchas marcas la ofrecen con resultados más que correctos).Con la disminución de masas y el mayor rendimiento de los motores ya no es necesario recurrir a tanta cilindrada
Hoy día, con la disminución de masas y el mayor rendimiento de los motores ya no es necesario recurrir a tanta cilindrada, y de hecho conocidos SUV como los BMW X5 o Mercedes ML ya no ofrecen en sus gamas motores diesel de más de seis cilindros. ¿Qué sucede pues con nuestro protagonista de hoy? Pues que si bien ‘va de cine’, es suave y refinado, corre mucho y su consumo no es desorbitado; en la gama del Range Rover Sport figura el SDV6 de 292 cv que probamos a principios de este mismo año y nos encantó. Puede que existan clientes enamorados del Range Rover Sport y amantes de las mecánicas diesel más poderosas posibles. Para ellos el modelo probado será una excelente opción, pero para quien busque la mejor relación entre precio, prestaciones, consumos y comportamiento dinámico, sencillamente el SDV6 es muy superior al SDV8.
Siguiendo con ‘la comparativa fraticida’ entre SDV6 y SDV8 diremos que la diferencia de precio no es mucha para este nivel (10.000 euros a igualdad de equipamiento), y que los 1,2 l/100 km de diferencia de consumo homologado (en la práctica son más, al menos dos litros de ahorro para el V6) pueden parecer poco para quien desembolsa esta cantidad de dinero en la compra de un coche. Pero además de que en prestaciones no se gana más que tres décimas en aceleración, la clave de nuestra preferencia por el V6 es el peso: 2.115 kilos frente a 2.398 kilos. Es una diferencia bastante apreciable que se nota en los consumos y en las prestaciones, pero también en el comportamiento dinámico, que resulta mucho más ágil en el SDV6.La clave de nuestra preferencia por el V6 es el peso, 2.115 kilos del SDV6 frente a 2.398 kilos del SDV8
Finalmente y para zanjar este asunto de la conveniencia de los motores V6 o V8, si bien ya hemos dicho que ni Mercedes ni BMW ofrecen para sus ML y X5 mecánicas diesel de más de seis cilindros, nos fijaremos ahora en otro de los SUV ‘de culto’: el Porsche Cayenne. La recientemente renovada gama Cayenne de Porsche sí ofrece un Cayenne S Diesel con mecánica V8 y un Cayenne Diesel ‘sin la S’ con motor V6. En este caso sí podría merecer más la pena el V8 para ciertos perfiles muy exigentes, pues la diferencia de potencia (262 cv frente a 380 cv) y de prestaciones (2 segundos menos el V8 en el 0 a 100 km/h) sí es reseñable; además de contar el S Diésel con un sonido muy excitante y con un tacto de conducción realmente deportivo. Vamos, que si bien el Range Sport SDV6 supera al Cayenne Diésel en varios aspectos, con los V8 sucede lo contrario.
Pero esto es una prueba, y no sólo una comparativa entre motores V6 y V8 o una reflexión sobre la conveniencia de las cilindradas más alta o más bajas; por lo que vamos a hablar de nuestro Range Rover Sport SDV8, que en el acabado HSE cuesta 94.600 euros y si le añadimos el paquete Dynamic de nuestra unidad de pruebas el precio asciende hasta los 97.300 euros. Todavía existen versiones más sibaritas, como las de ‘extralujo’ denominadas Autobiography, que llegan hasta los 113.700 euros. En cualquier caso elementos como el navegador o la tapicería de piel son de serie en todos los casos, pero nos sorprende descubrir que una innovación como el cuadro de instrumentos TFT virtual sea una opción por la que hay que pagar 799 euros. Nuestra unidad no la llevaba, pero recordamos que el SVD6 que probamos hace unos meses sí contaba con esta solución y realmente convence e impacta. De hecho, es hacia lo que van todas las marcas, y pronto lo veremos también en modelos de gama media.
Todavía existen versiones más sibaritas, como las de ‘extralujo’ denominadas Autobiography
Todavía existen versiones más sibaritas, como las de ‘extralujo’ denominadas Autobiography
El aspecto general de todos sus mandos es francamente formidable, y si bien echamos de menos el panel virtual de nuestra anterior unidad de pruebas, la calidad de los materiales empleados en el interior se puede calificar de sobresaliente. Cómodo y con un sonido muy refinado, el Range Sport SDV8 se beneficia de la eficacia de la caja de cambios automática de 8 marchas, la cual pasa de una marcha a otra son suma rapidez y suavidad. El empuje es muy notable, y su par motor de 700 Nm supera en 100 Nm al del SDV6. No obstante la sensación de empuje es similar, ya que la relación peso/potencia es muy parecida. En materia de emisiones, por poco, este SDV8 se nos va por encima del límite de los 200 g/km de CO2, y el consumo medio que declara es de 8,7 l /100 km; un consumo que en la práctica es ligeramente superior.
Detrás de la palanca de cambios encontramos la ruleta para seleccionar el modo de conducción, en el que nuestro acabado HSE Dynamic añade una opción orientada a lograr la mejor efectividad en asfalto. En ese momento la luz del cuadro de relojes cambia de blanca a roja, y varios parámetros se modifican para ofrecer un mejor “feeling” de conducción a alta velocidad. Su aceleración es notable, y declara de 0 a 100 km/h un tiempo de 6,9 segundos, llegando en velocidad máxima a 225 km/h. No obstante el Range Rover Sport SDV8 se disfruta más en una conducción más bien tranquila, que puede ser rápida si las circunstancias lo permiten, pero que por lo que transmite el coche sugiere practicar una conducción relajada. En definitiva, un gran todoterreno que ofrece la máxima expresión de lujo y que puede ser utilizado fuera de carretera con mayores garantías que en la mayoría de sus rivales. Su motor es potente y refinado, si bien a nuestro juicio no es el más equilibrado de la gama al contar ésta con versiones extraordinarias como la SVD6 .
Su aceleración es notable, y declara de 0 a 100 km/h un tiempo de 6,9 segundos, llegando en velocidad máxima a 225 km/h