Un directivo de Ficosa dice que las ayudas al coche eléctrico no están enfocadas
Puyol, que hoy intervino en una conferencia en la sede de la escuela de negocios ESADE para explicar la trayectoria de esta empresa, mostró su oposición a que estas ayudas administrativas se dirijan sólo a la compra del vehículo eléctrico.
Como alternativa, sugirió que ‘hay que apoyar el desarrollo de una tecnología autóctona que favorezca desde la raíz la producción de coches eléctricos’, en una alusión directa a encaminar esos recursos a facilitar la instalación en España de fabricantes de baterías que contribuyan a registros altos de producción y, con ello, bajar los precios de venta.
En este sentido, Pujol citó el caso de su empresa, de buscar alianzas sobre esta tecnología en el triángulo que conforman China, Corea y Japón, y que se han traducido en acuerdos de intercambio tecnológico para la producción de baterías y otros sistemas de electrificación en este tipo de vehículos que Ficosa ya aplica en pequeña escala.
Las actuaciones de Ficosa sobre el coche eléctrico ya se han traducido en un acuerdo de la empresa catalana con un prestigioso fabricante japonés, del que eludió dar más detalles, porque el compromiso es que el anuncio de los pormenores del pacto partan de la compañía nipona.
Javier Pujol, en su análisis de la industria española del automóvil, abogó por un ‘compromiso hacia la productividad, la eficiencia , la innovación y la globalización’ y lamentó que no se hayan producido los necesarios ajustes sociales para abordar la difícil situación de la economía española.
En su análisis pidió a los sindicatos una adaptación a la realidad de futuro de la economía y a la patronal CEOE que facilite acuerdos que ayuden a salir de la actual fase de crisis, lo mismo que al Gobierno.
‘Hay que exponer a la sociedad -señaló Puyolla situación real del país, porque si no, cada uno irá por su lado’.
Sobre los planes de Ficosa, apuntó que la actividad principal seguirá en el área del automóvil, pero con el salto cualitativo hacia nuevas tecnología centradas en la seguridad activa, a través de las telecomunicaciones.
Este objetivo, según Pujol, permitirá a Ficosa a abrirse a los grandes fabricantes de coches de gama alta y entrar en un negocio que, para los próximos años, puede repartirse un volumen de recursos en torno a los 6.000 millones de euros.
Ficosa, que en el último ejercicio facturó unos mil millones de euros, quiere llegar a 1.350 millones en 2015, de los cuales 350 millones provendrán de las áreas relacionadas con las nuevas tecnologías.
Puntos esenciales en la estrategia de Ficosa en esta conquista tecnológica es la creación de la sociedad de ingeniería Inneo y la adquisición de la planta de Sony en la localidad barcelonesa de Viladecavalls, que se convertirá en el centro neurálgico de las investigaciones de la empresa.