París tratará con la familia Peugeot de los despidos anunciados en Francia
El ministro francés de Recuperación Productiva, Arnaud Montebourg, anunció en la Asamblea Nacional que quiere ‘invitar’ a la familia Peugeot para ‘hablar’ de ese plan, que ha causado gran preocupación en el país y una polémica política y social.
‘Deseamos, antes de adoptar una postura, poner todo sobre la mesa, incluidos los accionistas de la familia Peugeot, que tiene algunas cosas que decirnos’, declaró el ministro en la cámara de diputados.
La posición oficial del Gobierno se conoce después de que el propio presidente de la República, François Hollande, dijera el pasado sábado que el plan de Peugeot de suprimir empleos en la planta de Aulnay (norte del país) es ‘inaceptable’.
El presidente indicó que habrá que negociar ese plan porque en la forma en la que fue presentado no se puede asumir el recorte de empleo y la desindustrialización de la zona de implantación de Aulnay, si se lleva a cabo el proyecto anunciado por la dirección del fabricante.
El presidente del consejo de dirección del grupo, Philippe Varin, declaró hoy al diario ‘Le Monde’ que no habrá despidos, puesto que se propondrán alternativas a todos los trabajadores.
Pero agregó que se han examinado todas las posibilidades para evitar que los planes afectaran a Aulnay, incluidas las de actuar sobre las plantas que Peugeot tiene en otros países.
Varin mencionó los casos de la factoría eslovaca de Trnava, que Peugeot ha decidido mantener, y Madrid, que ‘es demasiado pequeña para que sea una solución a nuestros problemas de exceso de capacidad’.
El 12 de julio Peugeot PSA Citröen informó de que eliminará 8.000 empleos en Francia, dentro de un plan de reestructuración que pretende recuperar la competitividad de la empresa.
La decisión es consecuencia, según el grupo, del empeoramiento del mercado europeo en el primer semestre, en el que la producción de Peugeot, ‘muy expuesto a Europa del Sur’, se ha contraído un 18 por ciento, de acuerdo con los datos del fabricante.
La utilización de la capacidad de las plantas europeas del grupo bajó hasta el 76 % en esos seis meses, frente al 86 % del mismo periodo anterior, y se esperan unas pérdidas de 700 millones de euros en su resultado operativo de enero a junio.
Para afrontar esa reducción del negocio, ‘recuperar el equilibrio y la capacidad de aplicar’ su estrategia empresarial, el proyecto incluye entre otros el cese de la producción de su planta de Aulnay en 2014, en la que trabajan 3.000 personas, a las que indica que se ofrecerá una solución a su ‘problema de empleo’.
Las medidas, según la compañía, serán detalladas durante la presentación de los resultados semestrales el 25 de julio.
Ese mismo día el Gobierno francés anunciará las medidas que pretende aplicar en apoyo del sector automovilístico galo, como adelantó Hollande el 14 de julio.