Ofrecen coches eléctricos con rutas turísticas incorporadas para Tarragona
Prats y Conesa son una pareja de emprendedores que han creado Elektrocars Tourism en Tarragona, un modelo de negocio ‘innovador y enfocado al turismo, que tiene un gran nicho de mercado en la ciudad gracias su rico patrimonio, aún muy desconocido’, ha subrayado Prats.
La empresa dispone de tres vehículos eléctricos equipados con una solución a medida desarrollada por la firma especializada en geolocalización TomTom, que ofrece una ruta turística autoguiada en varios idiomas.
La ruta dura 45 minutos, pero el alquiler del coche es de 90 minutos para que ‘los turistas disfruten de la ciudad’ y ahora está disponible una de la Tarraco romana y otra, en preparación, del Anillo Verde, los senderos históricos que rodean la ciudad.
Tarragona revalida el 2014 ante la UNESCO su condición de Patrimonio Mundial y ‘el Ayuntamiento está muy interesado en todos los proyectos que aporten un plus de innovación y de valor añadido’, comenta el fundador de la empresa.
Además, la ciudad hace tiempo que trabaja en el modelo de ciudad inteligente (smart city) basado en la sostenibilidad y las nuevas tecnologías y también prepara los Juegos del Mediterráneo, que se celebrarán en 2017 y aportarán miles de visitantes.
Así, Elektrocars ha alcanzado un acuerdo con el Ayuntamiento para poder estacionar su flota gratuitamente en la zonas reguladas de pago azul, verde y naranja y también con el Patronato de Turismo para constar en su web y trabajar conjuntamente en proyectos de promoción de ciudad.
La empresa es muy joven -aún no cuenta con tres meses de vida- pero su servicio tiene una buena acogida, también porque ‘los coches eléctricos llaman la atención, son biplazas, divertidos de conducir y el precio es muy flexible’.
‘También lo prueban muchos vecinos de Tarragona y tenemos clientes que lo usan para desplazamientos urbanos puntuales, ayuda mucho que sea gratis aparcarlo’, explica.
Prats es ingeniero informático de profesión y casi siempre ha trabajado en el campo del GPS, pero han decidido orientar el negocio hacia el turismo ‘porque es un sector que se mantiene y que crecerá’.
Sin embargo, llegar hasta aquí no ha sido fácil: el proyecto se gestó en el 2010, al tener el primer contacto con los coches eléctricos de fabricación nacional, pero el modelo de negocio es ‘sumar dos tecnologías que ya existían por separado’.
‘Hemos estado más de dos años preparando el proyecto, combinado las ventas de los coches eléctricos con otras actividades’, y el mayor problema ha sido ‘la financiación, que para estos proyectos es lenta, y hay una falta de valentía por parte de las instituciones financieras’, subraya Prats.