Las ventas de Toyota en China empiezan a remontar pese a boicot antijaponés
Toyota vendió casi 90.000 unidades en China durante el mes pasado, una cifra relativamente cercana ya de los 108.000 vehículos que vendió en el mismo mes de 2011, en contraste con caídas interanuales de sus ventas mucho mayores en los últimos meses, según adelanta hoy el diario oficial ‘Shanghai Daily’.
En noviembre, sus ventas en China cayeron un 17 por ciento interanual debido a la impopularidad de las marcas japonesas desde la compra, en septiembre, por el Gobierno nipón de un archipiélago que ambos países reclaman, las islas Diaoyu, conocidas como Senkaku en japonés.
Con todo, las caídas interanuales de diciembre y noviembre son menos serias que las que sufrió Toyota en China justo después de que Japón adquiriera las islas.
Sus ventas en el país se hundieron casi un 50 por ciento en septiembre pasado, tras el anuncio, y otro 44 por ciento en octubre.
Según la prensa china, se estima que los demás fabricantes de automóviles japoneses que venden en el gigante asiático también están experimentando pérdidas interanuales de un porcentaje de dos dígitos.
La Asociación de Fabricantes de Automóviles de China señala a su vez que, debido a la caída de sus ventas en estos últimos meses, la cuota del mercado chino que ocupan las marcas japonesas equivalía en diciembre a cerca de un 17 por ciento del total, por debajo del 19 por ciento que acaparaban hasta finales de agosto pasado.
Japón anunció en septiembre la compra de tres de las islas Diaoyu, lo que fue visto en China como una provocación y una violación de su soberanía, y dio lugar a violentas protestas antijaponesas en distintas ciudades, que obligaron a detener temporalmente la actividad de numerosas multinacionales niponas.
Las empresas mixtas y las firmas chinas relacionadas con el país vecino también se vieron afectadas por las protestas y el boicot de los consumidores a las marcas japonesas, con sus consiguientes pérdidas tanto económicas como en el mercado de valores.
Se cree que el conjunto de islas, deshabitado y con una superficie de poco más de 7 kilómetros cuadrados, cuenta con importantes yacimientos de gas y petróleo y una abundante reserva pesquera, que actualmente está administrada de facto por Japón, aunque China reclama su soberanía.