Lancia Thema 3.0 Multijet V6 239 CV, conexión ítalo americana
Hoy, en estos tiempos de globalidad, en un viaje de retorno, la visión del lujo americana ha llegado a Europa de la mano de una marca italiana como Lancia.
No podía ser otra, dentro del Grupo Fiat, representaba la forma de hacer las cosas con esa elegancia un poco recargada, casi renacentista, de los automóviles italianos. Y como el consorcio se hizo hace poco cargo de la marca Chrysler, la jugada del trastoque de nombres entre Europa y Estados Unidos estaba marcada desde el principio: Lancia para aquí; Chrysler para allí. Una aplicación elemental de sinergias.
El primer ejercicio ya tiene ejemplo concreto. Llega como Lancia la berlina Thema, un nombre recuperado desde que a mediados de los ochenta la denominación de esta berlina se extinguió para dar entrada al Kappa, y que ahora se asienta sobre el Chrysler 300, bien conocido por estos pagos.
Lancia es también nombre propio para el monovolumen familiar Voyager, pero la fuerza de esta denominación impone seguir con ella y suplir al Phedra, que formó parte en el modelo de Lancia, de la alianza Fiat-PSA Peugeot Citroen, para la construcción conjunta de este tipo de vehículos.
Centrándose en el Thema, la toma de posesión de Fiat en Chrysler sirve también para que la legendaria marca italiana retorne al segmento de las berlinas altas, tras una aventura no muy afortunada con el Thesis, un modelo que costó entender en el resto de los mercados europeos, aunque encerró virtudes bien ponderadas por la crítica.
El Lancia Thema, pues, viene con un ADN inconfundible del Chrysler 300 y su primera percepción no deja indiferente por la rotundidad de sus cotas. Es un coche que está por encima de los cinco metros de longitud, un registro más propio del estilo americano. Por poner un ejemplo: 15 centímetros más que el Audi A6.
Quien recuerde al Kappa evocará muchos puntos en común con el Thema en el diseño, sobre todo en esa limpieza de líneas, propia de toda berlina elegante y con mucha clase.
La mirada delantera se posa en un largo capó, nada inclinado, con relieves. Siguen los trazos clásicos en la parrilla, que cambia de forma para adaptarla a la filosofía de la marca italiana, flanqueada por unos poderosos faros, de figura geométrica caprichosa, y un spoiler discreto en el que se incrustan los antiniebla.
De perfil, recorre un marco muy homogéneo de las puertas, las manetas de apertura cromadas, finos largueros, alta línea de cintura, carrocería baja y unos prominentes pasos de rueda, todo ello, en una hábil combinación entre lo señorial y lo musculoso.
Queda la zaga, donde la largura de este tercer cuerpo, concretado en la zona del maletero, refuerza el dibujo de líneas muy puras. La faceta musculosa queda en el poderío de las defensas y en el doble tubo de escape. La elegancia toma cuerpo en unos pilotos de arriba a abajo que cubren el perímetro de la tapa del maletero.
Los ejercicios de grandeza de Lancia, aún en sus modelos más pequeños, se guardan en el interior, y el Thema no se podía sustraer a una costumbre indeleble de la casa.
Lógicamente, esas cotas también refrendadas en una distancia entre ejes por encima de los tres metros, tienen que augurar un espacio excelente para los cinco ocupantes que homologa.
Una de las mejoras es el cincelado de los respaldos de los asientos delanteros que hacen ganar un espacio extra en la separación entre filas de asientos, además de unas guías más largas para permitir mejores y más amplios reglajes de las butacas delanteras.
La sugerencia de comodidad está en todo lo alto y los asientos ofrecen un excelente recogimiento con detalles como una regulación lumbar hasta con cuatro programas, además de un variador de densidad del relleno de baqueta y respaldo.
Los ingenieros han operado también con sumo tino en otros ámbitos como el aislamiento de ruidos en el habitáculo (parabrisas con tratamiento acústico, acristalamiento lateral laminado y paneles absorbentes), de forma que rodar con este coche muchos kilómetros no induce a la fatiga.
Y quedan multitud de elementos decorativos en paneles de madera y cromados bien distribuidos, con esa distinción de lo discreto que acoge a una elegancia natural.
En el coche, por supuesto, no faltan los elementos tecnológicos de vanguardia, agrupados en el sistema Uconnect Touch y en una pantalla en el centro del salpicadero de 8,4 pulgadas en el que coexisten comandos de voz y Bluetooth, lector de tarjetas SD compatible con archivos de música en formato MP3, puerto USB, reproductor de DVD, regulación del climatizador y gestión de radio, aparte de poder manipular el teléfono y la agenda por voz y disponer de un navegador.
En materia de alta fidelidad de sonido, las versiones de equipamiento más altas disponen de serie de un equipo Alpine con nueve altavoces, subwoofer y 506 vatios de potencia.
En todo este prodigio de equipamientos, sin embargo, se produce el choque con un ordenador de a bordo de manejo complicado, poco intuitivo, aunque sí con los elementos suficientes para estar puntualmente informado de los elementos vitales del coche, eso sí, siempre que uno haya dado con las teclas precisas, lo que lleva algún tiempo.
Y en todo este amplio compendio de tecnología que se podría considerar futurista, aunque sea moneda común en el presente, un elemento clásico de la marca: el reloj analógico con fondo blanco en el centro del salpicadero.
En lo más convencional, el Lancia Thema ha introducido como única opción motriz un propulsor diesel de seis cilindros, 3.0 litros de capacidad y potencias de 190 y 239 CV. Esta última es la que ha sido objeto de prueba.
El motor no se separa un ápice de la cumplida asignatura del refinamiento que invade el coche. Es un seis cilindros en su concepción más clásica. Un sonido elegante, casi sin ninguna concesión a ronquidos que induzcan a una conducción deportiva.
Cumple con una elasticidad muy a la última, es decir operativo desde muy abajo y una entrega de par contundente para facilitar al máximo las recuperaciones. Desde 1.800 revoluciones ya tiene ese punto de empuje que se extiende con bastante solvencia hasta las 4.000, donde se torna más perezoso.
Queda algo desplazado el Thema en el asunto de la transmisión, automática/manual secuencial de cinco relaciones, corta en esa disponibilidad de velocidades, cuando en marcas con las que se tiene que codear ya se apuesta con hasta ocho velocidades. Es un punto flaco que no desdice, en cambio, del buen comportamiento y suavidad que la caja ofrece en los engranajes.
Y cuando uno piensa que el consumo va a estar por los aires se encuentra con que el gasto de gasóleo se sitúa en números más que asumibles y, sobre todo, bastante parejos a la homologación del fabricante. En prueba se conformó con 7,5 litros, en un recorrido muy de carretera y poco callejero.
El Lancia Thema es de un rodar muy suave, mejor siempre en carretera, porque en ciudad sus altas cotas limitan bastante la maniobrabilidad. La marca italiana ha modificado las suspensiones, con el objetivo de hacerse más familiares al cliente europeo. Para ello ha montado nuevos amortiguadores monotubo, muelles y soportes elastocinemáticos en el tren delantero. En el trasero también son de nueva factura estos elementos.
A la postre resulta que el coche se desplaza con magnífica estabilidad, infundiendo confianza, pero le falta todavía un punto de dureza que haga que la circulación por carreteras no excesivamente bien cuidadas en el firme se haga demasiado presente el efecto rebote.
En esa conducción bien aposentada juega un papel determinante la dirección asociada al sistema EHPS que, aparte de colocar siempre la estructura en buena posición, llega a reducir el consumo un 1,5 %.
El EHPS analiza factores como el ángulo de giro, la velocidad, el régimen de giro del motor y los sistemas electrónicos del bastidor hasta 13 veces por segundo para facilitar en todo momento la maniobra precisa sea cual sea el tipo de carretera.
El Lancia Thema tiene muchos atractivos y de los mismos no se desmarca un precio estupendo en relación a su calidad y a un equipamiento que, por ejemplo, en materia de seguridad, incorpora hasta 70 elementos. Sobre un precio nominal ya bastante aquilatado en la comparativa con la competencia, aplica una promoción de más de 4.000 euros de descuento. Con eso, no hay quien le tosa
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
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Longitud 5,066 m
Anchura 1,902 m
Altura 1,488 m
Distancia entre ejes 3,052 m
Vía delantera 1,623 m
Vía trasera 1,640 m
Peso 1.963 kgs
Capacidad depósito 72 l.
Capacidad maletero 462 l.
Coef. aerodinámico N.D.
Posición motor Delantero, longitudinal
Alimentación Inyección directa diesel con
turbocompresor con turbinas de
geometría variable
Cilindros 6 en uve (24 válvulas)
Cilindrada 2.987 c.c.
Potencia máxima 239 CV a 4.000 r.p.m.
Par máximo 550 Nm a 1800-2.800 r.p.m.
Velocidad máxima 230 km/h
Aceleración 0-100 7,8 seg.
Consumo medio 7,2 l./100 kms
Emisiones CO2 191 g/km
Impuesto de Matriculación 9,75 %
Dirección Asistida. Electrohidráulica
Diámetro de giro 11,5 m
Frenos Discos ventilados 345 mm (DEL.)
Discos ventilados 320 mm (TRAS.)
Suspensión delantera Multilink
Suspensión trasera Independiente multilink
Tracción Trasera
Neumáticos 235/55 R 18
245/45 ZR 20
Transmisión Automática/manual secuencial de
cinco relaciones
Equipamiento de serie ABS con EBD, sistema de control
de estabilidad, airbag frontales,
laterales, de cortina y de
rodilla (asiento del conductor),
sensores de aparcamiento, luces y
limpiaparabrisas, sistema de
entrada sin llave, volante
con regulación en altura y
profundidad
Precio 51.000 euros (Platinum)
54.300 euros (Executive)
RESTO DE GAMA
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Versión Cilindrada Potencia PVP
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Thema 3.0 V6 Multijet Gold 2.987 c.c. 190 CV 43.900
Thema 3.0 V6 Multijet Platinum 2.987 c.c. 190 CV 46.400
COMPETENCIA DIRECTA
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Modelo Cilindrada Potencia PVP
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Audi A6 3.0 V6 TDI 2.967 c.c. 245 CV 57.900
BMW 530d 2.993 c.c. 258 CV 52.800
Citroen C6 3.0 V6 HDI 2.993 c.c. 241 CV 47.000
Jaguar XF 3.0D V6 2.993 c.c. 240 CV 57.200
Mercedes E300 CDI 2.987 c.c. 231 CV 54.600
Volvo S80 D5 2.401 c.c. 215 CV 50.900
Angel Alonso