El exnúmero dos de Renault tomará las riendas de su rival PSA Peugeot Citroën

Tavares entrará a partir del próximo 1 de enero en el directorio de PSA, para hacerse cargo de su presidencia ‘a lo largo de 2014’, cuando tiene previsto abandonarla Philippe Varin, precisó el grupo en un comunicado.

Ese periodo de cohabitación servirá a Tavares para ‘conocer la empresa y sus desafíos’ y trabajar ‘en las acciones destinadas a proseguir su recuperación’, agregó.

Mientras, Varin, de 61 años y que a principios de 2013 fue renovado por cuatro, mantendrá los contactos con otros grupos automovilísticos mundiales en busca de una alianza, señaló.

La noticia, adelantada por la prensa antes de ser oficial, ha tenido una gran repercusión en el sector automovilístico galo, donde se ve con preocupación la situación de PSA, cuyas ventas están demasiado centradas en Europa, con volúmenes están a la baja desde hace años.

Tavares, nacido en Lisboa en 1958, ha efectuado la mayor parte de su carrera profesional en Renault, donde ingresó con 23 años como ingeniero asistente y donde llegó a ser número dos.

Hasta que en agosto pasado dejó entrever en una entrevista su ambición de dirigir un gran grupo automovilístico, algo que no gustó al presidente de la marca del rombo, Carlos Ghosn, que dos semanas más tarde le desposeyó de su cargo.

Con el nombramiento de Tavares, PSA busca ‘un nuevo piloto’ en una ‘etapa de consolidación’ de la estrategia del grupo.

Muy ligado a la familia Peugeot, que conserva un cuarto del capital del fabricante de coches, Varin centrará su labor en profundizar la alianza con el chino DongFeng, con el que ya tienen una empresa conjunta en el país asiático desde 1993.

Según diversos medios, el deseo de PSA es que DongFeng entre en el capital de PSA en una ampliación de capital a la altura de 4.000 millones de euros, una suma similar a la que aportaría el Estado francés.

La nominación de Tavares ha sido bien acogida por los sindicatos, que consideran positivo que se trate de un ejecutivo procedente del sector automovilístico, frente a Varin, que procedía de la siderurgia y a quien reprochaban su desconocimiento del mundillo.

Los sindicatos le consideran responsable del duro plan de ajuste impuesto en la empresa, que se saldó con el cierre de la planta de Aulnay-sous-Bois, a las afueras de París, y con el despido de 8.000 trabajadores, el 10 por ciento de la plantilla en Francia.

El presidente del Consejo de Vigilancia de PSA, Thierry Peugeot, afirmó que con Tavares, ‘un profesional reputado del automóvil’, el grupo ‘garantiza que la estrategia de recuperación y de desarrollo llevada a cabo desde hace varios años para superar la crisis será proseguida y ejecutada con continuidad’.

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