Alicia Sornosa, tras su Vuelta al Mundo en moto, retoma la aventura en 2014
Se trata de un proyecto con un fondo social, el de llevar el arte y la sonrisa, a aquellos que viven a orillas de la Carretera, aislados por los crudos inviernos o la inaccesibilidad del terreno.
Alicia estará acompañada en este nuevo viaje por el chileno Andrés Pérez-Ramírez, instructor de motos de Trail, que es guía de rutas entre Chile y Argentina y artista, ya que toca el piano, el saxo, el violín, hace malabares, es equilibrista y lleva el arte a los pueblos.
Este chileno será el encargado de la ayuda social que llegará con las dos motor BMW utilizadas en el viaje a los pueblos de Carreteras Míticas, una aventura que no solo es una ruta en moto, porque es un viaje de vida en el que mostrar a través de 12 capítulos cómo viven los habitantes de estos lugares asolados por el clima y por la orografía.
El papel de Alicia Sornosa será el de contar historias televisivas que hagan entender el fondo del ser humano, la bondad y la curiosidad, cosas que la viajera dice haber aprendido en su reciente Vuelta al Mundo.
Alicia Sornosa es una madrileña a la que en septiembre de 2011 se le brindó la oportunidad de salir a ‘dar una vuelta’ en moto, una gran paseo ‘sobre mi BMW F 650 GS que duró un año y medio y en el que recorrí los cinco continentes’, relata la protagonista.
Recuerda Alicia de su Vuelta al Mundo que comenzó en España, cruzando Europa hasta Italia, para allí tomar un carguero con destino a Egipto, país que recorrió hasta Asuán, donde en un barco herrumbroso y por el río Nilo llegó hasta Sudán.
Desde esta tierra desértica bajó a Kenia y en una avión, con su moto, aterrizó en India, tras atravesar por el sur el subcontinente asiático volvió a saltar hasta Singapur, después Bali y por fin Australia, en Oceanía.
De esta gran isla-continente y de nuevo en avión, con su moto, llegó a Estados Unidos, a Los Ángeles, recorriendo el país norteamericano hasta Canadá.
Desde Vancouver, por la British Columbia y el Yukón, llegó a Alaska y de nuevo por la frontera más al norte de este país con el canadiense cruzó el Circulo Polar y visitó el pueblo de los esquimales, Inuit.
Desde aquí hasta Calgary y luego cruzando el parque natural Yellowstone llegó a Chicago, Nueva York, para seguir la costa Este americana hasta el último Cayo (Key West) y desde allí por la costa de la Florida y el Golfo de México hasta Laredo. Recorrió el país y pasó a Centroamérica por la frontera con Guatemala.
Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica y Panamá. Desde allí fue a visitar Puerto Rico para aterrizar de nuevo en Colombia y comenzar la ruta hacia el Cono Sur. Ecuador, Perú, Chile y Argentina. Desde el Fin del Mundo (Ushuaia) hasta Buenos Aires, para finalizar en Montevideo, Uruguay, desde donde regresó de nuevo por vía aérea a Madrid.
Fueron más de 75.000 kilómetros por tierra, un viaje en carguero por el Mediterráneo, cinco saltos en avión y el recorrido más largo por tierra, desde Inuvik hasta Ushuaia, recorriendo todo el continente americano, a lomos de una BMW F 650 GS, una bicilíndrica sin ninguna avería mecánica ni pinchazos en todo el camino.