Acuerdo en Figueruelas, que respeta todas las líneas rojas de los sindicatos
El acuerdo se ha alcanzado, después de dos semanas de maratonianas negociaciones, a las 4.30 horas de hoy, y lo han presentado los representantes sindicales en el comité a sus respectivas asambleas.
Las negociaciones han sido si cabe más tensas porque tenían un plazo, puesto que la dirección de la compañía impuso a dirección y trabajadores la fecha límite del próximo lunes 8 para llegar a un acuerdo sobre el convenio, establecido para como condición para tratar de dar salida a un plan industrial para la planta zaragozana.
Según ha apuntado a los medios José María Ferrando, de Comisiones Obreras, antes de que comenzara la asamblea de su sindicato, los representantes de los trabajadores en el comité tenían ‘unas líneas rojas’ que al final han sido respetadas, relativas a las pausas; a las tablas salariales de las nuevas incorporaciones, para las que no iban a admitir rebajas salariales; a las garantías de mantenimiento del empleo, y al mantenimiento del turno de noche.
Las pausas, al pretender la empresa eliminar una de ellas, ha sido el escollo que ha alargado las negociaciones hasta la madrugada y en torno a lo que ha girado parte importante de la negociación del convenio.
‘Tuvimos varias propuestas intermedias, la dirección nos amenazó con levantarse de la mesa varias veces pero la respuesta de los sindicatos fue decir no hasta el final’, ha precisado Ferrando.
Además, han conseguido garantizar el compromiso de la empresa de que va a hacer fijos a 600 trabajadores en 2014 y 2015. Algunos de ellos están trabajando ya en GM con un contrato de relevo y el resto son nuevos empleados, en torno a 230 o 250, que nunca han trabajado en GM pero que se ha conseguido que sean fijos desde el primer momento.
Ferrando se ha mostrado ‘muy satisfecho’ con el acuerdo, pero ha precisado que los trabajadores aún no pueden estar contentos. ‘Lo estaremos cuando se verifique que el acuerdo sirve para su propósito y que General Motors decide hacer las inversiones necesarias para nuevas asignaciones de modelos’, ha enfatizado.
Además, el acuerdo pone las condiciones para que los más de 6.000 trabajadores de General Motors puedan liberarse ‘de la lacra en forma de ERE’ que padece la empresa en la actualidad.
Por UGT, Pedro Bona también ha indicado a Efe que el acuerdo puede servir para que la planta tenga futuro.
Ha dicho que las negociaciones han sido muy duras, con momentos en los que éstas prácticamente se rompieron sin visos de recuperación, pero al final la dirección aceptó retirar la eliminación de la pausa y se ha podido llegar a un acuerdo.
En salarios y pluses los trabajadores ‘han hecho un esfuerzo’, según Bona, pero ha coincidido con Ferrando en que todas las líneas rojas han sido respetadas.
Pedro Bona ha confiado en que la plantilla ahora respalde el acuerdo, que es ‘aceptable’, y ha vaticinado que así será porque todos los trabajadores están ‘concienciados’ de que de este convenio depende el futuro de la planta.
Pero en el caso de que el refrendo no dé el resultado deseado por UGT y CCOO, ‘no hay un plan B’, ha reconocido José María Ferrando, quien ha advertido de que la plantilla será soberana y que los sindicatos se han preocupado de que ‘todo el mundo conozca el acuerdo cuando lo vote’.
‘El mundo no se acabará’, ha dicho, pero a renglón seguido ha recordado que el próximo martes 9 se reúne en Alemania el consejo de directores de GM para aprobar el Plan Industrial para Europa, que incluirá ‘decisiones’ que después del acuerdo Ferrando espera que sean ‘positivas’ para Zaragoza.