70 años de vida del ‘Escarabajo’
Corría el año 1934 cuando Adolf Hitler le encargó a Ferdinand Porsche que contruyera un coche para el público en general. Un turismo que motorizase a una sociedad, la alemana, que se preparaba para su segunda gran guerra en dos décadas. Los primeros bocetos de aquel coche prometían un coste bajo para el público medio (menos de 1.000 marcos) y al mismo tiempo una alto valor de utilización (que consumiese poco) y con prestaciones suficientes para mover a toda la familia (alcanzar los 100 km/h de velocidad).
El resultado final de aquel encargo fue una novedosa y aerodinámica carrocería montada sobre un chasis de suspensión independiente con barras de torsión y amortiguadores de fricción, y un motor boxer de cuatro cilindros, 985 cc, refrigerado por aire y 22,5 CV de potencia; lo que hoy en día, después de tres generaciones distintas (incluida una denominada New Beetle), se concoce universalmente como Volkswagen Beetle o Escarabajo.
Paralelamente al desarrollo del coche, en mayo de 1938, Hitler ponía la primera piedra de la fábrica de Wolfsburg, la gigantesca factoría donde se construirían unos ochocientos mil coches al año. Y entonces, en 1939, estalló la Segunda Guerra Mundial.La importancia de la factoría de Wolfsburg en los inicios de la producción del coche
Volkswagen, que en 1945 al término del conflicto internacional apenas fabricó 55 unidades de dicho modelo ese mismo año, reconoce 70 años después del nacimiento del Volkswagen Beetle que durante los primeros momentos de fabricación la actividad experimentó dificultades, debido a la situación económica, política y social que atravesaba el país natal del Escarabjo, Alemania.
La factoría de Wolfsburg, que durante la guerra se dedicó a fabricar productos militares para el ejército de Hitler, fue ocupada por las tropas estadounidenses el 11 de abril de 1945, mientras que en junio de ese año pasó a estar dirigida por el Gobierno Militar Británico. Y es que, una vez derrotada la Alemania Nazi, los Aliados tomaron el control de toda la industria alemana que quedaba en pie después de los bombordeos, también la automotiz.
Como en el resto de ámbitos, la vida cotidiana en Alemania tardaría unos años en volver a los cauces de antes de la guerra. Pocos meses después del fin del conflicto armado, el centro de producción retomó su actividad de fabricación de modelos de transporte militar y también para la realización de servicios médicos en áreas rurales. Sin embargo, este centro no empezó a recibir un gran número de pedidos privados hasta 1948.Hasta 1948 no se reanudaron los pedidos privados en masa
La compañía, 70 años después, señala que el Beetle se convirtió en un ‘factor clave’ en el desarrollo de la democracia y de la movilidad en la época posterior a la Segunda Guerra Mundial, tanto en Alemania como fuera del país. ‘Con más de 21 millones de vehículos fabricados, el Beetle se ha convertido en un icono automovilístico, amado por muchos millones de personas. Su forma característica es reconocida en cualquier parte’, añadió la empresa.