Viajamos a Barcelona para asistir al destape mundial del nuevo Mazda MX-5. A las 3 de la mañana, hora peninsular, la prensa europea presenciaba cómo Jeff Guyton, CEO continental de la marca, desnudaba al mítico Miata. Al unísono con Estados Unidos y Japón, los tres grandes mercados globales daban la bienvenida a uno de los coches más populares del planeta: el Mazda MX-5. La cuarta generación de un modelo que se lanzó al mercado en 1989 (Salón de Chicago) y que con 25 años de vigencia comercial es considerado por los aficionados del sector como todo un clásico, ya está entre nosotros y Autocity ha estado presente para contártelo de primera mano.Motor en posición delantera central y tracción trasera, logrando un reparto perfecto del peso
En lo básico, el Mazda MX-5 mantiene inamovible los pilares que lo han convertido en leyenda: capota de lona (no se ha confirmado una carrocería con techo duro retráctil) de accionamiento automático, tracción a las ruedas traseras y un motor en posición delantera central (Mazda dice que está más retrasado respecto al eje delantero que antes). Por su parte, la caja de cambios puede ser manual o automática, en ambos casos de seis relaciones y de nueva factura. En cuanto a los motores, Mazda se limita a hablar de bloques Skyactiv-G, esto es, gasolina de inyección directa y sin turbocompresor; los mismos que utilizan modelos como los Mazda CX-5, Mazda 6 y Mazda 3, por este orden, las tres primeras criaturas nacidas de la tecnología Skyactiv. Para mejorar la respuesta de estas mecánicas atmosféricas de gasolina Mazda ha trabajado en una relación de compresión muy alta.
El desarrollo del coche está pensado para extraer su máximo potencial dinámico. De tal manera, estamos ante el MX-5 más corto (3,91 metros) y ancho (1,73 m) de la historia, y además Mazda ha retocado el molde, retrasando más la cabina, rebajando la altura del capó y con un parabrisas más estrecho que además de mejorar la visibilidad contribuye a rebajar el centro de gravedad del nuevo MX-5. El rendimiento mejorará también gracias a una disminución sustancial sobre la báscula: Mazda habla de un total de 100 kilogramos, gracias a la construcción en aluminio del capó, la tapa del maletero, las aletas delanteras y refuerzos de los paragolpes. Asimismo, se ha aligerado el peso de la capota de lona.El MX-5 más corto y ancho de la historia
Estéticamente la puesta en escena es más atrevida con un morro más bajo y afilado y menos redondeado y bonachón que los anteriores MX-5, así como unas ópticas delanteras achinadas. En la distancia, visto por delante, recuerda a los Subaru BRZ y Toyota GT86. Mientras, en la zaga llaman poderosamente la atención unos grupos de iluminación con una parte circular y otra más horizontal dirigida hacia la aleta; muy similar a las implantadas en el Jaguar F-Type.
Por dentro, tiene rasgos clásicos de coche deportivo japonés (es simple, tiene pocos botones, y los plásticos son más resistentes que vistosos) y al mismo tiempo elementos de diseño distinguidos y elegantes más típicos de la Mazda del presente (el mando central HMI para manejar el sistema de conectividad MZD Connect que se proyecta en una pantalla sobre el salpicadero). Los altavoces integrados en los reposacabezas y los botones de accionamiento automático del techo sellan un habitáculo biplaza con una calidad general muy elevada.