Este Lexus GS de cuarta generación se parece a su predecesor como una alcachofa a un elefante. Así de irónico resulta el asunto al probar la nueva berlina híbrida de gran lujo de la marca japonesa, posicionada entre las gamas IS y LS. A España llega con dos motores, gasolina V6 de 209 cv (GS 250) e híbrido de 345 cv de potencia (GS 450h). Este último es nuestro protagonista en la prueba a fondo de hoy, que luce un diseño más agresivo y dinámico gracias al acabado tope de gama F-Sport (88.000 euros PVP / 80.110 € con las promociones vigentes) que lo aleja un poco más de la imagen anodina del GS tercera generación.
a favor- Maletero y plazas traseras- Ágil y confortable- Diseño F-Sport- Relación potencia/consumoen contra- Peso- Cambio automático CVT- Recuperaciones
La anterior alcachofa transformada en un elefante, es una forma de hablar, acepten la licencia por favor, es mucho más que una cara bonita. Además de una silueta más atractiva, destaca por un motor más potente, de menor consumo, equipamientos nuevos de altísima carga tecnológica, y sobre todo, lo más importante, un mejor aprovechamiento del interior, la gran losa de su predecesor. El anterior Lexus GS, una berlina que como la de ahora mide 4,85 metros de longitud, no podía presentar un raquítico maletero de 280 litros de capacidad. Ahora, con unas baterías de níquel más compactas y situadas tras los asientos traseros en disposición vertical, el cofre de carga aumenta hasta los 482 litros (+62%), colocándole claramente por delante de sus rivales naturales: Audi A6 Hybrid (375 l), BMW ActiveHybrid5 (375 l) o Infiniti M35h (380 l), y únicamente superado por el Mercedes E 300 BlueTEC HYBRID (505 l). Por cierto, al igual que todos los modelos mencionados, en el GS 450h no se pueden abatir los respaldos de unas plazas traseras que ahora también son más espaciosas, sobre todo a nivel de altura.
Por dimensiones incluso hasta un Kia Optima (4,84 metros) podría ser una alternativa, pero además de por casi duplicarle en potencia y precio, el Lexus GS 450h F-Sport aspira a unas cotas de lujo y deportividad al alcance de muy pocos. Con un precio base, descuentos incluidos, que superaría los 13 millones de las antiguas pesetas, este GS 450h F-Sport se despega más de sus alternativas gracias a los aditamentos deportivos de un exterior imponente: unas colosales llantas de 19 pulgadas con discos de freno delanteros Brembo, paragolpes delanteros exclusivos sin antiniebla, parrilla en forma de flecha, los discretos anagramas F-Sport, estriberas laterales, o en la zaga un difusor en el que se refugian las salidas de escape y unas aletas estabilizadoras para optimizar la aerodinámica de esta versión híbrida.Más altura en las plazas traseras y sobre todo más maletero, que duplica en litros al del anterior GS por la nueva disposición de las baterías
POSICIONAMIENTO
En este punto, para saber dónde se sitúa el GS 450 h hay que acudir a las motorizaciones híbridas utilizadas por sus alternativas: el Clase E recurre a la combinación de motor eléctrico y diésel (231 cv) y el Audi A6 Hybrid limita su potencia a 245 cv de potencia, ambos por debajo de los 60.000 euros, mientras que el Porsche Panamera S Hbyrid (380 cv) por el que hay que desembolsar 114.000 € vive en otro planeta. Así las cosas, únicamente Infiniti M35h (364 cv) y BMW ActiveHybrid5 (340 cv) mantienen el pulso a la berlina de gran lujo japonesa, que sin embargo es entre 5.000 y 10.000 euros más caro que aquéllas.
En este punto, para saber dónde se sitúa el GS 450 h hay que acudir a las motorizaciones híbridas utilizadas por sus alternativas: el Clase E recurre a la combinación de motor eléctrico y diésel (231 cv) y el Audi A6 Hybrid limita su potencia a 245 cv de potencia, ambos por debajo de los 60.000 euros, mientras que el Porsche Panamera S Hbyrid (380 cv) por el que hay que desembolsar 114.000 € vive en otro planeta. Así las cosas, únicamente Infiniti M35h (364 cv) y BMW ActiveHybrid5 (340 cv) mantienen el pulso a la berlina de gran lujo japonesa, que sin embargo es entre 5.000 y 10.000 euros más caro que aquéllas.
¿Cómo se puede justificar esta circunstancia? Porque ninguna de ellas ofrece una relación precio/equipamiento tan elevada como la de este Lexus GS 450 F-Sport. Estamos ante una berlina de gran lujo, que ya no sólo modifica su aspecto exterior y personaliza su interior con una tapicería exclusiva de color marrón camel, sino que en la dotación de serie incluye interesantes elementos como las cuatro ruedas directrices –que aportan mayor estabilidad cuanto más rápido vamos y que el coche maniobre mejor a velocidades lentas- o la suspensión adaptativa en el apartado dinámico; un espectacular equipo de sonido surround firmado por Mark Levinson con 835 W y 17 altavoces o unos asientos/butacones delanteros con 18 ajustes eléctricos, calefactados, ventilados y con memoria en el apartado de confort; o faros delanteros adaptativos Bi-LED, nuevo sistema de visión nocturna, asistente de cambio de carril involuntario, detector de ángulo muerto, de fatiga, o 10 airbags en materia de seguridad.En las relaciones equipamiento/precio y potencia/consumo, el GS 450h F-Sport es el líder de la categoría
Equipo de audio al margen, ningún elemento en este Lexus GS 450h F-Sport es novedoso en este segmento E. Sin embargo ninguno de sus rivales alemanes ofrece una dotación de serie tan copiosa. Otra cosa será la calidad o la presentación interior -quizás menos cuidada respecto a la trinidad germana- donde sin embargo dos elementos nos cautivan desde un principio al subirnos al habitáculo: la gigantesca pantalla central de información de 12 pulgadas de tamaño situada en la zona superior del salpicadero y el jostick ubicado en la parte baja de la consola central como si de un ratón de ordenador se tratara, el cual controla absolutamente todas las funciones (consumos, audio, climatización, navegación…) proyectadas en la susodicha pantalla no sin una cierta complejidad de uso para el conductor por lo rapidez de sus movimientos y también (algunas, no todas) reflejadas en el parabrisas ante el conductor gracias al Head-Up Display, otro equipamiento de serie con el acabado F-Sport.
El Lexus GS 450h se arranca por botón y en el más absoluto de los silenciosos, ya que en primer lugar toma la palabra el motor eléctrico de 200 cv conectado a las ruedas traseras durante un máximo de 4 kilómetros y sin superar los 64 km/h (modo EV). Una vez superado este umbral, el bloque eléctrico y el motor gasolina V6 de 3.5 litros y 288 cv (también engranado al eje posterior) trabajan simultáneamente con cuatro modos de conducción diferentes (Eco, Normal, Sport y Sport+) según sean utilizados uno y otro en busca de eficiencia o potencia. En modo Sport y Sport+ el potenciómetro azul del cuadro de mandos se transforma en un cuentarrevoluciones de tonalidad roja. También se modifica la respuesta de la dirección de desmultiplicación variable –se siente más pesada- y la dureza de la amortiguación –reacciones más ágiles sin perder un ápice de su comodidad ni de confianza, aunque la fuerza vaya atrás-.
Y es que aunque aerodinámicamente este GS de cuarta generación ha dado un salto notable –y más con nuestra unidad F-Sport-, sigue siendo un coche dinámicamente penalizado por dos aspectos: el peso (1.820 kg) y el cambio automático de variador continuo no muy rápido (y en ocasiones más ruidoso de lo deseable) en las labores de sinergia entre la unidad térmica y la eléctrica. Incluso en modo Sport+, el peso y el cambio automático impiden apreciar esos 345 cv de potencia que fiscaliza
En marcha, esta transmisión es la principal causante para que cueste encontrarle los 345 cv de potencia que fiscaliza, penalizando aceleraciones (de a 0 a 100 en 5,9 segundos) y sobre todo recuperaciones: desde que pisamos a fondo el acelerador hasta que encontramos una respuesta a tanto jamelgo suelto bajo nuestro capó pasa un lapso de tiempo importante. Si a esta circunstancia se añade su peso, únicamente se puede hablar de prestaciones sobresalientes cuando marchamos lanzados, esto es, en carretera abierta, velocidades sostenidas (250 km/h de velocidad máxima) y sin encontrarnos obstáculos que nos obligue a aminorar el ritmo para después recuperarlo; en estas circunstancias de velocidad crucero, otro de los grandes beneficiados es el consumo real de combustible: ningún coche gasolina de 345 cv de potencia puede ofrecer unos atractivos 6,5 l/100 km, a la altura de un diésel de similar potencia, pero mucho más silencioso. Porque el GS 450h ofrece un altísimo grado de confort de marcha, a la altura de una gran berlina de su precio y estatus.