Con muchas ganas nos ponemos al volante de la versión del coche eléctrico concebido por Opel, exactamente del grupo General Motors, el abanderado ecológico del fabricante alemán y primo-hermano, más bien gemelo, del Volt de Chevrolet. Como ellos lo denominan, nos encontramos exactamente ante un vehículo Eléctrico de Autonomía Extendida.
a favor-Tacto y potencia del propulsor eléctrico-Interior de terminación excelente-Atractivo diseño futuristaen contra-Manejo de la consola algo complicado-Precio elevado en el entorno de los 45.000 euros-Aurtonomía en modo eléctrico y tiempo de carga
¿Y qué significa eléctrico de autonomía extendida? Pues que consta de una batería de ion-litio y tres motores, de los cuales dos propulsan y uno no, sólo genera energía. Exactamente son dos eléctricos, uno grande de 150 cv que es el impulsor y el único conectado con los engranajes planetarios que a su vez están conectados a las ruedas delanteras, otro eléctrico algo más pequeño que aporta un plus de electricidad al grande cuando se requieren mayores prestaciones que funciona además como generador de electricidad, y el último de gasolina, que sólo genera energía cuando se agota la electricidad de la batería, para derivar esa energía al pequeño generador eléctrico y mover al coche.
Como tal este coche sólo tiene un rival en su primo – hermano Chevrolet Volt, mientras que entre los rivales de la competencia podemos encontrar únicamente lo híbridos como el Toyota Prius o el Honda Insight, así como en eléctrico puro podría rivalizar con el Nissan Leaf. El problema de todos estos coches y de este en particular es su elevado precio, de nada menos que unos 48.000 euros.
Motor suave y muy potente
Ya de por sí el nombre resulta muy eléctrico, sugiriendo el concepto “amperio”, con lo que nos deja claro que es un vehículo que se mueve exclusivamente de forma eléctrica. Lo bueno que tiene es que cuando se acaba la electricidad acumulada en la batería cargada a través de un enchufe doméstico cualquiera, que da para un rango de entre 40 y 80 km dependiendo de la conducción, conecta el propulsor de gasolina de 1.4 litros y 86 cv para generar energía eléctrica hasta un límite de casi 600 km, de ahí la denominación de autonomía extendida.El Ampera ofrece cuatro modos de conducción para adaptarlas a nuestras necesidades y aumentar la autonomía eléctrica
Ya de por sí el nombre resulta muy eléctrico, sugiriendo el concepto “amperio”, con lo que nos deja claro que es un vehículo que se mueve exclusivamente de forma eléctrica. Lo bueno que tiene es que cuando se acaba la electricidad acumulada en la batería cargada a través de un enchufe doméstico cualquiera, que da para un rango de entre 40 y 80 km dependiendo de la conducción, conecta el propulsor de gasolina de 1.4 litros y 86 cv para generar energía eléctrica hasta un límite de casi 600 km, de ahí la denominación de autonomía extendida.El Ampera ofrece cuatro modos de conducción para adaptarlas a nuestras necesidades y aumentar la autonomía eléctrica
Para aumentar la duración de su autonomía y adaptar la conducción a nuestro estilo, el Ampera nos permite jugar con cuatro modos de conducción, uno más deportivo, otro más confortable, un tercero para realizar conducción dinámica en montaña y un último modo denominado Retención, que activa el motor de combustible en ciertos momentos que se necesita mayor retención y así preservar más la electricidad disponible.
El caso es que en la práctica la cifra de consumo medio definitivo se queda en unos impresionantes 1,2 litros a los 100 km en ciclo combinado, mientras que las emisiones de CO2 las deja en sólo 27 gr/km, por lo que nos parece la mejor opción actual como vehículo eléctrico. Y más cuando comprobamos según los datos de la ficha técnica que gracias a sus 150 cv de potencia y a sus 370 Nm de par nos permite llegar hasta los 100 km/h de forma muy suave en sólo 9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 161 km/h. Aun así nos pesan bastante las 8 horas que emplea para la carga completa, tan sólo de 62 kms que nosotros hayamos visto.
Cargar el Ampera es tan fácil como cargar un móvil, con su batería de Ion-Litio conectada mediante un cable al enchufe de corriente eléctrica convencional de cualquier vivienda. En unas 5 ó 6 horas teóricas tendremos completamente cargada la batería del vehículo y lo más curioso es que el Ampera permite ser configurado para cargase en determinadas horas del día, cuando mejor nos venga o cuando las tarifas de consumo eléctrico sean más económicas, como por ejemplo durante la noche mientras dormimos.El motor de gasolina se conecta automáticamente sin apenas apreciarse para generar energía y mover al motor eléctico
Cuando la batería está agotándose, el Ampera conecta automáticamente y sin ninguna percepción molesta el Modo de Autonomía Extendida activando el generador de gasolina. Éste hace el trabajo de la batería, produciendo electricidad para el motor eléctrico estirando la autonomía hasta casi los 600 km. Gracias este sistema tan completo, podemos tener la absoluta seguridad de que llegaremos a nuestro destino sin problemas, de la misma manera que lo haríamos con un vehículo convencional.
La autonomía del motor eléctrico es excepcional para realizar recorridos cortos habitualmente urbanos que exigen menos demanda de potencia, mientras que para viajes largos se complementa con el generador alimentado por gasolina.
Diseño aerodinámico pero atractivo
El Ampera para la marca es una gran apuesta, con un diseño exterior claramente poco visto y muy vanguardiista que llama poderosamente la atención como si de un prototipo se tratase. Su imagen resulta muy atractiva, con un aspecto agresivo, carrocería baja y aerodinámica, en forma de flecha, y líneas futuristas con mucho estilo. La línea de techo arqueada, muy tensa, con caída hacia la zaga, las ópticas delanteras en forma de boomerang y las traseras planas y separadas, coronadas por una especie de alerón tallado sobre el portón, combinado con unas llantas de aluminio de 17 pulgadas y 5 brazos, dan a este compacto Premium de 4,5 metros de longitud un aspecto deportivo impresionante.
El Ampera para la marca es una gran apuesta, con un diseño exterior claramente poco visto y muy vanguardiista que llama poderosamente la atención como si de un prototipo se tratase. Su imagen resulta muy atractiva, con un aspecto agresivo, carrocería baja y aerodinámica, en forma de flecha, y líneas futuristas con mucho estilo. La línea de techo arqueada, muy tensa, con caída hacia la zaga, las ópticas delanteras en forma de boomerang y las traseras planas y separadas, coronadas por una especie de alerón tallado sobre el portón, combinado con unas llantas de aluminio de 17 pulgadas y 5 brazos, dan a este compacto Premium de 4,5 metros de longitud un aspecto deportivo impresionante.
Esta sencilla belleza tiene su razón de ser, buscando siempre reducir el rozamiento para mejorar la eficiencia, permitiendo conducir más kilómetros y durante más tiempo. Un frontal redondeado y bajo con el capó tallado y unos espejos retrovisores exteriores de forma aerodinámica tienen un diseño optimizado para favorecer las corrientes de aire por la carrocería. Además, destacan en su zaga pesada y compacta las hendiduras verticales en los laterales del paragolpes trasero así como la forma de difusor inferior, que junto con las inserciones de policarbonato en las ruedas reducen la resistencia al aire potenciando la deportividad del Ampera.
En el interior, amplio y bastante cómodo sólo para cuatro pasajeros, todo se asemeja a una nave espacial, con cantidad de espacio, ergonomía y funcionalidad esperados de una berlina actual de cinco puertas, cuatro plazas y un espacio de carga de más de 300 litros. El salpicadero resulta muy sugerente y bien terminado, presentando una consola central muy protagonista y prominente coronada por una pantalla táctil en color de 7 pulgadas y con mandos táctiles para todas las funciones electrónicas que encontramos alrededor de la misma. Tras el volante encontramos únicamente otra pantalla digital, algo más pequeña, que hace las veces de cuadro de mandos, donde se reflejan para el conductor los datos de velocidad, autonomía tanto eléctrica como de gasolina, un acelerómetro para comprobar nuestra intensidad sobre el pedal de acelerador y algunos datos del ordenador de a bordo repetidos en el cuadro central.
El único problema de tanta modernidad es la dificultad para manejar los mandos de confort, como variar unos grados la temperatura o cambiar entre los diferentes canales del sistema de audio, que nos puede volver locos entre tanto mando.