Novedad
Infiniti, la filial de lujo de Nissan, está decidida a implantarse con pies de plomo en el mercado europeo, donde apenas lleva un par de años compitiendo de igual a igual con el resto de marcas Premium. Aprovechando el escaparate del Salón del Automóvil de Ginebra, la marca japonesa hace la presentación oficial de un prototipo, el Etherea, que adelanta las líneas de su primer compacto deportivo. Y por lo que se puede ver en las fotos, a falta de más detalles sobre su propulsión, interior y equipamiento, es que este concept car se identifica claramente con la imagen global de la marca. Infiniti marcha al galope y siguiendo muy de cerca el ritmo de su rival más directa, Lexus, la división de lujo de Toyota, que tardó bastante más tiempo desde su implantación en adentrarse en este segmento con el híbrido CT200h.
La primera sensación al ver las líneas del Etherea es que es un prototipo que se queda a medio camino de muchas cosas: coupé, compacto, monovolumen o incluso un SUV con la zaga más achatada. Algunas de las influencias claras de este concept car proceden del mercado norteamericano: el todopoderoso Infiniti QX56, con trazos más voluminosos, recuerda a un hermano mayor. El modelo que hoy nos ocupa destaca por mirada agresiva, con un frontal que irradia modernidad y deportividad, gracias a su parrilla horizontal con múltiples barras cromadas y unos faros rasgados que caen hacia unos pasos de ruedas sobredimensionados estos cierran el paso a un capó abultado con elegantes nervaduras. Más abajo, un distinguido y contenido difusor hará las delicias de los visitantes a la muestra suiza.Un SUV con la zaga más achatada y asumiendo claras influencias del mercado estadounidense
Según los dirigentes de Infiniti, el Etherea mezcla elementos tanto de coupé, berlina, hatchback e incluso crossover con una silueta similar a la del monovolumen. Parece como si Shiro Nakamura, jefe de diseño de Nissan, quisiera atacar todos los segmentos posibles con este coche que mide 4,4 metros de longitud sería uno de los más grandes de la categoría-. El resultado es único, que no confuso, y nos sirve para contemplar uno de los compactos con más personalidad que hemos visto en mucho tiempo. Esta carga de ingenio y originalidad se acentúan en la vista lateral y trasera, ya que su aspecto es más cercano a un SUV aplastado que un compacto de hoy en día.
Sin información sobre habitáculo y propulsores, seguimos recorriendo la figura de este estiloso japonés. En la vista lateral destacan las manecillas de las puertas camufladas, pero sobre todo la forma curvada del pilar y el techo tan tendido, que le dan un aspecto elegante y de una corpulencia jamás vista en el segmento. Para el final hemos dejado la majestuosa zaga Etherea, elevada, robusta, con un pequeño alerón sobre el portón, y más abajo una doble salida de escape independiente, cromada e integrada en el conjunto. Visto desde atrás, con sus grupos ópticos tan fluidos, recuerda a un Mazda 6.