Marc Gené se ha convertido en el primer piloto español que logra el triunfo absoluto en las 24 Horas de Le Mans, compartiendo su Peugeot 908 HDi FAP con el austriaco Alexander Wurz y el australiano David Brabham. De esta forma Peugeot se saca la espina de 2008 -cuando estuvieron a punto de ganar y perdieron la carrera en los últimos instantes- y termina así con la hegemonía que durante los últimos años había impuesto Audi, con sus R10 TDI y R15 TDI. Durante el pasado fin de semana (13-14 junio) el mítico circuito francés volvía a vivir su noche mágica, en la que Peugeot y Audi eran los claros favoritos. Sus respectivos bólidos son los más competitivos en esta disciplina, y tanto uno como otro ya habían demostrado esta temporada que podían ganar: Audi se impuso en las 12 Horas de Sebring y Peugeot en los 1.000 Km de Spa. Pero lo que toda marca desea es llevarse la victoria en la carrera de resistencia más importante del mundo: las 24 Horas de Le Mans. Peugeot no sólo logró su principal objetivo, sino que se adjudicó el tan preciado doblete al colocar otro 908 HDi FAP (conducido por Sarrazin, Montagny y Bourdais) en el segundo cajón del podio; quedando Audi relegado a la tercera plaza con el R15 TDI de Capello, Kristensen y McNish.
Pero más que hablar de la carrera, vamos a centrarnos en los detalles de este impresionante bólido. Los Sport Prototipo poseen una tecnología avanzadísima, superando en algunos aspectos a la Fórmula Uno. Últimamente los dos grandes fabricantes que están en la cima Peugeot y Audi- han apostado por las mecánica diésel, que les permiten una fuerza espectacular y unos consumos menores, dato este último importante ya que son carreras de resistencia en las que hay que entrar varias veces a repostar.
En esta categoría hay modelos abiertos y cerrados, como lo es el Peugeot, y en este caso la FIA les obliga a climatizar el interior para que la temperatura en el habitáculo no supere los 32 ºC. Tanto unos como otros montan una ligera carrocería de fibra de carbono, y los que llevan ventanillas utilizan el policarbonato en lugar de cristales. Se trata de vehículos que no levantan más que 1,03 metros del suelo, que miden dos metros de ancho y cuya longitud es de 4,61 metros. Su peso es mucho mayor que el de un Fórmula Uno, pero muy inferior al de un turismo: 930 kilos.
La mecánica es HDi con filtro de partículas, en este caso un V12 de 5,5 litros biturbo construido en aluminio y que desarrolla una potencia de 700 cv y un par de 1.200 Nm. Va asociado a una caja de cambios secuencial de seis velocidades y posee autoblocante, mientras que las ruedas son de la marca Michelín y se montan sobre llantas de 18 pulgadas (unas BBS de magnesio). El equipo de frenada cuenta con discos de carbono, que en el eje delantero tienen una medida de 380 mm y en el trasero de 355 mm.
En estos Sport Prototipo se han invertido cantidades de dinero astronómicas, y son capaces de estar 24 horas a pleno rendimiento y alcanzando velocidades de unos 325 km/h. Las limitaciones las marca la FIA, ya que de lo contrario les resultaría muy fácil obtener más potencia y prestaciones. Peugeot, además del actual 908 HDi FAP, ya tiene listo un prototipo desarrollado sobre esta misma base pero con mecánica híbrida, a la espera de que la Federación Internacional de Automovilismo les de vía libre y puedan demostrar el potencial de esta tecnología -que combina un motor diésel y otro eléctrico- en las carreras de resistencia más prestigiosas. Y es que, también a los coches de alta competición les llegan las recomendaciones de ahorrar consumo, contaminar menos y contener el ruido.