Uno de cada cuatro españoles conduce con el ‘piloto automático’
Así se desprende de un estudio realizado por Attitudes, la iniciativa social de Audi, que revela que conducir sin conciencia plena tampoco supone un peligro inminente o multiplica el riesgo de un accidente grave, aunque sí está relacionado con ‘pequeños incidentes’ durante el viaje.
Los errores más habituales son cruzar un semáforo en rojo -a un 12 por ciento de los conductores le ha pasado alguna vez-, un exceso de velocidad inadvertida -6 por ciento-, girar en dirección contraria -5 por ciento-, frenadas bruscas y no dejar pasar a los peatones -4 por cientoo saltarse un stop -3 por ciento-.
Sin embargo, y a pesar del riesgo potencial de estas situaciones, el estudio no refleja una relación clara entre conducción subconsciente -experimentada en alguna ocasión por un 75 por ciento de los conductorescon un aumento de la siniestralidad.
Sí se ha detectado que el conductor que circula con el ‘piloto automático’ reduce la atención y su mirada se dispersa, aunque al mismo tiempo permanece ‘intacta’ la vigilancia ante posibles amenazas, momento en el que la conducción subconsciente desaparece.
‘No podemos decir que sea absolutamente segura’, reconoce Jordi Fernández, uno de los autores del estudio, que subraya que la inmensa mayoría de los conductores analizados no se acordaban de lo que habían hecho al volante, ‘aunque lo hacían bien’.
Fernández ha querido distinguir claramente entre ir ‘despistado’, que supone centrar la atención en un elemento externo a la carretera, y el fenómeno de la conducción subconsciente, que es fruto de un proceso natural de ‘ahorro de recursos’ por parte del cerebro.
Pese a estos datos, el 77 por ciento de los encuestados considera que la conducción subconsciente es un peligro para la seguridad vial y un 62 por ciento cree que incrementa considerablemente el tiempo de reacción ante una situación inesperada.
El estudio de Attitudes, basado en 2.000 encuestas y en pruebas prácticas mediante un dispositivo que rastrea la mirada del conductor y la atención al volante, pone de manifiesto que este fenómeno afecta por igual a hombres y mujeres, aunque se concentra especialmente en conductores de entre 35 y 45 años, y con más de tres años de carné.
El perfil se completa con personas con estudios medios o altos, que vive en entornos urbanos, que conducen prácticamente a diario y que realizan el mismo trayecto de forma habitual para ir a trabajar o estudiar.
Las carreteras monótonas y con pocos cambios también favorecen la abstracción en la conducción, aunque también se produce en el ámbito urbano o en vías congestionadas.
El exceso de confianza, la falta de percepción de peligro, el estrés y las preocupaciones o la tendencia natural a ‘estar en las nubes’ son otros de los elementos que favorecen la conducción subconsciente.
Además, los conductores que experimentan este tipo de conducción sin conciencia plena también se caracterizan por realizar otras conductas de riesgo como circular a más velocidad de lo permitido, no respetar la distancia de seguridad o utilizar el teléfono al volante, que sí producen accidentes.
Es por ello que el informe reconoce que los conductores que caen en este estado también son protagonistas de más siniestros e infracciones de tráfico, aunque es debido sobre todo a que conducen más que la media.
Madrid es la comunidad autónoma en la que se da una mayor incidencia de la conducción subconsciente -32 por ciento-, siete puntos por encima de la media nacional, seguida del País Vasco y la Región de Murcia.
Por contra, Galicia, Extremadura y Aragón son las comunidades autónomas que tienen menos episodios de esta conducta, con porcentajes de conductores habituales entorno al 15 por ciento.