Por la mañana, la lluvia recibió a los pilotos y a los numeros seguidores que se acercaron al trazado inglés, pero a pesar de un cielo amenazante, el agua dejó de caer aunque la pista permaneció mojada durante toda la primera sesión.
Por la tarde llegó el chaparrón, y a pesar de unos cuantos atrevidos como Toro Rosso, que sacaron los monoplaza a la impracticable pista de Silverstone, la mayoría guardaron el coche en el garaje a la espera de un rayo de luz entre tanta tiniebla en el cielo inglés para poder montar los neumáticos de seco y hacer los ensayos necesarios. Pero nada de ello se pudo practicar.
A la hora cumplida de la sesión de la tarde, sólo media docena de coches habían intentado como mínimo ajustar el monoplaza para una situación de lluvia en carrera, mientras que el resto seguía viendo desde el garaje cómo se consumía la jornada y el plan de trabajo.
Dejó de llover cuando faltaban un poco más de un cuarto de hora, tiempo suficiente para que las escuderías se lanzasen en tropel para completar algún punto del orden del día, como probar las nuevas piezas que aportan para Silverstone, aunque al finalizar la jornada, casi todos apuntaban que no se había podido probar nada y que los tiempos, el mejor de Mark Webber (red Bull) por la mañana y el de Felipe Massa (Ferrari) por la tarde, no eran indicativos.
Sí que ha puesto sobre aviso que un Red Bull, al que se le esperaba hincando la rodilla este fin de semana con la desaparición del mecanismo del soplado sobre el difusor, haya vuelto por sus fueros con un mejor registro a pesar de las condiciones tan malas de entrenamiento.
Pero a pesar de este detalle del registro del australiano, mientras su compañero y líder del mundial, el alemán Sebastian Vettel, se perdía en tiempos muy mediocres, nada ha quedado desvelado en Silverstone, donde se ha anunciado a los cuatro vientos que a partir de la prueba inglesa habrá un punto de inflexión.
Por este motivo, acerca de la modificación del sistema de difusor soplado, al cual se le atribuye parte del éxito de Red Bull este año, existía tanta expectación en la primera doble jornada del viernes para verificar si sobre seco los dos Red Bull iban o no a penalizar tanto como se ha proclamado; dentro del equipo austríaco se ha llegado a cuantificar una pérdida de entre cuatro y cinco décimas por vuelta.
Todo queda aplazado para mañana, de esta forma, aunque hoy por lo poco que se ha visto, y sobre todo escuchado en los motores de algunos monoplaza, como los McLaren, se podría estar gestando una nueva polémica, que hoy ya se ha apuntado en la conferencia que los jefes de equipos han escenificado mínimamente, acerca del ruido de los propulsores cuando entraban en las curvas.
Por parte de Fernando Alonso, el piloto español también se ha visto superado por una jornada de escaso rendimiento, y ha avanzado que en la jornada de mañana Ferrari no intentará recuperar el terreno perdido en la doble sesión de hoy, sino que avanzará en las probaturas con los neumáticos, si el día resulta en seco.
Más entusiasmado se ha mostrado Jaime Alguersuari (Toro Rosso), ya que ha dicho que se ha mostrado ‘muy veloz’ sobre mojado y que su equipo ha hecho ‘un gran trabajo en los reglajes para una carrera sobre mojado’.
Igual de esperanzado se ha mostrado el venezolano Pastor Maldonado (Williams), quien cree que su equipo ha concretado una muy buena jornada de trabajo ‘para preparar el coche sobre mojado, pero si la carrera es en seco, no servirá de nada’.