El presidente de Ford Europa pide a la UE un nuevo enfoque sobre el automóvil
Odell ha formulado en una carta abierta a los responsables políticos y otras partes interesadas de toda la Unión Europea, una serie de peticiones para una acción concertada porque una industria automovilística europea fuerte y competitiva a nivel mundial es un factor crítico del mercado único.
El presidente de Ford Europa pide que se considere una nueva normativa o tratado comercial, que debe afrontarse en el contexto de cómo puede beneficiar a la economía europea y de si va a apoyar el aumento del empleo, la mejora del crecimiento y una mayor competitividad.
Odell considera que es necesario que haya un nuevo enfoque en la elaboración de normas de la Unión Europea, ‘uno que abarque verdaderamente los principios de una regulación inteligente’.
La industria automotriz está en la vanguardia de la tecnología y la innovación en Europa y ‘estamos orgullosos de los estándares ambientales y de seguridad establecidos, que son los más avanzados del mundo y de los puestos de trabajo de alto valor que creamos en estas áreas de vanguardia de la I + D’.
Pero si va a haber nuevas normas, añade Odell, ‘asegurémonos de que su impacto en la competitividad es adecuado e independientemente evaluado. Como declaró el propio presidente de la UE Barroso, a veces es mejor para la UE hacer menos’.
El presidente de Ford asegura que se deben aprovechar las oportunidades de crecimiento mediante la aplicación activa de acuerdos comerciales justos y equilibrados.
Argumenta que el apoyo al libre comercio es parte del ADN de Ford, cuyo negocio depende de la capacidad de importar y exportar vehículos y componentes libremente.
Un tratado comercial amplio entre la UE y EEUU, por ejemplo, traería enormes beneficios potenciales para el crecimiento, el empleo y los consumidores.
Y los tratados comerciales ‘no sólo deben ser libres sino también justos’, según Odel, que pone como ejemplo la propuesta de convenio entre la UE y Japón, que califica de desequilibrado al ofrecer acceso sin restricciones al mercado de la UE y sin que a la vez se garantice la liberalización del mercado japonés.
Esto expone a la industria del automóvil a una competencia desleal, potenciada por una moneda japonesa deliberadamente debilitada, que pone en riesgo la pérdida de muchos miles de empleos en Europa.
Añade Odell que esto es consecuencia del acuerdo de libre comercio UE-Corea, que se concretó hace tres años. Este acuerdo ha abierto totalmente el mercado europeo a nuestros competidores coreanos, pero no abrió el mercado coreano a los productores europeos, que siguen frenados por la aparición de nuevas barreras no arancelarias.
Concluye el presidente de Ford Europa que ‘necesitamos un liderazgo pan-europeo consensuado y una acción con todas las partes interesadas que trabajen juntas para asegurar que la visión de una Europa más competitiva se convierte en realidad y que el mercado único europeo, que nosotros hemos apoyado a lo largo de los años, alcance su verdadero potencial’.