Después de las pruebas de Jerez, a finales de enero, y las de la semana pasada en Baréin, los equipos afrontan el test final de los coches equipados con los nuevos motores turbo de 1,6 litros.
Esas dos sesiones dejaron patente que los monoplazas más en forma de la pretemporada están siendo, por este orden, los Mercedes y los Mclaren-Mercedes, mientras que la hasta ahora todopoderosa escudería Red Bull está sufriendo más de lo previsto, al igual que el resto de equipos propulsados por Renault.
Mientras Mercedes y McLaren consiguieron completar alrededor de 300 vueltas en las últimas cuatro jornadas en Baréin, los campeones mundiales de Red Bull apenas superaron el centenar.
Red Bull, que sólo pudo dar 21 vueltas en Jerez, mejoró algo en la primera serie de pruebas de Baréin, aunque con sólo sumaron 116 vueltas entre el tetracampeón germano Sebastian Vettel y el australiano Daniel Ricciardo.
El equipo que ha dominado el Mundial los cuatro últimos años espera haber solucionado sus problemas y poder completar esta semana cuatro productivos días en Baréin. Esta semana será Ricciardo el que rodará los dos primeros días. Será relevado por Vettel el sábado y el domingo.
Mercedes se presenta como el gran favorito con vistas a la carrera inaugural en Melbourne, no sólo porque el alemán Nico Rosberg y el británico Lewis Hamilton marcaran los mejores tiempos la pasada semana en Baréin, sino por las 315 vueltas de trabajo que acumularon entre ambos, en las que el FW05 tuvo un notable rendimiento tanto a una vuelta como en tandas largas.
También se mostró consistente el nuevo McLaren MP4-29 Mercedes del británico Jenson Button y el danés Kevin Magnussen, así como el Williams FW36 del finlandés Valtteri Bottas y el brasileño Felipe Massa.
Tras perderse los test de Jerez, Lotus se incorporó al trabajo la semana pasada en Baréin, y esta volverá a tener mucho trabajo en el trazado de Sakhir.
Y Ferrari también espera mantener el buen tono exhibido en las dos primeras sesiones, al menos en cuanto a fiabilidad se refiere.
El español Fernando Alonso y el finlandés Kimi Raikkonen completaron entre ambos 287 vueltas en el último test de Sakhir, en el que sólo acusaron una avería en el sistema de telemetría. Acabaron respectivamente en los puestos sexto y séptimo de la tabla de tiempos.
El único punto negro de la Scuderia fue el accidente sufrido por Raikkonen cuando faltaban diez minutos para el final de la cuarta y última jornada de la semana pasada.