Hasta el momento, tres de las cuatro etapas que se han disputado han dejado triunfos de máquinas Honda y Barreda, ganador en dos de ellas, lidera la carrera con más de dos minutos de ventaja sobre el español Marc Coma y un poco más lejos del chileno Francisco ‘Chaleco’ López, las dos cartas de KTM con mayores opciones.
Estos resultados no son fruto de la casualidad, sino del trabajo de varios meses para diseñar y fabricar un vehículo capaz de plantar casa al poderío de KTM.
En 2013, Honda regresó al Dakar después de 24 años de ausencia y lo hizo con un prototipo de la CRF 450 mientras se empezaba a perfilar el nuevo modelo.
Fichó al portugués Helder Rodrigues, tercero en el Dakar 2012, para liderar el nuevo proyecto, pero la moto mostró demasiadas carencias y el luso obtuvo una discreta séptima posición.
Durante 2013 la marca japonesa se volcó en el diseño de la Honda 450 CRF Rally con una meta entre ceja y ceja: tener una moto competitiva para aspirar a ganar el Dakar.
‘La moto es nueva en un 99 por ciento, solo hemos mantenido las ruedas del año pasado’, explica a Efe Filippo Giola, jefe de mecánicos del equipo.
‘El motor es completamente nuevo. También el cárter, la cabeza del cilindro y la caja de cambios’, añade Giola, quien agrega que el chasis también es nuevo, aunque a primera vista parecer el mismo del año pasado.
El departamento de investigación y desarrollo (I+D) trabajó a destajo en Japón en la nueva máquina, mucho más rápida y equilibrada que la anterior.
‘Con la moto de 2013 tuvimos muchos problemas con la velocidad máxima, pero iba muy bien en las curvas. Este año tenemos un motor muy potente, con una velocidad punta que roza los 180 kilómetros por hora’, explica el jefe de mecánicos de Honda.
Uno de los puntos fuertes de la máquina, dice Giola, es el balance del peso, diseñado de un modo parecido al de las motos de cross.
‘Es muy compacta y estable, el peso está cerca del centro de la moto, es de lo más interesante que tiene’, señala.
El mecánico reconoce que el Dakar es una carrera muy particular -‘todo puede pasar en el Dakar’, dice- aunque cree que Honda ha elaborado una moto que está un paso por delante de las KTM de Marc Coma y compañía y de la Yamaha del francés Cyril Despres.
Con la nueva moto en marcha, la marca japonesa se preocupó también de formar una nómina de pilotos acorde a las expectativas del equipo.
La principal incorporación fue Joan Barreda, un piloto rapidísimo que debutó en el Dakar en 2011 y que el año pasado, a lomos de una Husqvarna, ganó cuatro etapas pero no pudo pelear por el campeonato debido a problemas mecánicos.
También llegaron el luso Paulo Gonçalves, compañero de Barreda en Husqvarna, y Sam Sunderland, un prometedor y talentoso piloto británico de 24 años.
Estos motoristas se sumaron a Helder Rodrigues y el argentino Javier Pizzolito, que fueron fichados en 2012.
Hasta el momento la nueva Honda ha respondido satisfactoriamente, aunque las esperanzas del equipo han quedado reducidas a Barreda.
Rodrigues está a más de media hora del liderato y Sunderland, Gonçalves y Pizzolito se perdieron en la tercera etapa y quedaron a más de dos horas de la cabeza de carrera.