Nombre de playa surfera para uno de los hitos de Chevrolet
La playa de Malibú ha reflejado, como pocas, ese estilo desenfadado de la juventud californiana de la década de los sesenta, entusiasmada con el surf y seguidora de la música fresca y pegadiza de su grupo musical más representativo: ‘The Beach Boys’.
Pero, para Chevrolet, en 1964, este modelo fue su primera incursión en las berlinas de tamaño medio, rompiendo con lo que hasta entonces era santo y seña en el estilo de la marca, conforme a la estética de los coches del momento en Estados Unidos: los modelos tamaño estándar, como el Impala, o los deportivos como el Corvette.
El Chevrolet Malibú nació y creció, pese a la ruptura de estilo, en el ambiente estadounidense, pues hasta bien asentado el concepto de globalización en esta industria el modelo no llegó a Europa y, con ello, ser conocido por el automovilista español.
Hay que recordar que Chevrolet fue una marca algo remisa a salir de su entorno y, cuando lo hizo hacia Europa, fue bajo la vestimenta de una marca coreana como Daewoo, que cedió, a principios del nuevo siglo, su nombre a la marca estandarte del Grupo General Motors.
Curiosamente, la firma Chevrolet es con la que se distingue en los mercados americanos la réplica de los modelos de Opel que se producen en el subcontinente, una estrategia perfilada para preserva el valor de comercio que tiene una imagen de marca.
Pero el Malibú tiene su intrahistoria en Chevrolet y el primer modelo fue muy bien recibido por su construcción con carrocería sobre bastidor y la suspensión delantera con muelle helicoidal.
Ofertado en 1964 como un sedán familiar de gama alta, no pudo evitar el tirón de los llamados ‘muscle cars’ de los años 60, y se adaptó a la demanda con una versión deportiva, el Malibú SS
La segunda generación, entre 1968 y 1972, adoptó una distancia entre ejes más corta para las carrocerías coupé y descapotable, y más larga en los sedán y station wagon.
Una tercera generación se expandió entre 1973 y 1977; la cuarta abarcó el lustro 1978-1983 ya con motores V6 y V8; y aquí llega un parón, que se interrumpe en 1997, con la quinta generación, hasta 2003, renaciendo como sedán con tracción delantera.
El modelo de la sexta generación, entre 2004 y 2007, adopta ya la arquitectura global de Chevrolet y resucita el Malibú SS, con un propulsor V6 de 3.9 litros y 240 CV. A la gama, se une un sedán alargado, el Maxx.
El año 2008 da paso a la séptima generación, hasta 2012, caracterizada por una estructura más alargada, aparte de un refinamiento y confort superiores. Presume de haber sido elegido Coche del Año en el Salón de Detroit de 2008
La era de la conectividad y la tecnología se concentra en la octava y, hasta ahora, última generación del Malibú, en el que introduce también el sistema Start and Stop y se oferta en Europa con motor de gasolina de 2.4 litros y 167 CV y diesel de 2.0 litros y 160 CV. Angel Alonso