‘Estuve en un entorno muy controlado y sólo en los dos últimos años he podido escapar a ese control. Ahora tomo las decisiones que quiero, soy yo mismo y eso es lo que siempre quise. Soy más feliz ahora. Puedo hacer cosas sin dar cuentas a nadie’, declaró Hamilton al diario Daily Mirror.
Hamilton, para quien no siempre fue beneficiosa la protección de que disfrutó en su etapa de formación en McLaren, reconoció que en Mercedes también tiene jefes, ‘pero nadie me controla ahora’, advirtió, ‘puedo ser yo mismo’.
El británico, campeón mundial en 2008, recuerda particularmente una experiencia en su etapa con McLaren: ‘En mi vida personal tenía a alguien diciéndome cosas que me afectaban realmente. Eso te quita energía y te quita el deseo de querer hacer cosas, no eres capaz de concentrarte en el trabajo’.
‘Llegué a un punto en que no tenía energía ni motivación, algo parecido a una depresión. Fue hace tres años y me afectó. Ahora no lo tengo’, aseguró.
En 2010 Hamilton prescindió de los servicios de su padre, Anthony, como su representante. ‘Ahora tengo 25 años y es inevitable que se produzcan cambios en algunas cuestiones’, explicó entonces.
Hamilton reconoció que su fichaje por la escudería Mercedes comportaba ciertos riesgos, pero considera que al cabo de cuatro carreras ya empieza a sacar provecho de su felicidad personal.
‘Me gusta la adrenalina y asumir riesgos. Hubo un momento en que sopesé las opciones. Tenía dos buenas, pero una era un poco más arriesgada que la otra y quise probarla. Es un poco como cuando te vas de casa. De haberme quedado, habría permanecido en el mismo entorno toda mi vida’, afirmó.