Hace dos domingos, en Spa-Francorchamps, Grosjean (Lotus) se tocó en la salida con Hamilton (McLaren) y ambos se llevaron por delante a Pérez (Sauber) y a Alonso (Ferrari), que perdió una oportunidad de oro de engrosar su ventaja al frente del campeonato en Bélgica, donde el francés fue sancionado por su irresponsable acción con una carrera de suspensión, que cumplió en Monza.
Grosjean fue sustituido por el belga Jerome d’Ambrossio, decimotercero en Italia, donde los tres pilotos a los que el francés impidió rebasar siquiera la primera curva en Spa se resarcieron, al menos en parte, del ‘cero’ con el que salieron de las Ardenas.
Hamilton -campeón del mundo en 2008-, que el sábado había logrado su vigésima tercera ‘pole’, logró ayer, domingo, su vigésima victoria en F1, la primera en Monza y la tercera en una temporada en la que también subió a lo más alto del podio en Canadá y en Hungría, igualando el tope de tres triunfos que lleva Alonso, victorioso en Malasia, Valencia y Alemania.
El doble campeón mundial asturiano, que por los pelos se libró en Bélgica de una auténtica desgracia, parecía sufrir de nuevo el gafe en el templo de la alta velocidad italiano, en el que el viernes afrontó problemas en motor, frenos y caja de cambios; y donde el sábado, después de rodar en cabeza todo el día, sufrió una avería en la suspensión, justo cuando apuntaba a la ‘pole’ en la Q3 de la calificación, en la que se tuvo que conformar con el décimo puesto.
No repitió la hazaña de Valencia, donde se anotó en junio el Gran Premio de Europa después de salir undécimo, pero remontó siete puestos hasta un podio en el que fue vitoreado por la afición local, que hace tiempo que lo considera uno de los suyos, en un Mundial que, por primera vez desde 1970, no cuenta pilotos italianos.
Fernando se mostró exultante tras igualar en Monza los 80 podios del mítico Ayrton Senna -que ganó tres títulos para Brasil-. Lo festejó filmando al público desde el cajón y lanzándoles su gorra, circunstancia que retrasó brevemente la rueda de prensa posterior -hasta que una de sus ayudantes fue a por otra-, a la que los pilotos no asisten sin las viseras de sus equipos.
Si la remontada de Alonso fue asombrosa, mayor lo fue aún la del mexicano Pérez, que en Monza arrancó duodécimo y acabó segundo, firmando su tercer podio del año, tras los que logró en Sepang -donde fue segundo, detrás del líder del Mundial- y Montreal.
‘Checo’, nacido hace 22 años en Guadalajara, cada vez está más cerca de emular a su compatriota Pedro Rodríguez, ganador de dos Grandes Premios de F1 antes de fallecer accidentado en 1971.
Pero el salto más grande de todos, aunque sin recompensa, lo dio el venezolano Pastor Maldonado (Williams), ganador este año del GP de España, que en Monza avanzó once puestos: del 22 al undécimo.
Alonso dio por bueno el tercer puesto, que aumentó su ventaja en el campeonato, beneficiándose de la ‘debacle’ de Red Bull, el equipo dominador durante las dos últimas temporadas, que, por primera vez desde Corea 2010, no logró acabar con ninguno de sus coches, los del bicampeón alemán Sebastian Vettel y el australiano Mark Webber.
Ahora, el doble campeón mundial asturiano lidera con 179 puntos, 37 más que Hamilton; con 38 sobre el finlandés Kimi Raikkonen (Lotus) -quinto en Monza- y 39 respecto a Vettel, que bajó dos puestos en la relación principal, en la que Webber es quinto (132).
En Ferrari están contentos, porque, sin ser el mejor, su monoplaza ha mejorado, como prueba el cuarto puesto en Italia del brasileño Felipe Massa -tercero en parrilla-, que igualó su mejor clasificación del año y que afirmó que Fernando está en el buen camino para lograr su tercer título, el primero con la ‘Scuderia’.
McLaren logró su tercer triunfo seguido y confirmó que no cederá, pero el italiano Stefano Domenicali, jefe de equipo de Ferrari, se mostró optimista.
‘Fernando hizo un trabajo sensacional y Felipe también estuvo muy bien. Hemos dado un paso importante hacia el título. Pero tenemos que seguir acelerando’, dijo tras la carrera.
Pase lo que pase en Marina Bay, Alonso -que en Monza igualó saldrá líder de Singapur, donde se correrá dentro de dos fines de semana, el 23 de septiembre, en un circuito en el que el buque insignia de Ferrari ya ganó dos veces, en 2008 y 2010.
Después, el Mundial se cerrará con tres programas dobles. El 7 de octubre se correrá el Gran Premio de Japón y el 14 el de Corea; Nueva Delhi albergará el de India, el 28 de ese mes, y siete días después se correrá en Abu Dabi.
En la inédita Austin (Texas) se recupera el GP de Estados Unidos, el 18 de noviembre; y, siete días más tarde, el Mundial 2012 concluirá en el circuito de Interlagos, en Sao Paulo, sede del Gran Premio de Brasil. Curiosamente, en el escenario en el que, en 2005 y 2006, Alonso festejó sus dos títulos mundiales.
Adrian R. Huber