Saab rompe moldes con los BioPower
La marca escandinava Saab, en el seno del grupo General Motors, es en la actualidad la única marca de automóviles con una gama completa de vehículos ecológicos que preservan el medioambiente. Los modelos BioPower de la marca los encontramos en cualquiera de sus modelos, desde en la berlina media 9-3 en todas sus versiones Sport Sedán, Sport Hatch y Cabrio, hasta en la gran berlina 9-5, en sus versiones berlina y familiar.
El sistema BioPower es la solución actual de Saab para la preservación del medioambiente. Se trata de un sistema tecnológico puesto que emplea como base de combustible el Etanol 85, un alcohol que mezclado con la gasolina obtiene unas emisiones mínimas. Una de las características fundamentales de estos motores de la marca es que aceptan sin ningún problema la mezcla del etanol con la gasolina, con lo que nunca nos encontraremos en una situación de falta de abastecimiento. Podremos circular sin problema sólo con gasolina si no localizamos ninguna estación de servicio que distribuya etanol.
Y cuando afirmamos que Saab ha roto los moldes preconcebidos acerca de los motores ecológicos y las energías alternativas, es cierto, puesto que hasta ahora la sociedad siempre ha asociado psicológicamente los motores ecológicos y no contaminantes, con un inevitable detrimento de las prestaciones de los vehículos y una notable falta de potencia. Pero con los motores BioPower esto no es así, puesto que se combinan con la tecnología turbo, lo que garantiza unas prestaciones y eficiencia excelentes. De hecho, el motor BioPower 2.0 turbo que ofrece el 9-3 en todas sus versiones desarrolla una potencia de 175 cv cuando empleamos gasolina sin plomo 95, mientras que con el empleo del bio-etanol eleva la cifra hasta los 200 cv. Esto ocurre porque el etanol tiene mayor octanaje que la gasolina, llegando a los 104 octanos, lo que permite una mayor capacidad de combustión y una mayor efectividad. Cierto es que se obtienen unos consumos ligeramente superiores que con la gasolina, pero también es verdad que es más barato producirlo y en gasolineras se encuentra a un precio muy inferior.
De hecho esta iniciativa ya se ha interpretado por la Comunidad del País Vasco, donde se pueden encontrar ya gasolineras que dispensan bio-etanol entre sus productos. En esas gasolineras se ha introducido tanto el combustible de etanol 85 (un 85% de etanol mezclado con gasolina), válida únicamente para coches preparados para funcionar con ella como los Saab BioPower, como el etanol 5 y 10 (mezclados con gasolina en un 5 y un 10 por ciento, respectivamente) que pueden ser utilizadas por el conjunto de coches de gasolina y, sorprendentemente, han tenido una gran aceptación. Esto se ha logrado gracias al bajo precio de este combustible.
Esto demuestra que el Gobierno y la Administración Pública juegan un papel muy importante en esta labor de implantación y expansión de los combustibles alternativos a los derivados del petróleo, mostrándose muy interesantes en la actualidad. El conjunto de los gobiernos europeos deberían ir tomando nota de lo que se ha hecho en Suecia, donde la adquisición de vehículos particulares que usan biocombustibles tiene grandes ventajas fiscales, mientras que para las empresas existe un ahorro del 20% respecto a la adquisición de vehículos de gasolina convencional. La legislación es la que ayuda directamente al desarrollo y al éxito de estas nuevas tecnologías.
Con estas pinceladas se prevé un futuro más limpio en el que paulatinamente los combustibles alternativos vayan ganando terreno a la gasolina convencional, con la que convivirán en armonía. En este caso el bio-etanol tiene un futuro muy próspero, puesto que es un combustible no contaminante, más económico de desarrollar, con mayor poder prestacional y cuyo precio final será más barato que la gasolina. Por ello los ingenieros de Saab esperan que pronto los gobiernos permitan comercializar motores que empleen únicamente el etanol como combustible.