Tras el impresionante éxito obtenido por el cambio secuencial de doble embrague DSG que el Grupo Volkswagen monta en gran cantidad de modelos de sus marcas, y por la buena valoración tanto de los usuarios como de la prensa especializada, han decidido adaptarlo ahora a su alabado motor 1.9 TDI de 105 cv, comercializándose inicialmente con varios modelos clave de la marca Seat que ya están en los concesionarios.
Así nace una relación entre uno de los motores más equilibrados del mercado en cuanto a prestaciones, consumos y fiabilidad, con el cambio más avanzado tecnológicamente en la actualidad, que además incorpora de serie el filtro de partículas sin mantenimiento DPF para minimizar las emisiones contaminantes al medioambiente.
Los modelos de la marca española que dispondrán de esta nueva combinación motriz serán el León, el Toledo, el Altea y el Altea XL con el acabado más completo de equipamiento Stylance, incorporando de serie en todos los casos el filtro de partículas DPF.
Una de las principales ventajas que ofrece el cambio secuencial DSG adaptado al motor 1.9 TDI es que presenta seis velocidades en lugar de las cinco relaciones que posee el cambio manual. Este cambio se ofrece en la gama Seat con dos motores más, el 2.0 TDI de 140 cv en toda la gama y en el Seat León FR 2.0 TFSI de 200 cv, que ofrece además la posibilidad de optar por adquirirlo con levas en el volante.
Mejor que manual
El cambio secuencial DSG (Dual Shift Gearbox) es una caja de cambios robotizada con doble embrague: la principal cualidad es que puede tener insertadas al mismo tiempo dos velocidades, la que está en uso y la que entrará a continuación, todo ello gestionado de forma electrónica. Esto se traduce en unos cambios de velocidades muy rápidos y sin brusquedades perceptibles para los pasajeros.
El DSG ofrece diferentes modos de funcionamiento. A la comodidad de un cambio automático se le añade la posibilidad de seleccionar entre dos tipos de programas, “D” y “S”. El primero prioriza el consumo y el confort mientras que el segundo lo hace con las prestaciones y la deportividad. Además, permite controlar totalmente el proceso de selección de marchas con la posición secuencial, con la que el conductor cambia las marchas manualmente mediante leves movimientos de la palanca.
En cuanto a las bondades del cambio secuencial robotizado DSG, un profundo estudio comparativo entre las mismas versiones con este cambio secuencial frente a otras con el cambio manual, corrobora que las diferencias son casi imperceptibles en cuanto a prestaciones y consumos, mientras que el confort de conducción se maximiza notablemente. El análisis demuestra claramente que, en cada uno de los modelos que montan este sistema de cambio, la velocidad máxima es idéntica con ambos sistemas de cambio, superando fácilmente los 180 km/h, la aceleración de 0 a 100 km/h es en torno a 0,3 segundos más lenta con el cambio secuencial DSG, mientras que las recuperaciones de 80 a 120 km/h son mucho más contundentes, en torno a 1,7 segundos más rápidas. El consumo combinado es aproximadamente unos 0,6 litros superior con el cambio DSG. Estas cifras demuestran que no son ciertas las afirmaciones que tradicionalmente aseguran que los cambios automáticos elevan la media de consumo al tiempo que merman las prestaciones respecto a las versiones manuales.