Mazda lleva ya 15 años trabajando en motores de hidrógeno, y fue en el Salón de Tokio de 2003 cuando presentó un prototipo del deportivo RX-8 que podía funcionar bien con gasolina o bien con hidrógeno. Como la marca japonesa no quería que ese proyecto se quedara en un mero coche de salón, desde este año 2006 está ofreciendo ya un RX-8 Hydrogen RE listo para circular en Japón. De momento lo alquila a instituciones de su país de origen, donde cuentan con suministro de hidrógeno.
Pero desde el pasado 22 de agosto Mazda ha puesto a circular ya el deportivo híbrido que funciona independientemente con gasolina o con hidrógeno en Europa. Su presentación ha tenido lugar en Noruega, donde dentro de unas jornadas sobre energía ha organizado unas jornadas de pruebas y ha inaugurado la primera “hidrogenera”.
Con la misma base y carrocería, y con un motor con algunos cambios que le permitan tolerar ambas fuentes de energía, el Mazda RX-8 Hydrogen RE está listo para que en el momento que las infraestructuras lo permitan se lance en todos los mercados como cualquier otro modelo de producción. Las ventajas cuando se circula en modo hidrógeno están claras: el motor no contamina y apenas hace ruido. En Mazda parece que han encontrado una excelente combinación de su motor rotativo que lleva el RX-8 convencional con la adaptación para su uso con hidrógeno.
Para cambiar de un modo a otro el conductor dispone de un simple botón en el salpicadero. Funcionando con gasolina el Mazda RX-8 Hydrogen RE desarrolla 210 cv de potencia y 222 Nm de par, pudiendo recorrer 550 kilómetros gracias a su depósito de gasolina de 61 litros. Pasando a modo hidrógeno, la potencia máxima es de 109 cv y el par de 140 Nm, por lo que se puede circular con bastante agilidad. Su tanque de hidrógeno de 110 litros le da una autonomía de 100 kilómetros. Por tanto, en total este deportivo puede recorrer 650 kilómetros llevando los dos tanques llenos.
Como se puede ver en el esquema y las fotos de la galería, bajo los asientos traseros va situado el depósito de gasolina, mientras que el de hidrógeno va ubicado en la parte trasera. Las bocas de llenado se encuentran una a cada lado. Por supuesto en su tablero de mandos lleva indicadores de reserva de ambas fuentes de energía y también un sistema que avisa de posibles fugas. Para la caja de cambios, aunque en el prototipo se contó con una manual de cinco velocidades, finalmente en el modelo definitivo se ha optado por una automática de cuatro con función secuencial y levas de cambio en el volante.