El estilo italiano
Lancia cumple 100 años de historia y para conmemorar este centenario de una marca legendaria se ha preparado una exposición que recorrerá las principales ciudades europeas, Madrid, París o Venecia, en la que se combinan algunos de los automóviles más representativos de la historia de la marca con elementos del diseño y el estilo tradicionales de Italia.
Coincidiendo con la celebración del Salón del Automóvil de Madrid, desde el próximo día 27 y hasta el 3 de junio estará instalada en el madrileño Paseo de la Castellana esta exposición en la que se pueden apreciar los valores característicos de la marca Lancia, la elegancia, la clase, la distinción y la innovación tecnológica, junto con los del diseño italiano marcado siempre por una personalidad y una clase indudables. Lo que se ha dado en llamar la Dolce Vita.
Una exposición en la que se busca hacer coincidir dos mundos tan diferentes pero al mismo tiempo tan próximos como son el arte y la tecnología sobre cuatro ruedas de la mano de Lancia con el estilo en el mobiliario, en el cine, en el diseño y en la forma de entender la vida de los grandes genios italianos.
Para ello se combinan algunos de los automóviles más emblemáticos de la marca Lancia, como son los Lambda, Aurelia, Flaminia, Fulvia, Delta o el recién llegado Ypsilon, con los objetos más variopintos creados por los genios del diseño italiano a lo largo de estos últimos 100 años conformando una interesante exposición del diseño Made in Italy del último siglo.
Así, el racionalismo de Terragni convive con el del Lambda, la elegancia de Bonacita se une a la del mítico Aurelia y la imaginación de Zanotta o Alessi se desborda junto a la del Ypsilon Momo Design.
En esta exposición lo que se ha buscado ha sido combinar objetos muy diferentes entre sí, pero al mismo tiempo muy relacionados. Hay vínculos entre ellos, pero lo más importante es que cada visitante tiene la oportunidad de analizar, comparar y opinar sobre la relación entre unos y otros, entre los automóviles Lancia y los objetos asociados a estos vehículos.
Es una prolongación, un juego que va desde el pasado al presente pasando por las formas y maneras más sugerentes. Así se puede ver en esta exposición en la que a cada coche se le ha asociado un objeto representativo del diseño italiano. Así, estas combinaciones son el Lambda Torpedo y el Calendario Bilancia de Enzo Mari de 1959, el Aurelia B24 Spider y Sgarsul de Gae Aulenti de 1961, el Flaminia Coupé y la Cupola de Aldo Rossi de 1988, el Delta HF 4WD con el Cubo de Bruno Munari de 1957, sólo por citar algunos ejemplos presentes en la muestra.
La relación entre los modelos de Lancia y las piezas de diseño específico ha sido pensada con un paralelismo formal, sensorial, de atmósfera y de calidad, sostiene Luca Molinari, encargado de la muestra – más bien es una mera división cronológica e histórica. El visitante puede echar mano de su propia imaginación y fantasía para revivir los mundos de Lancia y del diseño italiano, para revivir los recuerdos de una época, la parte siempre actual del pasado y la belleza del presente.
La evocación de un mundo de ensueño, basado en un pasado glorioso pero también en un presente y en un futuro prometedor como se plasma en los nuevos Ypsilon bicolor. El mejor testimonio pasa por las imágenes de un videomontaje realizado por Gian Piero Brunetta, un histórico del cine. El videomontaje se ha proyectado en el Fulvia Coupé con una sugestiva escenografia. Presenta al coche Lancia con un papel coprotagonista de algunas de las escenas que han contribuido a crear el éxito del cine italiano en el mundo, definiendo una época de atributos de belleza, libertad y poesía, en una palabra creando el estilo de vida italiano como el centro de los paparazzi durante la inolvidable época de la Dolce Vita.
Los modelos de Lancia expuestos suponen un repaso muy completo a cien años de la automoción desde el punto de vista italiano. En los cinco coches expuestos se repasan algunos de los valores principales de la marca Lancia, de innovación, de diseño y deportividad.
El más antiguo de los vehículos, un Lambda Torpedo, de 1925, es el primer coche del mundo que montó una estructura de carrocería portante, algo que hoy en día llevan todos los vehículos salvo algunos todoterrenos.Otro de los modelos es el Aurelia B24 que representa una demostración de diseño. De la mano del genial diseñador italiano Pininfarina, fue un vehículo que tuvo una gran acogida en el mercado americano precisamente por ese estilo típicamente italiano. Y también de las manos del genial Pinifarina salió también otro de los vehículos expuestos, el Flaminia Coupé que se lanzó al mercado en el año 1965.
No podía faltar un Fulvia, como representación de la imagen deportiva de la marca Lancia y un vehículo con el que se afianzó su posición en el mundo de los rallyes. Surgió del lápiz de Piero Castagnero y su aspecto ligero y muy deportivo pronto le permitió hacerse un hueco en el mundo de la automoción. Se mantuvo en producción durante once años y con un amplio abanico de versiones. Las victorias del Fulvia en los rallyes se cuentan por millares y las más sonadas fueron la del Rallye de Montecarlo de 1972 con Sandro Munari al volante y en el mismo año la Copa F.I.A. que más tarde se convertiría en el Campeonato del Mundo de Rallyes.
Pero sin duda el principal exponente de deportividad en el mundo de los rallyes está servido con el Lancia Delta Integrale. A partir de un vehículo compacto, los hombres de Lancia supieron sacar adelante un ejemplo de efectividad en las más difíciles carreteras del mundo que marcó una forma de hacer rallyes. El Lancia Delta Integrale era insuperable y hoy en día sigue siendo un icono de la marca. La incorporación de la tracción 4×4 en un vehículo compacto fue una innovación.
Cierra la exposición conmemorativa del centenario de Lancia el último exponente de la marca, el Ypsilon. Un vehículo que combina como ningún otro la tecnología de vanguardia y los últimos avances en materia de seguridad con el diseño, el encanto y la calidad de terminación, el ambiente agradable, y un entorno para la conducción y los desplazamientos por carretera inigualados que marcan la diferencia entre los vehículos de Lancia y el resto de automóviles.
La historia de estos 100 años de Lancia ha estado marcada por la innovación tecnológica desde sus comienzos. El primer Lancia, el denominado Alpha, incorporaba un motor extraordinariamente rápido en su giro para la época, con 1.800 revoluciones por minuto. Innovador fue el Theta de 1913 con la primera instalación eléctrica integrada en un automóvil, como también lo fue el Lambda de 1922, que introdujo la carrocería portante y la suspensión delantera de ruedas independientes. También el primer vehículo monocasco de la historia fue un modelo de Lancia, en concreto el Augusta de 1933.
Otro modelo innovador fue el Aurelia de 1950, el primer coche con motor de 6 cilindros en V a 60 grados y con el cambio detrás junto al diferencial. En el Flavia se incorporaron por primer vez los cuatro discos de freno y los anclajes de los cinturones de seguridad en el año 1960. En el Trevi de 1982 se incorporó por primera vez un compresor volumétrico y en 1986, con el Delta HF 4wd, se puso a la venta un vehículo con un complejo sistema de tracción 4×4 permanente con tres diferenciales.
Para más información consultar www.centenariolancia.es.