Alfa 147 JTD Vs. Golf 2.0TDI
Inicio
El nuevo Golf quinta generación es una nueva edición corregida y aumentada de un modelo que al cabo de 30 años y más de 22 millones de unidades producidas (sumando todos los anteriores Golf, claro) vive ya prisionero de su éxito, condenado a ser más de lo mismo. Más grande cada vez -ya está en 4,2 m de largo, por 1,76 de ancho y 1,49 m de alto- crece sin embargo poco en batalla (2,58 m frente a 2,51 antes) pese a esos 7 cm más, siguiendo la tradicional racanería VW en este apartado. No es que 2,58 m sean ya tan escasos como los 2,42 m de los Golf II, 2,47 del Golf III o los 2,51 del IV, pero cuando la competencia de su segmento está en 2,60 m o más, no se explica este empeño en quedar por debajo, sobre todo cuando anchura y altura crecen más (no así la longitud, afortunadamente, sólo 5 cm más).
Así, tenemos un Golf con mayores anagramas de marca, faros más triangulares (con dobles ópticas circulares bajo su tapa), parrilla pintada con dos barras de reminiscencias Passat y una zaga con nuevos grupos ópticos a caballo entre aletas y portón. Pero conserva el mismo aire del anterior modelo, sólo que más alto y desangelado. Ciertamente es lo que ha pretendido Volkswagen -no alterar demasiado una imagen ganadora- pero lo que hace años era atractivo, hoy empieza a cansar.
Comportamiento
Ruedas que sí le sirven al coche germano para imponerse a la hora de frenar, ya que los discos no difieren mucho entre los dos (ventilados de 288 mm delante el Golf y de 285 el Alfa, y macizos detrás de 255 el primero y 251 el segundo). Las detenciones del VW son espectaculares, bajando claramente de los 60 m a 120 km/h, mientras que el Alfa exige casi 70, aunque quizá también influya en el caso del coche italiano un ABS un poco más intrusivo. De todos modos en caliente aguantan los dos muy bien, y la dosificación y el tacto nos convencen más en el 147 que en el Golf.
Interior y equipamiento